Según Estadísticas Vitales del INE para el año 2017 se contabilizaron 476 embarazos de madres adolescentes de 15 años o menos, una cifra que también ha disminuido. Si se observa el año 2016 fue de 649, en 2015 de 717, lo que en el año 2000 era 1.055.
Un aspecto complejo dentro de la propia complejidad de estas cifras, indican especialistas. Lo que se ve, por ejemplo médicamente, en que las menores de 15 años tienen más riesgos de abortos, embarazos, de muerte perinatal y más riego de morbilidad del bebé.
Pero además, en esas menores "el gran fantasma de esto es que detrás de muchos de los embarazos antes de los 15 años es altamente probable que escondan mucho el tema de violencia sexual", dice René Castro ginecólogo y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Diego Portales.
Un tema que requiere que los profesionales busquen más información para apoyarlas, dice Carolina Pastene ginecóloga de la adolescencia de Clínica Las Condes. "Lamentablemente en la menor de 14 años está camuflado el abuso intradomiciliario", dice, y para el mundo médico aún dar cuenta de abusos en niñas pequeñas no es creíble. "Muchas veces, por ese impacto, no se le comunica a sus padres. Los médicos ven que ir a una charla de abuso no es algo agradable, pero se ve que es una cada cuatro mujeres las que son abusadas, es súper prevalente, los médicos deberían estar informados, porque las pacientes dan pequeños datos para sospechar".
Del mismo modo que es relevante la educación relación a su cuerpo y en las opciones de anticoncepción, recalcando "que no hay método 100 por ciento efectivo", dice Pastene, es necesario que "los médicos de población general estén atentos, porque que no todos los embarazos son consensuados y esperados".
El énfasis, señala Castro, es reforzar que "la vida reproductiva tienen que estar vinculada claramente con la información y la educación que reciben, claramente sigue siendo una deuda el tema del acceso a una educación sexual de mayor calidad y mayor continuidad".