El rebrote, un fenómeno que asusta: Japón, Corea del Sur y Singapur aumentan inesperadamente casos de Covid-19
Después de que la famosa curva de contagios baje, probablemente suba de nuevo. No será algo bueno, pero sí un reflejo de que se han tomado medidas eficientes. ¿Pasará lo mismo en Chile?
Imágenes de abrazos, aunque con mascarillas, se vieron el pasado miércoles en Wuhan, donde finalizaron dos meses y medio de cuarentena. La gente salió a las calles, a celebrar y a trabajar. Sin embargo, en otras zonas de China, ciudades han sido puestas nuevamente en aislamiento, ante el temor de un rebrote.
Ese efecto es lo que se espera casi con seguridad en el país donde todo partió. Así lo informó el doctor Zhang Wenhong, jefe del Comité de Expertos de Covid-19 en Shanghai: “Hay una alta probabilidad de que se produzca una segunda oleada de contagios, es poco probable que la pandemia termine este verano (boreal). Probablemente dure hasta el año que viene”.
Singapur, uno de los países que había logrado revertir sus cifras de contagios, también ha enfrentado un rebrote en las últimas dos semanas, que ya supera los 2 mil contagiados y 7 muertes.
Corea del Sur, otra de las naciones aplaudidas por sus políticas de mitigación, el pasado jueves registró 81 casos más que el día anterior, en una alza que se ha mantenido constante en las últimas semanas. Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de ese país, el fenómeno se debe a a una transmisión entre los profesionales sanitarios y no tanto a casos importados, los cuales ascienden a 741 de un total de 10.237.
Japón sumó 2.079 nuevos casos en la primera semana de abril, casi la misma cantidad que alcanzó en los dos meses precedentes de la pandemia.
¿Es posible que en Chile haya un efecto rebote después de que terminen de aplicarse las actuales medidas? ¿Es inevitable? ¿Es tan grave?
Primero es fundamental entender que las epidemias se acaban en forma natural al exponer a la mayoría de la población a la enfermedad, para generar la llamada inmunidad de rebaño. Las cifras de contagiados y fallecidos en Chile recién están en ascenso. Una curva lo más plana posible es lo que los expertos recomiendan, por una razón práctica y vital: muchos enfermos en poco tiempo colapsan el sistema de salud; la misma cantidad durante más tiempo hace abordable el problema en los hospitales. Aquello pasó en Europa, donde las camas no daban abasto para la cantidad de contagiados con problemas graves, que puede ser Covid-19 u otra enfermedad.
Pero cuando la famosa curva comience a bajar en Chile, el temor natural es que haya un rebrote, un efecto rebote causado por la relajación de las medidas adoptadas o simplemente por desobediencia de la población si esas normas siguen. Si eso pasa, sería grave, una situación preocupante, pues cuando parece que la pandemia va en retirada, más gente se verá afectada y habrá nuevas muertes. Sin embargo, desde el punto de vista epidemiológico, demostrará que se tomaron las medidas adecuadas.
Así lo cree Roberto Olivares, jefe de Infectología de la Clínica Dávila, quien explica que la curva “llega al peak y baja, pero como no se inmunizan todas las personas al mismo tiempo, se da la opción de que se produzca una segunda ola. Si la gente hace cuarentena, le hace el quite, pero sigue estando no inmunizado. Es seguro que si se relajan las medidas de cuarentena se genere una segunda ola, un poco menor. Lo que hay que tratar de hacer es que no se escape la cantidad de casos, para permitir al sistema absorber los casos más graves”.
Explicado de otra forma, si no se hubieran decretado cuarentenas, distanciamiento social y extremas medidas de higiene, la curva hubiera sido muy vertical, casi toda la población se hubiera contagiado, una parte de ella habría muerto, por la incapacidad de tratarlas, y simplemente no habría población sana para alimentar ese rebrote. No habría fenómeno, pero las consecuencias del contagio masivo original serían nefastas.
En cambio, que haya una nueva oleada de enfermos, significa que un porcentaje importante no se había contagiado antes, logrando la anhelada curva plana.
“El número de casos podría volver a subir si la gente vuelve al trabajo, a abrir las tiendas… creer que has vencido al virus es el mayor riesgo”. Son palabras del doctor Mike Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las dijo refiriéndose a China, pero no hoy ni ayer, sino que en febrero: la OMS tenía claro antes de que el virus llegara a Occidente de los pasos a seguir.
Pero todo a su tiempo. En Hong Kong levantaron las medidas antes de lo que se recomendaba, la gente se volvió a confiar y a las tres semanas de levantar el confinamiento tuvieron que reponerlo y con medidas más drásticas. En Japón, Suecia y otros lugares, por ejemplo, los gobiernos solo aconsejaron a la población y también están viviendo un aumento de los casos.
Eso respecto del rebrote en el corto plazo. Si la situación se repetirá en 2021 aún no se sabe, como pasa cada año con la influenza, contra la que hay que vacunarse cada temporada pues se sabe que ese virus muta, una situación que no está claro aún que vaya a ocurrir con el Covid-19.
Oleada extranjera
“China está ahora bajo control y tenemos confianza. Sin embargo, el surgimiento de una segunda oleada de contagios en otros países significará que nos veremos sometidos a una gran presión para prevenir y controlar los casos importados”, declara el doctor Wenhong. “La prevención de casos importados se ha convertido en una tarea clave de prevención y control de la epidemia en China. Debemos frenar con decisión su propagación a través de la frontera”, dijo también a las agencias Wang Jun, funcionario de la Administración General de Aduanas de China.
Otra ola de coronavirus en 2021 no es vista con tanto pesimismo por el doctor Anthony Fauci, del Instituto de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, quien aseguró a CNN que “si tenemos un segundo brote no será malo, porque tendríamos cosas a nuestro favor, como mejores equipos y podríamos manejarlo mejor. Tenemos terapias que se están probando y tal vez una vacuna, y si una persona se contagió en el primer brote, para el segundo tendrán inmunidad”.
El doctor Olivares aconseja: “Después de que se relajen las medidas, la gente tiene que saber que igual tiene que mantener las medidas de distancia social, con mascarilla si hay aglomeraciones, lavarse las manos, usar alcohol gel, o sea, hay que seguir con el manejo de lo que se llama la mitigación. Lo fundamental aquí es testear, testear y testear, para aislar a cualquier positivo para evitar un rebrote muy significativo”.
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