Estar embarazada no sólo es sinónimo de felicidad, sino que también de profundos cuidados y miedos. Se teme a cualquier síntoma que pueda resultar extraño, aun cuando se sabe que el cuerpo va transformándose y eso genera molestias.

Los síntomas no se pueden dejar pasar sin ir a un servicio de urgencia son:

Primer trimestre (5- 12 semanas de embarazo):

• Sangrar de color rojo, aunque sea poca cantidad.

• Dolor tipo cólico (como dolor premenstrual o menstrual, que no cede con reposo).

• Presentar molestias urinarias como dolor al orinar, sensación de no vaciar completa la vejiga una vez terminado de orinar, dolor en la espalda a nivel de los riñones, acompañado de fiebre.

Segundo y tercer trimestre (13 - 40 semanas de embarazo)

A los síntomas anteriormente descritos, se pueden sumar otras complicaciones:

• Perder líquido por los genitales con olor a cloro (líquido amniótico). Si no puede controlar la salida, independiente de la cantidad que sea, debe asistir a la urgencia.

• Sentir contracciones uterinas frecuentes: si está cursando el segundo trimestre de embarazo y tiene dos contracciones cada 10 minutos por un periodo de 30 minutos, es un signo de alarma de trabajo de parto prematuro. Lo mismo en el caso de que tenga un embarazo de 37 semanas y presente 3 a 5 contracciones uterinas en 10 minutos por un periodo de 1 hora, es signo de inicio de trabajo de parto.

• Dejar de sentir el movimiento de su hija/o de manera brusca por más de 1 hora o post comida, debe asistir a la urgencia de la maternidad.

• Dolor de cabeza constante acompañado de zumbido en los oídos y/o visión de puntos destellantes, acudir a la urgencia, puede ser un aumento de la presión arterial.

Si bien hay que estar atentos a todos estos síntomas, siempre se debe mantener una comunicación fluida con el gineco-obstetra y con la matrona de cabecera, quien recomendará las mejores acciones a seguir según sea el caso.

* Académica de la carrera de Obstetricia de la U. San Sebastián.