Los efectos del cambio climático ya son una realidad. Una prueba de ello son los eventos climáticos extremos alrededor del planeta y que todos los días aparecen como noticia: granizos del tamaño de una pelota de tenis, tornados, lluvias torrenciales, temperaturas extremas.

Un equipo de investigadores de distintas instituciones chilenas y extranjeras, encabezado por Raúl Cordero, académico de la U. de Santiago, analizaron cuatro datos del clima de nueve importantes ciudades de América del Sur con los que pudieron proyectar qué ocurrirá en 30 años más con las olas de calor durante el verano.

Para ello consideraron la duración, frecuencia, amplitud y cantidad de eventos por temporada (meses de diciembre, enero y febrero) además de la proporción de días extremadamente cálidos. El análisis incluyó observaciones y simulaciones de modelos globales y regionales con lo que ha ocurrido desde 1961 a la fecha y lo que podría ocurrir de acuerdo a cinco escenarios posibles, dependiendo de si logramos reducir las emisiones de dióxido de carbono (escenario moderado) o en el peor de los casos, seguimos con el mismo nivel de emisiones que en la actualidad (escenario intenso).

"En las últimas décadas la proporción de días extremadamente cálidos se ha duplicado al menos durante el período de diciembre a enero a febrero en el norte de Sudámerica, mientras que en el sur se han observado también aumentos, pero menos significativos", señala la investigación.

Se espera que los días considerados "extremadamente cálidos" y la cantidad de días de ola de calor aumenten de 5 a 10 veces en lugares cercanos al Ecuador y en el desierto de Atacama. En el resto de Sudamérica también se registrará un incremento pero menos pronunciado.

En la investigación se establece para las nueve ciudades en qué porcentaje aumentará la cantidad de días temperaturas extremas y en cuántos grados podrían aumentar estas temperaturas para el año 2050.

Calor extremo

En el caso específico de Santiago, el estudio señala que si hasta 1990 se registraba un 5% de los días de verano con temperaturas extremadamente cálidas (con temperaturas sobre los 33°C), en un escenario moderado estos eventos se incrementarán el doble (el 10% de los días verano tendrían temperaturas extremas) y hasta tres veces (14%) si no se logran reducir las emisiones de dióxido de carbono. Respecto de las temperaturas, en un escenario moderado el aumento de la temperatura en estos días será de 1,4° y de 2° en el escenario más intenso.

De acuerdo a la investigación, las temperaturas, los días con calor extremo y las olas de calor (al menos tres días seguidos con temperaturas sobre la media) han aumentado en frecuencia y lo seguirán haciendo si no se logra reducir el actual nivel de emisiones de los gases de efecto invernadero.

Ejemplos

Se define como ola de calor, al evento en el que durante al menos tres días consecutivos la temperatura de un lugar determinado está por sobre un nivel que ya se considera alto para la época. Para determinar una ola de calor en cada ciudad se consideran las temperaturas máximas diarias y se extraen de acuerdo a lo que en términos estadísticos se le llama percentil 90 de distribución. Así, de cien 100 registros de temperaturas máximas, ordenadas de mayor a menor, se dividen en grupos de 10 y se toman en cuenta solo aquellas 10 más altas (percentil 90). Las que estén sobre el percentil 90 son consideradas temperaturas altas para un mes y ciudad determinada.

De acuerdo a cálculos realizados por la Dirección Meteorólogica de Chile (DMC) solo en Santiago (Estación Quinta Normal) los eventos de ola de calorhan aumentando sobre todo en los últimos años: si entre el año 1990 y 1999 se registraron 10 eventos de este tipo, entre el 2000 y 2009 llegaron a 22, mientras que en los últimos siete años (2010-2017) ya suman 33.

Para Santiago se considera que 33 grados es una temperatura alta considerada umbral para el mes de enero. Ya el año pasado, se registraron 16 días sobre esa temperatura. De acuerdo a la proyección de este estudio, en el peor escenario, en los próximos 30 años se registrarn tres veces más días con temperaturas extremmas que además, serán al menos unos dos grados celcius por sobre este umbral.

En la investigación también participaron científicos de la U. de Stanford (EE.UU), la U. de Chiba (Japón), la U. de Tarapacá, la U. Técnica Federico Santa María, la U. de Magallanes y la Dirección Meteorológica de Chile.