En busca de un envejecimiento positivo
El Presidente, Gabriel Boric, realizó su primera cuenta pública el pasado 01 de junio. En ella, presentó iniciativas concretas con foco en las personas mayores, usando el concepto de dignidad como hilo conductor. Desde el Legislativo se impulsará un proyecto que promueve el envejecimiento positivo. Asimismo, también se anunció un aumento de recursos para centros diurnos del adulto mayor y la creación de dos nuevos establecimientos de larga estadía (ELEAM) en Tarapacá y Ñuble.
No hay dudas de que estos anuncios son importantes. Sin embargo, no son las únicas iniciativas que impactarán sobre la calidad de vida de las personas mayores. Hay otro conjunto de iniciativas en los ejes enunciados en la cuenta pública que son también relevantes, y que pueden impactar sobre cómo estará preparado el país para enfrentar el acelerado envejecimiento de su población.
Tal es el caso, de la reforma de pensiones que se presentará durante agosto. Actualmente, el debate está focalizado en si los fondos serán administrados por el Estado o por privados; siendo ésta una discusión técnica e ideológica al mismo tiempo. Considerando que el principal problema de las pensiones es su bajo monto, sería deseable que esta discusión aborde cómo la reforma de pensiones impactará sobre la tasa de reemplazo para los pensionados presentes y futuros en nuestro país. El consenso es que las pensiones generan una dramática pérdida de la capacidad económica de los pensionados; por lo tanto, este debiese ser un aspecto principal para discutir.
Los anuncios en Salud, que buscan construir un sistema de salud solidario y que impacte menos sobre la economía de las familias, también debe ser recibido como una buena noticia. Es necesario que en la última etapa del ciclo vital las personas puedan acceder a una salud de calidad, independiente de sus ingresos personales, y que no mine sus limitados recursos, contribuyendo a una peor calidad de vida. Pero también es importante comenzar a definir estrategias de salud que migren hacia una salud preventiva, que puede tener un impacto mayor sobre los recursos que el Estado podría ahorrar en el futuro. Otros países, como Estados Unidos, ya han hecho los cálculos y extender el período de vida en que las personas permanecen sanas, genera ahorros sustantivos en los presupuestos de las naciones.
También el Presidente anunció la creación de un Sistema Nacional de Cuidados, que podrá dar cuenta de la injusta realidad que coloca a las mujeres de nuestro país como responsables primarias de las tareas de cuidado de las personas mayores. Las personas que presentan patologías crónicas, o invalidantes, requieren cuidados laboriosos y muchas veces complejos que se ha demostrado tienen efectos directos sobre las cuidadoras. Es, por lo tanto, de toda justicia, que como sociedad nos preocupemos y cuidemos a quienes nos cuidan, reconociendo este importante y abnegado trabajo.
En consecuencia, el discurso presidencial entregó importantes claves que, de materializarse en proyectos de ley, podrían impactar fuertemente en la calidad de vida de nuestros compatriotas. La promoción del envejecimiento positivo requiere el aporte de muchos y muchas, entre ellos, el Estado, el mundo privado, los legisladores, los profesionales, la academia y la sociedad civil. Solamente con un esfuerzo mancomunado y que convoque a múltiples actores, y que se base en evidencia, se podrá construir paso a paso un sistema de bienestar que entregue dignidad a lo largo de todo el curso vital, con un importante énfasis en las personas mayores.
*Director del Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo (Gero)
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