El regreso del puelche: vientos de hasta 70 km/h dejan sin playa a Villarrica

Villarrica, ubicado en la Región de la Araucanía, cada día está más acostumbrado a los fenómenos climáticos. Es testigo habitualmente de precipitaciones, prácticamente durante todo el año, además de fuertes ráfagas de viento.

A eso hay que sumarle que en “su territorio” se encuentra el volcán activo más peligroso del país, el volcán Villarrica, el que constantemente se manifiesta, generando cierto grado de preocupación entre los habitantes de la comuna y el sector.

Pero a este escenario, ahora se agrega una nueva inclemencia climática que afecta al lago Villarrica, siempre sacudido por diferentes fenómenos. En algunas oportunidades se ha visto afectado por la contaminación, mientras que en otras, como la que se describe en esta nota, por un fenómeno característico del lugar.

Un registro fotográfico y de video de la Universidad Católica Campus Villarrica da cuenta de la actual situación del lago, el que se ha visto afectado en los últimos días por el fenómeno conocido como puelche, además de intensas lluvias.

La palabra puelche proviene del mapudungun y refiere a “gente del Este”. En la zona sur, se utiliza la palabra para denominar al viento seco y cálido proveniente desde la pampa de Argentina, que asciende la cordillera y baja a tierras nacionales.

Teresa Toyos, directora de Comunicaciones y Extensión del Campus Villarrica de la U. Católica, tiene su oficina frente al lago, por lo que es testigo presencial de cada alza de su nivel.

Señala que para los habitantes de Villarrica, la palabra puelche es sinónimo de ráfagas de viento esporádicas que fácilmente pueden alcanzar los 70 km/hr. acompañadas de un Sol esplendoroso.

Por lo mismo, “es habitual ver sábanas y frazadas tendidas en los patios para aprovechar el secado y planchado expedito. Algo similar ocurre con la leña, que suele acopiarse en el exterior, y que rápidamente se destapa del plástico que la protege de la lluvia para orearse con mayor rapidez”.

Además, este viento predice el tiempo. “Según la sabiduría popular, si el puelche dura tres días, se pronostican al menos tres días más de sol. Pero si solo sopla durante una jornada, lloverá sí o sí al día siguiente. Antiguamente este pronóstico no fallaba nunca, pero con el cambio climático se ha vuelto más errático”, señala Toyos.

Desde la cosmovisión mapuche, “puel” significa “este”. Al lado argentino se le llama puelmapu, y a las personas mapuche que habitan allá, los mapuche de La Araucanía les dicen puelches, al igual que al viento villarricense. “En el mundo mapuche, el puel es el principal punto de referencia, así como el norte para la cultura occidental. Por esa razón, todas las ceremonias las realizan en esa dirección. Además, desde ahí nace el Sol y el amanecer”, añade.

Respecto al comportamiento del lago con este viento, Toyos explica que se forma un violento oleaje que es todo un espectáculo, con fuertes olas que golpean contra la costanera y mojan a transeúntes curiosos y a los autos que transitan por esta emblemática vía de la ciudad.

Lo ocurrido en esta oportunidad hizo recordar a muchos lo sucedido el año pasado, cuando la playa desapareció por completo. Luego de un sistema frontal intenso, el agua comenzó a subir, hasta “borrar” la playa y arena tan características del lugar.

Diferentes registros en redes sociales y de medios locales, evidenciaron lo descrito. A los que se sumaron una serie de fotografías capturadas por la Universidad Católica de Villarrica. El agua del lago (que totaliza 176 km2) llegó hasta la costanera, ubicada justamente, junto a la playa.

La situación se repitió en otros cuerpos de agua de la zona, como el lago Calafquén (Lican Ray), ubicado 30 km al sur de Villarrica y que tiene una superficie de 120,6 km2. Para bien de la comunidad, la situación se mantuvo bajo control, sin riesgo de que el agua ingresara a la ciudad.

“Hay un sector de la playa que quedó inhabilitada, pero por otro lado, se ha transformado en un lugar a visitar, porque el cambio de paisaje es muy impactante. Históricamente ese lugar, antes de que existiera la costanera, era habitual que se inundara. A mucha gente le ha remitido a esos tiempos de antes, cuando el lago ingresaba a la ciudad”, señalaba en esa oportunidad Andrés Ried, director de investigación UC Villarrica.

Pablo Rojas, biólogo marino e investigador de la Universidad Autónoma, establecía que el aumento considerable del nivel del lago Villarrica, que prácticamente hizo desaparecer la playa, es resultado de una combinación de factores climáticos y geográficos.

“En primer lugar, las fuertes precipitaciones registradas en la zona en los últimos meses han contribuido significativamente al aumento del caudal de los ríos que desembocan en el lago, lo que ha elevado el nivel del agua de manera considerable. Además, la topografía de la región, con ríos que fluyen hacia el lago, hace que este sea especialmente susceptible a variaciones en las precipitaciones. El lago Calafquén ha experimentado una situación parecida debido a condiciones climáticas similares”, indicaba Rojas.

Rojas señalaba que si bien es difícil predecir con certeza la duración exacta de este fenómeno, se espera que el aumento del nivel del lago Villarrica sea principalmente temporario y esté relacionado con las condiciones climáticas actuales.

“Una vez que las precipitaciones disminuyan y los ríos que alimentan el lago reduzcan su caudal, es probable que el nivel del lago vuelva a su estado normal. Sin embargo, es importante monitorear de cerca la situación y considerar el impacto del cambio climático en los patrones de precipitación y caudales de los ríos a largo plazo”, añadía Rojas.

Varios fenómenos climáticos pueden incidir en situaciones como esta, incluyendo el fenómeno de El Niño y el ya mencionado cambio climático, sostenía el investigador. El Niño, que se caracteriza por un calentamiento anómalo de las aguas del Pacífico ecuatorial, puede provocar un aumento en las lluvias en algunas regiones de Chile y, en consecuencia, un aumento del caudal de los ríos que desembocan en los lagos.

Por otro lado, añadía Rojas, el cambio climático está alterando los patrones de precipitación y temperatura en todo el mundo, lo que puede contribuir a eventos climáticos extremos, como lluvias intensas. Es importante destacar que éste puede aumentar la frecuencia e intensidad de estos eventos, lo que hace necesario tomar medidas para adaptarse a sus efectos.