Luis Fernando Suárez es comunicador social pero nunca ha ejercido directamente su profesión. En Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, es dueño de un taller automotriz pero, aprovechando que le gusta el turismo, la aventura y la fotografía, en el último tiempo también se ha dedicado a hacer crónicas de viaje que luego sube a las redes sociales.

El fin de semana recién pasado, tomó su moto y se internó por la Ruta 4, la carretera que une territorio boliviano con la frontera con Brasil y durante más de mil kilómetros de recorrido solo encontró cenizas, humo y alcanzó a ver unos cuantos tejones quemados que arrancaban por el suelo todavía caliente.

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Captura del video muestra tejones sobre los árboles quemados. Foto: Luis Fernando Suárez[/caption]

Estaba siendo testigo de uno de los desastres ambientales más graves del último tiempo: el gran incendio de la Amazonía. En Santa Cruz de la Sierra se encuentra (encontraba) un lugar único, el bosque chiquitano, una extensión que 20 millones de hectáreas reconocido como el bosque seco tropical más grande del mundo y el inicio de la selva amazónica que continúa en territorio brasileño.

"Entre sábado y domingo, recorrí unos 1.500 kilómetros. De eso, unos mil eran solo cenizas que había dejado el incendio. No es uno solo, son cientos de focos en Santa Cruz. En todo el recorrido me topé con distintos incendios en la Provincia de Ángel Sandoval y ya estaba todo quemado. Un mes atrás hice otro viaje por la misma zona y ya había incendios a la orilla de la carretera que va a Corumba, en Brasil", cuenta al teléfono desde Santa Cruz.

Con su cámara, grabó un video de su recorrido y lo subió a sus redes sociales. Desde ahí, el cantante de reggaetón Nicky Jam lo tomó y publicó en su Instagram haciendo que las visitas llegarán a casi 1,5 millones.

El problema, dice Suárez, es la sequía y la poca importancia que se le dio a los incendios cuando recién se iniciaron.

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Así lucía la zona que hoy está siendo arrasada por los incendios[/caption]

"En nuestro país es costumbre que para limpiar se realicen quemas de bosque, basura, pastizales. Luego vienen las lluvias y se cree que el pasto sale más fuerte para el ganado. Todos los años se hacen estas quemas, todos los años se arma el mismo alboroto. El problema es que este año hay una sequía espantosa. En todo este mes no ha caído ni una sola gota", lamenta.

Por lo general, este tipo de incendios ocurre en septiembre y octubre, cuando ya están cerca las lluvias y son capaces de apagar el fuego. Esta vez no fue así.

"Esta región, no es tan exuberante ni tan húmeda, ni tan alta como la selva amazónica. Es una fase de transición entre el chaco paraguayo y el Amazonas. Aquí viven jaguares, tejones, pumas, tortugas, carpinchos, tapires. Es la selva misma y hoy está quemada", señala.

En estos días, cuenta Suárez, se está están realizando distintas colectas para reunir dinero y comprar agua o reparar las ruegas de los carros de bomberos para que puedan ir a apagar los incendios. "Esto es penoso. La población en general se siente desamparada y en una desatención total. La ayuda internacional y la declaración de catástrofe debió haberse hecho antes. Esto es como querer apagar el incendio con una manguera de la casa. Hay una bronca muy grande en Santa Cruz de la Sierra".

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Incendio en amazonía boliviana

Imagen del valle de Tucabaca. Hoy las llamas también estaban quemando este lugar. FOTO: Luis Fernando Suarez[/caption]

Ayer, recuerda se difundió una imagen de una avioneta fumigadora que estaba sobre la carretera y era cargada con agua desde un camión cisternas para ir a combatir el fuego. "Solo el fin de semana ya se habían quemado más de 500 mil hectáreas. Si Dios no nos manda una lluvia no sé qué va a pasar", reflexiona.