La noticia alarmó a muchos: investigadores chinos encontraron un nuevo candidato para transformarse en una potencial pandemia. Se trata de una nueva cepa del virus de la gripe porcina, que según estos científicos, cuenta con todas las características capaces de causar una futura pandemia, en un estudio que publicaron en la revista científica PNAS.
El virus se llama G4 y desciende genéticamente de la cepa H1N1 que causó una pandemia en 2009: “Tiene todos los rasgos esenciales que muestran una alta adaptabilidad para infectar a los humanos”, resumieron los investigadores chinos.
La investigación incluso mostró que ya el 10% de trabajadores que tienen contacto habitual con cerdos habían sido infectados. Por lo tanto, el virus ya se ha propagado a los humanos, dicen los científicos, pero no hay evidencia de que pueda transmitirse de humano a humano. Ese es precisamente su temor actual.
Algunos de los agentes infecciosos con los que se han originado las últimas pandemias han surgido de lugares tan distintos como África, EE.UU. o China, pero los científicos señalan que otros muchos lugares del mundo podrían desatar una nueva pandemia.
Y muchos de estas crisis sanitarias se produjeron en aves, cerdos, murciélagos, gatos civeta, dromedarios, o incluso, los pangolines.
Se trata de virus zoonóticos que fueron capaces de mutar y saltar de una especie e infectar otra distinta, entre ellas el ser humano y convirtiéndose en un “virus emergente” como el nuevo coronavirus Sars-CoV-2.
Carola Otth, bioquímica, doctora en Ciencias Biológicas y prorrectora de la Universidad Austral, explica que una eventual pandemia depende entre otras cosas, que un virus adquiera la capacidad de replicarse e infectar a una nueva especie, un proceso conocido como “salto de especie”.
Dice que esto ha ocurrido varias veces en la historia de la humanidad y sucede por varias causas asociadas al virus, pero también por la actividad humana. Y lo que ha ocurrido es que este coronavirus ha encontrado un nicho nuevo dónde reproducirse y aumentar de manera importante su población al aumentar su contagiosidad en humanos. Además, este nuevo hospedador tiene una distribución en todo el planeta, con lo que la curva ecológica de crecimiento de este virus ha pasado a ser exponencial.
Por lo mismo, explica que instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o los Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), están siempre vigilando intentando prever la aparición de estos virus. “Históricamente han sido virus con ARN en su genoma, porque ellos son menos estable, tienen más mutaciones en su replicación y esas potenciales mutaciones pueden hacer que se adapten mejor a un nuevo huésped y que prevalezcan aquellos que tengan un mayor nivel de contagiosidad”, dice.
Asia tiene características socioculturales, dice Otth, que hacen que una gran parte de las virus pandémicos hayan surgido allí, pero también hay otros lugares a los que estar observando: Africa y Amazonía entre ellos.
“En general, el incremento de la población mundial, la distribución del ser humano hacia regiones del planeta antes desocupadas (África, Amazonia), cambios en el uso de las tierras como la deforestación y aspectos socioculturales asociados al consumo de animales exóticos son factores importantes que contribuyen al riego permanente de pandemias por virus emergentes”, explica la prorrectora de la Uach.
Estos factores producen aumento del contacto entre las personas, animales domésticos y silvestres, acrecentando el riesgo de transmisión de virus que coexisten e incluso coevolucionan en ecosistemas selváticos donde los murciélagos (que son un vector para más 500 virus), y otros vectores como los mosquitos, adquieren gran relevancia en los mecanismos de transmisión al ser humano, añade Otth.
Aldo Gaggero, director del programa de Virología del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, dice que los seres humanos hemos alterado el ecosistema y con ello, facilitado que este tipo de eventos como zoonosis (enfermedades transmitidas entre los animales y el hombre) y eventuales epidemias y/o pandemias puedan ocurrir. El estrecho contacto entre los animales y el hombre, facilita este tipo de interacciones. En particular, los virus, tienen una plasticidad que les permite variar o mutar y estos cambios les permiten adaptarse a nuevas condiciones que favorecen su propagación en el medioambiente”, indica.
El origen de las próximas pandemias
¿Desde qué especies podrían surgir los nuevos virus pandémicos? “Vamos a estar enfrentados a futuro a distintas formas. Podría venir de las aves migratorias, por ejemplo, si diseminan un virus particular de un continente o hemisferio a otro. Podría venir por la interacción entre el hombre y otros animales como los cerdos, o también como ocurrió en el último brote de ébola, desde un murciélago”, explica Gaggero.
Según el investigador, en algunos países asiáticos se dan ciertas características culturales que hacen que el ser humano conviva mucho más cercanamente con los animales y es, precisamente, esta cercanía lo que facilita que se produzcan estas situaciones. “En Chile compras un pollo en el supermercado, eviscerado y congelado, pero en China lo venden en un mercado y vivo. También serpientes, murciélagos u otro tipo de animales, lo que favorece que esto ocurra”, dice.
Otros virus que deben preocuparnos son aquellos que trasmiten los mosquitos y que también pueden general pandemias en algún momento. “El virus del Nilo Occidental se inicia en África pero por aves migratorias o turistas llegó a otros lugares. Si los mosquitos logran adaptarse a otras zonas como podría ocurrir por el cambio climático, podría también llegar ésta y otras enfermedades que ellos transmite”, señala Otth.
Esta misma adaptación podría hacer que las aves migratorias establezcan nuevas rutas y los virus como la influenza también puedan llegar a otras zonas.