El cáncer colorrectal o cáncer de colon es la tercera enfermedad maligna más frecuente y representa el 10% de los cánceres diagnosticados en el mundo. Los casos tempranos pueden comenzar como pólipos no cancerosos, que no suelen tener síntomas, pero que pueden ser detectados mediante chequeos y así prevenir la aparición de la enfermedad.
En Chile, un estudio realizado por un equipo multidisciplinario liderado por Susana Mondschein, académica de Ingeniería Industrial de la U. de Chile e investigadora del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), detectó que, en una década, los nuevos pacientes diagnosticados con este cáncer aumentaron un 58,6%, pasando de 2.909 personas con la enfermedad en el año 2009 a 4.615 en 2018.
Y uno de los principales enemigos de esta enfermedad es la metástasis. El 90% de las muertes por cáncer son provocadas por esta diseminación letal de las células tumorales, pero ahora un equipo de científicos entiende mejor cómo se produce este mecanismo, lo que mejorar las expectatias para encontrar nuevos tratamientos para este tipo de cáncer y cualquier en lo que se produce metástasis.
En un estudio publicado en la revista Nature, el grupo de investigadores internacionales, liderado por el biólogo español Eduard Batlle, ha descubierto in fraganti a las células malignas que se desprenden del cáncer de colon, cómo viajan por el torrente sanguíneo e invaden el hígado.
El también profesor de Investigación ICREA en el Institut de Recerca Biomèdica (IRB Barcelona) y jefe de grupo en el CIBER de Cáncer (Ciberonc) explicó al diario El País que con las herramientas tradicionales, estas células malignas eran invisibles hasta ahora.
Pero el equipo ha concebido un nuevo método que es capaz de capturar, gracias a un poro microscópico, metástasis minúsculas, de tan solo tres o cuatro células, para poder estudiarlas.
“Estamos investigando si este tipo de células también existe en otros tumores. De hecho, estas células tienen similitudes genéticas con las del cáncer de páncreas más agresivo”, dijo Batlle al mismo medio.
¿Adiós a las recaídas?
El tratamiento habitual del cáncer de colon y recto es la extirpación de la zona afectada y, posteriormente, quimioterapia para evitar las recaídas. Sin embargo, alrededor del 30-40% de los pacientes con cáncer colorrectal (CCR) sometidos a resección curativa del tumor primario desarrollarán metástasis en los años siguientes, plantea el estudio.
La razón de la invasión de otros órganos se debe a células tumorales residuales que permanecen ocultas, sobre todo en el hígado y en el pulmón, que no son visibles con las técnicas diagnósticas y sobre las que no se había abordado investigación.
Las células identificadas por los científicos, bautizadas células de alta probabilidad de recaída, son las que permanecen escondidas en otros órganos, como el hígado o el pulmón, y generan esos tumores secundarios mortales. El biólogo cree que su descubrimiento tiene el potencial de cambiar el tratamiento de esta enfermedad.
El cáncer, en general, ha dejado de ser una sentencia de muerte. Más de la mitad de los pacientes sobreviven. En algunos tipos de tumores -leucemias, linfomas y mielomas- se consiguen incluso curaciones de apariencia milagrosa, en unas semanas, gracias a la revolución de la inmunoterapia, que utiliza las propias defensas naturales del cuerpo humano para combatir las células cancerosas.
A pesar de que actualmente existen tratamientos que ayudan a eliminar o tratar algunos tipos de tumores (leucemias, linfomas y mielomas), estos no suelen funcionar contra los tipos más frecuentes de cáncer de colon y sus metástasis.
Los estudios del biólogo en ratones, en tanto, sugieren que la inmunoterapia puede ser eficaz si se aplica en el momento adecuado.
“Comprender y evitar el fenómeno de la recaída tras la cirugía es una necesidad médica no resuelta. Después de muchos años investigando el cáncer de colon, hemos dado el primer paso para prevenir metástasis en pacientes que presentan enfermedad localizada”, explicó el Dr. Eduard Batlle en un comunicado.
Ratones curados
El tumor primario, en el colon, forma a su alrededor un microambiente con vasos sanguíneos y un material celular fibroso, que protege a las células cancerosas de las defensas del organismo.
“Las células de alta probabilidad de recaída, sin embargo, llegan desnudas al hígado o a los pulmones, todavía no tienen su microambiente tumoral. Hay una ventana de oportunidad para que sean reconocidas por el sistema inmunitario”, explicó Batlle.
En ratones con tumores localizados, los científicos han inyectado la inmunoterapia estándar, para limpiar las células residuales desprendidas del cáncer, y después han extirpado el tumor primario. “Estos ratones, después de la intervención quirúrgica, están curados. No recaen nunca más”, señaló el biólogo.
