Lisa Martin, de 49 años fue hospitalizada por primera vez en el Hospital Memorial Santilla Heath en Georgia, EE.UU, en septiembre, debido a complicaciones relacionadas al Covid-19. Sin embargo, su situación empeoró, dejándola en un coma inducido por 40 días y tratando de sobrevivir un derrame cerebral en el lóbulo frontal que le generó la enfermedad.

Pero justo en las vísperas de Año Nuevo, y cuando su familia había decidio desconectarla, Lisa volvió a mostrar signos de vida. Por lo mismo, los funcionarios del recinto de salud la bautizaron la “paciente milagrosa”.

“Su increíble viaje incluye 59 días en un ventilador y 40 días de coma inducido”, escribió la institución de salud en una publicación en su página de Facebook el 31 de diciembre, explicando la historia de Martin.

Tildado de milagro por el Memorial Santilla Health, la recuperación de Martin causó sorpresa dentro del equipo médico que, tras un mes en coma y sin alguna mejora evidente, solicitó a su familia que decidiera si la retiraban de la ventilación. Su esposo junto con sus cinco hijos pidieron once días para tomar su decisión final.

No obstante, “en el undécimo día, Lisa se abrió paso por los sedantes, empezó a buscar a su esposo con la mirada y movió su mano”, señaló el comunicado en la red social.

Lisa Martin abandonado el hospital.

Tras esta reacción, fue trasladada a otros dos hospitales para continuar con su cuidado antes de ingresar al recinto donde realizará su rehabilitación.

Revisa en este tuit, el emotivo momento en que la mujer abandona el hopsital.

En una entrevista para First Coast News, Martin explicó que su recuperación incluyó “volver a aprender a caminar, hablar, tragar y comer”. Sumado a esto, la mujer deberá usar oxígeno las 24 horas del día y caminar con un andador o silla de ruedas durante largas distancias mientras esté en rehabilitación.

Jeff Martin, esposo de Lisa, admitió en la revista People que no se estaba “tomando el virus en serio”, hasta que su esposa lo contrajo. “Vi morir a cuatro personas mientras Lisa luchaba”, recordó.

Martin espera que la historia de Lisa “anime y ayude” a otras personas que podrían estar enfrentando dificultades aparentemente insuperables como las que vivió Lisa. “Y lo peor de todo esto es que son cosas simples: simplemente cúbrase la cara, mantenga su espacio y lávese las manos. Es algo tan simple, pero por alguna razón, no podemos internalizarlo”, comentó Martin.