“Durante años, JUUL se dirigió a los jóvenes, incluidos los adolescentes, con su cigarrillo electrónico altamente adictivo. Encendió la chispa y avivó las llamas de una epidemia de vapeo entre nuestros niños, una que se puede ver en cualquier escuela secundaria en Carolina del Norte”, indicó en un comunicado el fiscal general Josh Stein, encargado del caso en contra de la empresa de vapeadores JUUL tras llegar a un acuerdo que los declaraba culpables por fomentar el uso de cigarrillos electrónicos.
La compañía deberá pagarle al estado de Carolina del Norte 40 millones de dólares, y también deberá realizar cambios drásticos en sus estrategias de marketing dirigidos a menores de 30 años.
El estado se convierte en el primero en responsabilizar exitosamente a JUUL por su rol en el crecimiento exponencial de los cigarrillos electrónicos en adolescentes.
Stein explica en la declaración, que esta victoria contribuirá en gran medida para mantener a este tipo de productos fuera del alcance de los niños, evitar que el vapor generado por la combustión de los químicos entre a su organismo y los transforme en adictos. “No hemos terminado, todavía tenemos que cambiar el rumbo de una epidemia de vapeo entre adolescentes que fue producto de la codicia de JUUL. Como su fiscal general, seguiré luchando para evitar que otra generación de jóvenes se vuelva adicta a la nicotina”, agregó.
La investigación de Stein comenzó en 2018, cuando demandó a la compañía en 2019 por presuntamente dirigirse a jóvenes en el diseño, marketing y venta de sus cigarrillos electrónicos, y por tergiversar la potencia y el peligro de la nicotina en sus productos.
En Chile, según la última encuesta del Senda sobre el tópico, el uso de cigarrillos electrónicos aumentó significativamente de 3,6% en 2014 a 6,5% en 2016, lo que constituye un llamado de alerta, según el Ministerio de Salud.
En el mundo, el “vapeo” también va en aumento. De 7 millones de usuarios en 2011 a 35 millones hace un par de años, mientras que las tasas de tabaquismo disminuyen.
En la orden de consentimiento, la empresa asumió una serie de compromisos sobre sus prácticas comerciales dirigidas a adolescentes, entre los que se destacan la eliminación de cualquier forma de marketing dirigido a menores de 21 años, evitar la venta en línea sin una confirmación externa de la edad del comprador, no patrocinar eventos deportivos, conciertos cerca de colegios y no más producción de nuevos sabores sin la autorización de la FDA (Administración de medicamentos y alimentos en Estados Unidos).
En 2019, JUUL decidió suspender la venta de cápsulas de vapeo con sabores frutales ante el aumento de su consume entre adolescentes, dejando solo a la venta los mentolados y el tradicional sabor a tabaco.
El vocero de la compañía, Josh Raffael, indicó en un comunicado rescatado por el medio The Washington Post, que el acuerdo establecido con el estado de Carolina del Norte es coherente con los esfuerzos que han realizado como empresa para reestablecer la confianza entre sus públicos de interés, mientras continúan “combatiendo” el uso de este tipo de cigarros en menores y disminuyendo sus efectos nocivos en los consumidores adultos.
En seis años, la empresa deberá desembolsar la suma de 40 millones de dólares, los que estarán destinados a financiar programas que van en ayuda de personas dependientes de los cigarrillos electrónicos, además de la prevención de su uso e investigaciones sobre sus efectos en el organismo.