La idea del Ministerio de Bienes Nacionales de apoyar la iniciativa promovida por el comediante Coco Legrand para habilitar el primer Museo del Humor en una casona colonial enclavada en la cima del Cerro Cordillera en Valparaíso finalmente no prosperó.

Pero ahora, el inmueble podría tener un nuevo destino, luego de una propuesta de una dupla de arquitectas, apoyadas por historiadores, políticos y actores culturales, todos los cuales aúnan esfuerzos para materializar en el mediano plazo la recuperación del mismo inmueble de la polémica -ubicado en calle Merlet N°195- la recuperación el desaparecido primer observatorio astronómico de Chile.

Daniela Bustamante, arquitecta y miembro de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, junto con su socia Elisa Gil, dice que "a partir de los planos originales de la casona y con apoyo de imágenes históricas, buscamos recuperar su carácter y sello original". Agrega que existen escasos registros de imágenes del lugar, pero que los óleos e ilustraciones de hace casi dos siglos les permiten corroborar cómo era la apariencia estructural del edificio.

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La propuesta para la reconstrucción del observatorio de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía. FOTO: Oficina de Arquitectura y Diseño Estudio Recoleta[/caption]

Destacando que la primera imagen de referencia utilizada por ellas fue realizada por el afamado pintor alemán Juan Mauricio Rugendas.

Para comprender la trascendencia de la iniciativa, es necesario trasportarse hacia el 1836, época en que el mundo vivía un despertar a los avances tecnológicos derivados del curso trazado por la Revolución Industrial, y donde un joven inmigrante y fabricante de relojes llamado Juan Mouat llegó desde Escocia al puerto de Valparaíso cargado de innovadoras ideas.

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Juan Mouat.[/caption]

Entre sus aportes destaca el impulso que brindó a la construcción de un trazado de ferrocarril de Copiapó a Caldera para agilizar el proceso de traslado de minerales para exportación, destacando su nobleza al acoger la necesidad de Chile por activar la exploración astronómica con instrumentos de precisión, idea promovida en su origen por el intendente de Santiago, Benjamín Vicuña Mackenna, además de Andrés Bello en su calidad de rector de la Universidad de Chile.

"Para la época, Mouat era un hombre acaudalado y de mente privilegiada en el campo de la ciencia y los negocios, siempre explorando nuevas oportunidades. A cuatro años de su llegada a Chile (1840), compró en un remate público un particular terreno que pertenecía al antiguo Castillo San José, una fortificación española que tras sufrir daños irreparables en el terremoto de 1822, fue dada de baja, siendo sus terrenos subdivididos y posteriormente subastados", contextualiza Gastón Fernández abogado y miembro del Consejo de Monumentos Nacionales.

"La casona de Mouat ofrecía una vista ininterrumpida tanto al cosmos y a la bahía, como también, de la antigua plaza del puerto y su muelle –actual plaza Sotomayor-. En el lugar se encontraban los restos de una antigua torre de vigilancia de planta octogonal, entorno en que el relojero escocés decide construir su nueva morada", explica Fernández.

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Estado actual del lugar.[/caption]

De esta forma, la casona colonial se va convirtiendo prodigiosamente en testigo de los muchos emprendimientos de su dueño, y termina por transformarse en verdadero epicentro de la innovación científica del país en el siglo XIX. Así por ejemplo, en la víspera del paso de un cometa en 1843, Mouat instala en su torre de vigilancia el que sería el primer observatorio óptico del hemisferio sur. Admirados por este nuevo establecimiento, los vecinos del puerto bautizan la casa como "El Observatorio".

Alineando voluntades

El pasado viernes 2 de agosto, miembros del Consejo de Monumentos Nacionales, de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía e integrantes de la Subsecretaría del Patrimonio y del Senado, se dieron cita en la Biblioteca Nacional para abordar los alcances de la propuesta de las arquitectas para recuperar la añosa morada y los alcances que pudiera tener recuperar este legado patrimonial en favor de la comunidad.

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La reunión realizada el pasado 2 de agosto en la Biblioteca Nacional.[/caption]

El valor de todo este esfuerzo sostiene Bustamante, es que "por primera vez existen voluntades desde múltiples esferas por recuperar un lugar que busca abrir un espacio que contribuyó a forjar la senda de Chile como potencia astronómica, junto con ofrecer una singular ventana que espera conectar el presente y futuro, mientras en paralelo exploramos ese pasado".

El senador Kenneth Pugh quien además es hijo ilustre de Valparaíso por sus acciones realizadas para proteger y promover el patrimonio, dice que la iniciativa es relevante para Chile, y valora el trabajo realizado por la Sociedad Chilena de Historia y Geografía "por haber comprobado que fue el primer observatorio con telescopio del hemisferio sur, ese dato es un gran hallazgo", y para su materialización visualiza que la iniciativa "tiene que ser un esfuerzo público-privado pero con el apoyo y prioridad dada por las autoridades de la región y el compromiso de los vecinos".

El castillo es actualmente Monumento Histórico Nacional, pero Daniela Bustamante advierte que "no refleja su estatus ni su importancia para el país y el mundo, pues hasta la fecha sólo se demuestra que la historia del primer observatorio astronómico moderno al sur del Ecuador, ha sido olvidado".

Si bien son muchos los edificios antiguos abandonados o la espera de una nueva vida, a pesar de su actual obsolescencia, Valparaíso sigue siendo una ciudad vibrante y con renovado potencial, dice Bustamante. "Si históricamente ha sido la entrada de personas y bienes, no se debe perder de vista que la ciudad puerto conecta a Chile con el mundo y es Patrimonio de la Humanidad, razón por la cual Unesco vigila el actuar de las decisiones que se tomen en Valparaíso sobre su acervo cultural material e inmaterial", agrega la arquitecta desde su despacho en Santiago.