El misterio de los celiácos resuelto: descubren dónde comienza la reacción al gluten

Dolor de estómago referencial
El misterio de los celiácos resuelto: descubren dónde comienza la reacción al gluten

Por primera vez, investigadores han logrado mapear el punto de inicio de la reacción al gluten en el intestino, un avance crucial en la búsqueda de terapias más efectivas.


Durante décadas, la enfermedad celíaca ha sido un enigma médico. Este trastorno autoinmune, que afecta a aproximadamente el 1% de la población mundial, se desencadena cuando el sistema inmunológico reacciona al gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno. Sin embargo, los mecanismos exactos de esta respuesta inmune han sido difíciles de precisar. Ahora, un equipo de investigadores ha logrado identificar con exactitud dónde y cómo se inicia la reacción inmunológica al gluten, un hallazgo que podría abrir la puerta a nuevos tratamientos.

El estudio, realizado por científicos de la Universidad McMaster en Canadá y publicado en la revista Gastroenterology, revela que la reacción comienza en la capa epitelial del intestino delgado. Los investigadores utilizaron una combinación de modelos de tejido intestinal humano cultivados en laboratorio, modelos de ratón con enfermedad celíaca y tecnologías avanzadas de biomateriales. Este enfoque les permitió observar de manera detallada cómo el gluten atraviesa la barrera intestinal y desencadena la respuesta inmune.

El misterio de los celiácos resuelto: descubren dónde comienza la reacción al gluten

La enfermedad celíaca es una condición en la que el consumo de gluten, derivado de prácticamente cualquier cosa hecha con trigo, cebada o centeno, provoca una respuesta autoinmune que daña el revestimiento del intestino delgado, lo que provoca síntomas transitorios como hinchazón, dolor, diarrea, estreñimiento y, a veces, reflujo y vómitos.

“Hoy en día, la única manera de tratar la enfermedad celíaca es eliminando por completo el gluten de la dieta. Esto es difícil de lograr, y los expertos coinciden en que una dieta sin gluten es insuficiente”, afirmó Elena Verdu, autora correspondiente del artículo, profesora de gastroenterología y directora del Instituto de Investigación de Salud Digestiva Familiar Farncombe de McMaster.

Las personas con enfermedad celíaca, especialmente si no recibe tratamiento, enfrentan graves riesgos para la salud, como una mayor probabilidad de desarrollar cáncer colorrectal y enfermedades cardiovasculares. La enfermedad se asocia con una gran variedad de afecciones, como la anemia, la osteoporosis, el retraso del crecimiento, los problemas reproductivos y los trastornos neurológicos, entre otros.

El estudio identificó que el primer punto de contacto del gluten con el sistema inmunológico ocurre en la capa epitelial del intestino delgado. Esta barrera celular, que normalmente protege contra sustancias dañinas, se ve comprometida en personas con enfermedad celíaca, permitiendo que fragmentos de gluten desencadenen una respuesta inflamatoria.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores administraron gluten tanto a modelos de ratón con enfermedad celíaca como a tejidos intestinales humanos cultivados en laboratorio, conocidos como organoides. En ambos casos, observaron que el gluten causaba una disrupción en la barrera epitelial del intestino, facilitando la activación del sistema inmunológico. Además, emplearon tecnologías de biomateriales para recrear las condiciones exactas del intestino humano, lo que permitió aislar y analizar la respuesta específica al gluten.

“Esto nos permitió delimitar la causa y el efecto específicos y demostrar exactamente si la reacción se produce y cómo”, explicó Tohid Didar, otro de los autores del estudio y profesor asociado en la Escuela de Ingeniería Biomédica de McMaster.

El hallazgo representa un gran avance en la investigación de la enfermedad celíaca y podría allanar el camino para nuevos enfoques terapéuticos. Comprender el punto de inicio de la reacción inmune permite a los científicos explorar tratamientos que bloqueen o modifiquen la respuesta del organismo antes de que ocurra el daño intestinal.

Uno de los enfoques potenciales sería el desarrollo de fármacos que refuercen la barrera epitelial para evitar la filtración de fragmentos de gluten hacia el sistema inmunológico. Otra estrategia podría ser la creación de terapias que desensibilicen la respuesta inmune al gluten, similar a lo que se ha intentado con las alergias alimentarias.

Los investigadores también destacan que su metodología podría aplicarse para estudiar otras enfermedades inflamatorias del intestino, como la enfermedad de Crohn. A pesar de estos avances, aún queda camino por recorrer antes de que estos descubrimientos se traduzcan en tratamientos clínicos. No obstante, este estudio representa un paso crucial hacia la comprensión de la enfermedad celíaca y una posible mejora en la calidad de vida de quienes la padecen.

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