Ahora falta demostrar la eficacia de esta estrategia en humanos. De manera independiente y sin conocer la existencia de las células de alta probabilidad de recaída, la oncóloga Myriam Chalabi ya inició en 2017 un ensayo clínico para probar la inmunoterapia preoperatoria en personas con tumores de colon, en el Instituto del Cáncer de Países Bajos.
El trabajo de los investigadores de IRB Barcelona ha confirmado que, eliminar estas células mediante técnicas genéticas es suficiente para prevenir la formación de metástasis, es decir, los ratones que desarrollan cáncer de colon se mantienen libres de enfermedad tras la cirugía del tumor primario, sin sufrir posteriores recaídas.
Nueva Terapia
El equipo de investigadores ha desarrollado una estrategia terapéutica para erradicar la enfermedad residual y prevenir la recurrencia y también ha demostrado que las metástasis incipientes, cuando todavía están ocultas, pueden eliminarse con inmunoterapia antes de llevar a cabo la cirugía del tumor primario.
“La recaída en cáncer de colon es un proceso relativamente rápido en comparación con otros tumores como el de mama, en los que se produce muchísimo más tarde, entre 10 y 20 años. Sin embargo, el cáncer de colon es un tumor que se divide muy rápidamente y estas metástasis aparecen en un intervalo de tiempo muy rápido”, señaló Batlle a EL MUNDO.
Así, el estudio sugiere “una revisión en las pautas clínicas para tratar este tipo de cáncer, porque, en muchos casos, sería recomendable aplicar la inmunoterapia antes de la cirugía. Un tratamiento que ya se ha demostrado eficaz y seguro contra otros tumores y que ha sido capaz de eliminar y prevenir la enfermedad residual en modelos experimentales de ratón”, concluyó Batlle.
La investigación
El cáncer de colon está compuesto por distintos tipos de células tumorales que ejercen funciones diferentes durante la progresión de la enfermedad. Dentro de esa amalgama celular, los investigadores del IRB Barcelona han identificado una población de células a la que han denominado High Relapse Cells (HRC por sus siglas en inglés) o Células de Alta probabilidad de Recaída, que presentan poca actividad proliferativa y no contribuyen al crecimiento del tumor primario.
Sin embargo, grupos de HRCs son capaces de desprenderse del cáncer en el colon, migrar hasta alcanzar el torrente sanguíneo, llegar al hígado y permanecer ocultas durante un tiempo tras la cirugía.
En muestras procedentes de pacientes con cáncer de colon los investigadores han podido constatar la presencia de estas mismas células en los pacientes que tienen un mayor riesgo de recurrencia de la enfermedad después del tratamiento, informan desde el IRB Barcelona.
Batlle explicó que en el momento del diagnóstico y la extirpación del tumor primario “sabemos que hay pacientes que tienen más abundancia de esta población de células metastáticas, y, por tanto, un riesgo más elevado de recaer”.
Pero, “saber qué pacientes tienen más riesgo de recidivas permite también seguirlos mejor y darles un tratamiento más efectivo y más agresivo” añadió.
Cáncer de colon
Cada año se diagnostican en el mundo cerca de dos millones de nuevos casos de cáncer de colon. Es el tercero más frecuente en el mundo, después del de próstata y mama. Es el de tipo digestivo con mayor frecuencia en Chile -superando incluso al de estómago- y su incidencia se ha duplicado en la última década en el país.
María Elena Molina, Cirujana Coloproctóloga Red de Salud UC CHRISTUS, y Presidenta de la Sociedad Chilena de Coloproctología explicó en su columna de opinión que según datos de Globocan - Global Cancer Observatory, perteneciente a la OMS-en 2020 se produjeron 3.150 muertes por este tipo de neoplasias en nuestro país y se detectaron 6.219 nuevos casos, a pesar del retraso en la pesquisa que ha ocasionado la pandemia del Covid-19.
“Pero no hay que dejar que las cifras negativas empañen completamente el panorama. Este es un cáncer prevenible y si es pesquisado a tiempo se puede curar en un 90% de los pacientes” señaló.
Asimismo, recomendó a las personas que tienen antecedentes de un familiar de primer grado (padres o hermanos) con pólipos de colon o cáncer colorrectal, realizarse una colonoscopia a partir de los 40 años o 10 años antes del caso detectado. “Aquí ya no vale el test de sangre oculta en deposiciones como método de screening” dijo.
Además, mantener un peso adecuado, realizar algún tipo de ejercicio o actividad física, tener una alimentación rica en frutas, verduras y granos integrales y baja en carnes rojas y procesadas, no fumar y disminuir el consumo de alcohol, son medidas fundamentales para mantener este cáncer a raya.