El desarrollo de las actuales vacunas para combatir el coronavirus, ”ha estimulado a los investigadores a hacer uso de materiales moralmente objetables”.

Esa fue la razón que dio Joseph Brennan, obispo de la Diócesis de Fresno, en EE.UU. para pedirle a los católicos a “no subirse al tren de la vacuna Covid-19”.

Citando preocupaciones éticas sobre el uso de células madre embrionarias en el desarrollo de estos tratamientos, el obispo planteó sus reparos en un video compartido por la diócesis esta semana.

Brennan dijo que la carrera para producir una vacuna contra el coronavirus ha estimulado a los investigadores a hacer uso de materiales moralmente objetables. “Trato de mantener un espíritu alegre, así que no me gusta llover en el desfile de nadie”, dijo Brennan en el video. “Pero hoy voy a llover en un desfile: el desfile de las vacunas”.

En el video, el prelado sostuvo que el uso de células madre embrionarias en cualquier etapa del desarrollo de una vacuna significa que los católicos no pueden aprovechar sus resultados científicos.

“No podré recibir una vacuna, hermanos y hermanas, y los animo a que no lo hagan, si se desarrolló con material de células madre derivadas de un bebé que fue abortado, o material que fue desechado de inseminación de un embrión humano “, dijo. “Eso es moralmente inaceptable para nosotros”, añadió en su mensaje grabado.

Brennan dijo que no se opone a las vacunas en general, y señaló que ha recibido vacunas contra la gripe y la neumonía, pero dijo que se opone específicamente a las vacunas derivadas de bebés “a quienes les quitaron la vida”.

El obispo aseguró que la vacuna que está desarrollando Pfizer, como así mismo la vacuna de Moderna, que han sido ampliamente celebradas como un gran avance en la lucha contra el coronavirus, son algunas de las que está usando estas tecnologías.

Sin embargo, la portavoz de Pfizer, Jerica Pitts, dijo el jueves que la compañía no ha utilizado células madre en el desarrollo de su prototipo. “En ni una sola etapa lo ha tenido”, sostuvo.

Ambas vacunas candidatas están hechas con un fragmento del código genético del coronavirus, y se estima que ambas tienen una efectividad aproximada del 95%. Los funcionarios estadounidenses han dicho que esperan tener alrededor de 300 millones de dosis de vacunas efectivas disponibles para su distribución en enero.

Pero Brennan se une a un grupo creciente de organizaciones católicas preocupadas por las célula madre y las vacunas Covid-19. En abril, informó el diario Los Angeles Times, más de 20 líderes católicos y miembros prominentes de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos firmaron una carta al comisionado de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, su sigla en inglés) instando al gobierno federal a seguir los “principios morales” en el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus.