En busca de la “pastilla mágica” contra el Covid: más de 500 posibles terapias se están estudiando en todo el mundo
Después de 15 meses desde que apareció el virus, los científicos siguen trabajando para encontrar una terapia que sea efectiva. Ya hay 419 de estos tratamientos probándose en humanos.
Antivirales, anticuerpos monoclonales, corticoesteroides, terapias basadas en células, otras basadas en ARN. La lista es larga pero todos tienen un objetivo común: convertirse en un fármaco efectivo que pueda tratar la enfermedad producida por el virus Sars-CoV-2, causante de la pandemia de Covid-19.
A la fecha, en todo el mundo existen 506 drogas terapeúticas que están realizando estudios para dar con una fórmula que permita mejorar a los pacientes o al menos evitar que la enfermedad avance hacia una forma más grave. Según el recuento de Bio Render, de ellas, 87 están en desarrollo pre clínico y 419 ya se están probando en seres humanos, incluidos moléculas completamente nuevas y otros que ya tienen autorización de uso pero para otras enfermedades y ahora se estudian específicamente para Covid.
La tarea es ardua y se trata de una carrera en la que participan investigadores de todo el mundo. ¿La razón? Tras 15 meses desde que se descubrió el nuevo coroanvirus, aún no se cuenta con un tratamiento específico y efectivo para la enfermedad que produce.
El doctor Carlos Pérez, infectólogo Clínica Universidad de los Andes y decano Facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad San Sebastián, dice que hoy no hay ningún tratamiento y por lo mismos, encontrar uno “es un gran desafío, porque para disminuir la mortalidad, es necesario contar con antivirales para las personas que ya están contagiadas”.
El único tratamiento que se ha aprobado es Remdesivir, un medicamento desarrollado por la farmacéutica estadounidense Gilead Sciences, aprobado por Estados Unidos, Brasil, México, Canadá y la Unión Europea, entre otros, pero que fue desaconsejado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a fines del año pasado por que sus resultados no son tan buenos, no hay suficientes pruebas para apoyar su uso y además es caro: cada dosis tiene un valor de US$390 y cada paciente debe recibir en primedio unas seis, es decir, más un millón seiscientos mil pesos.
Este medicamento endovenoso, tiene en realidad un beneficio moderado y no está disponible en Chile, agrega Pérez. “Hay otras moléculas en desarrollo, algunos anticuerpo monoclonales que actúan contra el virus, pero son caros, complejos; anticuerpos como Regeneron que fue el utilizó el ex presidente de Estados Unidos Donald Trump; también se utiliza Tocilizumab, un inmunomudulador”, pero ninguno de ellos es tan efectivo ni se puede utilizar de manera masiva, indica el infectólogo.
¿Cómo funcionan?
Vivian Luchsinger, investigadora del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Universidad de Chile, explica que la misión no es sencilla y toma tiempo. “No es que tarden más que las vacunas, lo que toma más tiempo es demostrar que son eficaces porque además, para demotrasrlo hay que estudiar a un número de personas que esté enferma, darle el medicamento a algunos, a otros no y comparar si se mejoran. Se requieren voluntarios y no sabes si funcionará, entonces hay también problemas éticos en la prueba”, dice.
Un tipo de antiviral son los anticuerpos neutralizantes. La viróloga señala que este tipo de fármacos impiden que el virus infecta a las células uniéndose a la proteína Spike (S) que es la que interacciona con las células. Los anticuerpos neutralizantes bloquean e impiden que la proteína se una al receptor, neutralizando la infección.
Otros antivirales, actúan impidiendo la replicación del virus en etapas diferentes. “Hay otros antivirales que inhiben la replicación viral, ya sea inhibiendo la enzima que copia las hebras de RNA u otras proteínas como la proteasa, bloqueando algún paso de la replicación”, indica Luchsinger.
Las terapias celulares, en cambio, están más enfocadas a la respuesta inmune de cada personas, estimulando, fortaleciento y aumentando la respuesta inmunes que es la que finalmente destruirá al virus.
¿Cuánto falta para contar con un tratamiento? “No es fácil la respuesta. Hay varios factores que influyen en la dificultad de tener antivirales de aplicación clínica.
Por ejemplo, hay antivirales que en cultirvo celular, en el laboratorio, se muestran muy buenos para inhibir la replicación viral, pero otra cosa es que lo pueda hacer en una persona. Hay que ver bien la dosis que se pueden utilizar, que no sean tóxicas. “Además, es muy importante que en el caso de los antivirales que inhiben la replicación viral, éstos deben ser administrados muy precozmente. Si la persona ya tiene síntomas, significa que el virus ya se replicó, entonces ya se llegó tarde”, indica la investigadora del ICBM. Por si fuera poco, los virus que tienen un alto nivel de mutación, con frecuencia generan rápidamente resistencia a los antivirales.
Nicolás Muena, investigador de la Fundación Ciencia & Vida, señala que los antivirales como Remdesivir y Avifavir (Favipiravir), interfieren con la replicación del virus y no puede copiarse. Estos tratamientos, sobre todo tienen ventajas en pacientes que se agravarán o que están hospitalizados para reducir ese tiempo.
“Otros medicamentos son parte de un grupo llamado “fuego amigo”, que es controlar la respuesta inmune que se descontrola en los pacientes que se agravan. En este grupo, los que son prometedores son los corticoesteroides como la dexametasona que está dirigido contra los mecanismos de nuestro sistema inmune, no del virus, disminuyendo la inflamación”, agrega Muena. También están los que están dirigidos a interferir con las respuestas de las citoquinas, estas moléculas de alarma que encienden la respuesta inmune y aumentan la inflamación. Entre estos está el tocilizumab.
Respecto de los anticuerpos monoclonales, Muena menciona que el problema es que están dirigidos a la proteína S y en caso de que ésta cambia, la terapia pierde su eficacia porque ya no tendría la misma afinidad.
“Hoy una de las mejores soluciones sigue siendo las vacunas más que los tratamientos. Si bien cubren necesidades distintas, las vacunas previenen la enfermedad grave y los tratamientos nos permiten ayuda a los pacientes que ya están enfermos, hospitalizados y que podrían necesitar oxigeno suplementario y ventilación. Lo más prometedor hoy día en cuanto a tratamiento, va por la línea de aquellos que reducen la respuesta inflamatoria”, indica Muena.
El investigador de la Fundación Ciencia & Vida, menciona que la ivermectina y la hidroxicloroquina eran medicamentos que parecían exitosos en pruebas de laboratorio y cultivos celulares muestran una alta actividad antiviral, pero al ser utilizados en modelos animales y en humanos, se ve que conseguir las concentraciones efectivas resulta muy tóxico para organismos complejos, lo que se traduce en muchas reacciones adversas.
Promesas y fracasos
Son varios los fármacos y moléculas que se esperan puedan funcionar. A Remdesivir, Regeneron y Tocilizuman (utilizado originalmente como tratamiento en casos de artritis reumatoidea y artritis juvenil) se suman varios otros en estudio.
Favipiravir (también conocido como Avigan) y Molnupiravir, ambos diseñados en su origen para combatir influenza y otros coronavirus, bloquean la capacidad del virus para copiar su material genético y en resultados preliminares han tenido buenos resultados.
Dentro de los estudios con protelína, se encuentra ACE-2 recombinante. Su objetivo es adherirse a la proteína humana ACE-2 que es la misma a la que se adhiere la proteína S (Spike) del virus. Como proteína artificial, este tipo de terapia podría ocupar el lugar del coronavirus alejándolo de las células. Por ahora se ha probado en animales.
En Israel se trabaja en un tratamiento novedoso por su vía de administración: aerosol. Se trata de EXO-CD24 y está siendo investigado por el hospital Ichilov de Tel que moderaría la inflamación causada por Covid-19 y cuyos primero pasos han sido prometedores.
En mayo del año pasado unos pocos pacientes en los que se probó, lograron reducir sus síntomas entre tres y cinco días, 29 de los 30 pacientes analizados se recuperaron de síntomas “moderados o graves” en un plazo de entre tres y cinco días después de su aplicación. No se concen aún estudios científicos que den cuenta de sus avances y la mayor parte de la información que se conoce hasta ahora, ha sido por notas de prensa en medios de este país y declaraciones de sus autoridades políticas. De hecho, el propio primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, lo ha calificarlo de “medicamento milagroso”.
En algún momento de la pandemia, también se utilizaron medicamentos que estaban aprobados para el tratamiento de VIH como Lopinavir y Ritonavir. Se esperaba que también pudieran impedir la capacidad de replicación del virus pero finalmente se descartaron para su uso en pacientes hospitalizados.
Molnupiravir: estudio en Chile
Uno de los medicamentos que se está probando es Molnupiravir del laboratorio MSD. En el estudio de esta posible terapia ya participaron algunos pacientes chilenos y ahora, seis centros nacionales están iniciando la fase tres de la investigación.
Recientemente, esta droga mostró buenos resultados en estudio científico preliminar publicado en Nature por investigadores de la Universidad de Georgia (Atlanta). Se trata de un antiviral (técnicamente MK-4482/EIDD-2801) que es capaz de inhibir el ARN del virus, impidiendo que éste se replique y que se administra por vía oral. De esta manera, podría evitar que los pacientes desarrollen síntomas graves y que transmitan la enfermedad. Según los resultados preliminares, podría ser efectivo en 24 horas tras la administración.
José Luis Montes, director Médico del Área de Virología de MSD Chile, explica que este antiviral suprime la replicación viral a través de generar lo q se conoce como error catastrófico en la replicación del virus Covid-19 y de acuerdo al estudio de fase 2 presentado en marzo, “es capaz de suprimir la carga viral dentro de los 5 días de inicio del tratamiento”.
¿Cómo funciona? Molnupiravir genera errores en la replicación del ARN viral, lo que hace que el virus pierda su capacidad replicativa, infectiva y de transmisión. En esta fase 3, se estudiará en personas no hospitalizadas con infección leve a moderada. La administración temprana, luego del inicio de los síntomas se considera el escenario de mayor utilidad para este medicamento, señala Montes.
La dosis que se probará en esta tercera dase es de una dosis Molnupiravir (800mg) cada 12 horas. En Latinoamérica participan pacientes de Chile, Brasil y Colombia. “De ser positivos los resultados de este estudio Fase 3, se podrían presentar los antecedentes para una Autorización de Uso de Emergencia en los Estados Unidos y otras agencias regulatorias en el segundo semestre del 2021″, adelanta Montes.
El doctor Carlos Pérez, uno de los especialistas que participa en este estudio, dice que este medicamento se debe aplicar en etapas tempranas de la infección para disminuir los riesgos de una enfermedad más seria. En Chile, serán 80 pacientes los que recibirán este medicamento.
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