Si en marzo las probabilidades de que El Niño, la fase cálida del patrón climático El Niño-Oscilación del Sur, se desarrolle este año eran de cerca del 50% según el pronóstico de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (Noaa, su sigla en inglés), para junio la probabilidad del desarrollo de este fenómeno climático ya era superior al 90%.

Los más recientes datos sobre el nivel del mar del satélite estadounidense-europeo Sentinel-6 Michael Freilich indicaban signos tempranos de un desarrollo de El Niño en el Océano Pacífico ecuatorial.

Y el pasado 8 de junio, la Noaa confirmó oficialmente el arribo de El Niño. Según científicos del Centro de Predicción Climática de la Noaa, una división del Servicio Meteorológico Nacional, en la perspectiva mensual publicada ese día, los meteorólogos emitieron un “Aviso de El Niño”, señalando que las condiciones del fenómeno están presentes y se espera que se fortalezcan gradualmente en el invierno.

El Niño está asociado con el debilitamiento de los vientos alisios del este y el movimiento de agua cálida desde el Pacífico occidental hacia la costa occidental de las Américas. El fenómeno puede tener efectos generalizados, a menudo trayendo condiciones más frías y húmedas al suroeste de los EE.UU. y sequías a los países del Pacífico occidental, como Indonesia y Australia.

El Niño cada vez más fuerte: temperatura del océano Pacífico sube a valores no vistos en 25 años

Desde entonces, el océano Pacífico, frente a las costas de Ecuador y Perú han ido elevando su tempratura hasta niveles récord. Según un análisis del grupo científico Antarctica.cl, liderado por el climatólogo de la U. de Santiago, Raúl Cordero, la temperatura del Océano Pacífico, frente a las costas de Ecuador y Peru, se encuentra en valores no observados en 25 años, superando nivel alcanzado en el #SuperNiño2015.

Según este análisis, la anomalía en Zona1+2, justo frente a las costas de estos países, alcanzó esta semana los 2,9°C. La última vez que el océano superó esta temperatura en esta zona fue en mayo de 1998.

De acuerdo al registro, las probabilidades de que se trate de un evento “fuerte” suben a 56%

Según el análisis de Antarctica, #ElNiño también está empujando la temperatura atmosférica al alza, que en todo el continente americano está en valores récord. de hecho, mayo de 2023 fue el mes de mayo más cálido jamás registrado tanto en Sudamérica como en Norteamérica.

El mapa de El Niño muestran un fenómeno muy vigoroso que amenaza batir récords

Las mediciones satelitales y oceánicas de la temperatura de la superficie del mar son una forma de detectar la llegada de El Niño. Su firma también aparece en las mediciones satelitales de la altura de la superficie del mar, que aumenta a medida que aumenta la temperatura del océano. Esto se debe a que el agua más caliente se expande para llenar más volumen, mientras que el agua más fría se contrae.

Los mapas de la Nasa muestran las anomalías en la altura de la superficie del mar en el Océano Pacífico central y oriental observadas entre el 1 y el 10 de junio de 2023. Los tonos de azul indican niveles del mar inferiores al promedio; las condiciones normales del nivel del mar aparecen en blanco; y los rojos indican áreas donde el océano estaba más alto de lo normal.

Los datos para el mapa fueron adquiridos por los satélites Sentinel-6 Michael Freilich y Sentinel-3B y procesados por científicos del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la Nasa.

Los meteorólogos esperaban que las condiciones de El Niño se fortalecieran gradualmente en el invierno del hemisferio norte de 2023-2024, momento en el cual pronosticaron un 60 por ciento de posibilidades de que se desarrolle un El Niño de intensidad moderada y un 56 por ciento de posibilidades de que El Niño sea fuerte.

Imagen del 21 de junio del satélite Sentinel-6 de la Nasa que muestra el calentamiento del océano. Crédito: Nasa

Sin embargo, a partir de junio, El Niño no está tan avanzado como los eventos anteriores de El Niño en la misma época del año, según Josh Willis, oceanógrafo y científico del proyecto Sentinel-6 Michael Freilich en JPL.

En un informe publicado el 8 de junio de 2023, el Centro de Predicción Climática de la NOAA declaró que las condiciones de El Niño estaban presentes. El informe señaló que las temperaturas de la superficie del mar en la región Niño 3.4 del Pacífico tropical (de 170° a 120° de longitud oeste) que en mayo de 2023 estaban 0,8°C por encima del promedio a largo plazo.

Los meteorólogos esperaban que las condiciones de El Niño se fortalecieran gradualmente en el invierno del hemisferio norte de 2023-2024, momento en el cual pronosticaron un 60 por ciento de probabilidad de que se desarrolle un El Niño de intensidad moderada y un 56 por ciento de probabilidad de un fuerte El Niño.

Sin embargo, a partir de junio de 2023, el fenómeno no estaba tan avanzado como los eventos anteriores de El Niño en la misma época del año, según Josh Willis, oceanógrafo y científico del proyecto Sentinel-6 Michael Freilich en JPL.

“Todavía es un poco pronto para decir si será grande”, dijo Willis. “Probablemente tendrá algunos impactos globales, pero todavía hay tiempo para que este El Niño decepcione”.

El Niño es un fenómeno climático natural marcado por temperaturas de la superficie del mar más cálidas que el promedio en el Océano Pacífico central y oriental cerca del ecuador, que ocurre en promedio cada 2 a 7 años. Aunque, los impactos de El Niño en el clima se extienden mucho más allá del Océano Pacífico.

“Dependiendo de su fuerza, El Niño puede causar una variedad de impactos, como aumentar el riesgo de fuertes lluvias y sequías en ciertos lugares del mundo”, dijo Michelle L’Heureux, científica climática del Centro de Predicción del Clima, en un comunicado. “El cambio climático puede exacerbar o mitigar ciertos impactos relacionados con El Niño. Por ejemplo, podría generar nuevos récords de temperatura, particularmente en áreas que ya experimentan temperaturas superiores al promedio durante El Niño”, añade.

La persistencia anticipada del fenómeno también contribuyó a las Perspectivas de Huracanes en el Atlántico y el Pacífico oriental para 2023 emitidas por la Noaa el mes pasado. Las condiciones de El Niño generalmente ayudan a suprimir la actividad de los huracanes en el Atlántico, mientras que su presencia generalmente favorece una fuerte actividad de huracanes en las cuencas del Pacífico central y oriental.

Las perspectivas estacionales de temperatura y precipitación del Centro de Predicción del Clima seguirán teniendo en cuenta las condiciones actuales y pronosticadas de El Niño. Estos pronósticos estacionales se actualizan mensualmente, con la próxima actualización el 15 de junio. El pronóstico de la temporada de huracanes en el Atlántico se actualizará a principios de agosto.

“Tal como se preveía, la Noaa ha confirmado oficialmente el inicio de El Niño. Esta alza en la temperatura superficial del Pacífico frente a las costas de Ecuador y Perú, altera el clima global. Sus efectos en Chile central se perciben tanto en la temperatura como en las precipitaciones”, indica Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago.