El escritor y codirector de Civic Signs, Eli Pariser, presentó durante la cuarta jornada de Congreso Futuro 2021 sobre los peligros que ha presentado el uso malicioso de las redes sociales durante la última década. A Parisier se le atribuye incorporar el concepto de “burbuja informativa” y las primeras nociones de la proliferación de fake news a través de las plataformas de comunicación y difusión en el mundo digital.
En su exposición, Pariser declaró de entrada que “las plataformas tecnológicas que muchos utilizamos constantemente, ya sea Facebook, YouTube o Twitter, nos han defraudado a nosotros y a la democracia”. Esto, luego de que explicara que las redes sociales han permitido la proliferación de la desinformación, lo que incluso ha remarcado grietas en la democracia.
Sin embargo, Pariser sostuvo que también existen “razones de gran esperanza, debido a que estamos al final de la línea a lo que sabemos sobre el funcionamiento de las plataformas tecnológicas y de lo que podemos esperar de ellas. Y esto abre la posibilidad de algo nuevo”.
Desde que las redes sociales tomaron protagonismo en la forma de comunicar, a principios del milenio, tanto el expositor, como otros analistas y pensadores de este fenómeno han diagnosticado la proliferación de ideas extremistas por plataformas virtuales. Estas son viralizadas y amplificadas, poniendo en riesgo al sistema democrático de muchos países donde la era digital impera.
“Pienso que es un buen momento para alejarnos y preguntarnos ¿qué es lo que queremos para nuestra futura vida digital?; ¿Qué queremos para la vida digital de nuestros hijos y para nuestra democracia?”, cuestiona Pariser en su charla. El expositor afirma que en estos tiempos de incertidumbre, es necesario preguntarse qué queremos que deba pasar con el futuro de las redes digitales, y proponer soluciones para disminuir la inestabilidad social.
Además, el expositor añadió que se han realizado varias investigaciones para comprender cuáles son los daños a la sociedad por la circulación de desinformación, el robo de identidad u otros problemas de invisibilización de grupos marginados por los algoritmos de las redes sociales. “Lo que hacemos con los sistemas tiene mucho que ver con la forma en que los concebimos, con las mismas metáforas que usamos para entenderlos”, afirmó Parisier.
Espacio virtual versus espacio digital
Entonces, planteó el expositor, “¿Cómo diseñamos los espacios digitales de manera que sean más amigables para el público y no sólo para el usuario virtual?” La lección que entregó Pariser es que las plataformas digitales se construyen típicamente para la simplicidad y la replicabilidad y, por lo tanto, no tienen ese sentido de control local que hacen que los espacios públicos físicos sean tan valiosos e importantes para las comunidades. Esto sugiere, según cuenta, que de alguna manera el proyecto de hacer un algoritmo que va a acomodar la vida humana en cientos de sociedades diferentes no es un proyecto de autoafirmación, “y tenemos que pensar de una manera diferente sobre qué tipo de instituciones queremos construir en línea”, enfatizó.
“Así que, tenemos que averiguar cómo construimos espacios digitales públicos constructivos, equitativos y amigables para el público que hagan las mismas cosas que los parques y las bibliotecas en la vida física”, presentó Pariser como una posible solución para mejorar la interacción social entre los usuarios de redes sociales. “Las verdaderas preguntas que debemos hacernos es ¿cuáles son las instituciones que necesitamos para que nuestra futura vida digital valga la pena?, en que la profundidad de la disfunción en nuestras sociedades y en nuestra tecnología puede ser abrumadora” problematizó al final de su charla.
Para responder a esa interrogante, Pariser invitó a la audiencia de Congreso Futuro a “imaginar un mañana mejor, donde podamos pasar a través de esta era de incertidumbre un gran paradigma de cómo queremos vivir juntos en línea”.