Concepción representa la segunda metrópolis más extensa del país, con más de 970 mil habitantes y una población urbana mayor al 98%. Sin embargo, solo un 23% de ésta vive en zonas consideradas de alto bienestar, mientras un 18% habita en zonas carentes y apenas un 9% en sectores considerados como prioritarios para inversión pública.
Pese a los diagnósticos, no existe en el país una herramienta capaz de integrar todas aquellas dimensiones que afectan el complejo panorama del déficit habitacional y planificación urbana, y que además, permita gestionar de forma integrada la multiplicidad de datos en un contexto de ciudades contemporáneas.
Es por esto que el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) junto al Gobierno Regional, la Cámara Chilena de la Construcción de Concepción y Corporación Ciudades, con el apoyo de universidades de la región, se unieron para abordar las problemáticas urbanas de la ciudad.
Así nació City Lab Biobío, un proyecto de City Science del MIT Media Lab, que tiene como objetivo el diseño de ciudades inteligentes y sostenibles para mejorar la calidad de vida de los habitantes del Gran Concepción.
Utilizando tecnologías avanzadas, recopila y analiza datos urbanos y así logra comprender mejor cómo funcionan las ciudades y cómo pueden ser mejoradas, a través de la planificación urbana, la incorporación de tecnología, Inteligencia Artificial e innovación.
El proyecto se enfoca en áreas como el transporte, la energía, la vivienda y la participación ciudadana, y utiliza las tecnologías emergentes para crear soluciones innovadoras y sostenibles. Además, City Lab Biobío busca fomentar la colaboración entre la academia, el sector privado y la sociedad civil para impulsar el desarrollo económico y social de la región.
“El City Lab Biobío se une a nuestra red internacional MIT de City Science Labs afiliados en Asia, Europa, Norteamérica y Latinoamérica. Cada ciudad tiene retos y oportunidades únicos, pero compartimos la misión de hacer posible comunidades más habitables, emprendedoras y sostenibles”, comenta Kent Larson, director del City Science.
El director del City Science visitará la región del Biobío, con ocho de sus principales investigadores, para establecer los objetivos específicos del proyecto mediante una semana de debates y talleres con los habitantes de Concepción. Entre los retos están los problemas de movilidad y transporte público, que están directamente asociados a la ubicación del sistema de actividades en la ciudad.
“En la actualidad, las personas deben desplazarse diariamente largas distancias para llegar a sus trabajos, a la educación y a los servicios básicos, con escasa diversidad de usos del suelo en sus barrios y comunidades. Además, el Gran Concepción, como muchas ciudades de Chile, enfrenta problemas habitacionales que afectan a gran parte de su población: el déficit habitacional, el alto costo de la vivienda y la ocupación informal del suelo son los más relevantes”, añade Larson.
El innovador proyecto con Inteligencia Artificial del MIT
La exploración de posibles futuros para la ciudad se realiza mediante la plataforma CityScope, que permite a las comunidades aprender, discutir, debatir, explorar escenarios y llegar a consensos.
“Nunca empezamos estos proyectos con una idea preconcebida de cuál será el enfoque, sino que escuchamos y aprendemos de los verdaderos expertos de cada ciudad: la gente que vive y trabaja allí”, señala Larson
El equipo City Lab Biobío decidió que el Sector Costanera de Concepción sería el primero en que se iniciará un profundo trabajo de levantamiento de datos y vinculación con la comunidad para desarrollar un proceso de modelación de ese territorio.
“Creemos que un impacto transformador y duradero solo es posible cuando las comunidades se reúnen para acordar enfoques globales e integrados sobre el futuro de sus lugares de vida y trabajo”, asegura Larson.
El MIT acogió hacer el proyecto porque valora la alianza estratégica público – privada entre el GORE y la CChC de Concepción, por la existencia de un ecosistema consolidado y prestigioso de universidades, por las diversas dificultades urbanas que presenta el territorio, y porque la tecnología existente en la zona permite hacer el levantamiento de data que nutre la simulación de los barrios.
Muchas piezas esenciales ya están en marcha. Ahora falta que las partes interesadas estén de acuerdo para que el proceso de innovación se pueda llevar a cabo.
“Con la tecnología no hay soluciones mágicas. Nuestro objetivo es tener un impacto duradero y positivo a escala de la ciudad y sabemos que esto llevará tiempo. Esperamos con impaciencia el proceso y los meses venideros para compartir más con ustedes y continuar estas exploraciones”, finaliza.