Un triste hallazgo hizo un grupo de turistas que se encontraba realizando un paseo en helicóptero al oeste de Islandia.
Y es que mientras sobrevolaban una remota playa en la península de Snaefellsnes se encontraron con los cadáveres de 50 ballenas piloto de alerta larga que habían varado a orillas del mar.
Según señaló el piloto David Schwarzhans, si bien contaron ese número de cetáceos "podrían haber sido más. Algunas ya estaban enterradas en la arena". Además, agregó todas estaban concentradas en el mismo lugar.
De acuerdo a la primera información, las ballenas habrían nadado hasta la costa en algún momento y murieron de deshidratación. En un comportamiento que ya se conoce, en ocasiones las ballenas piloto quedan varadas en grandes números por razones no comprendidas del todo.
En conversación con la radio islandesa RUV, la bióloga marina Edda Elisabet Magnusdottir dijo que la explicación podría ser de carácter social: sus fuertes vínculos podrían haber llevado a unos ejemplares a seguir a otros hasta la orilla.
El año pasado, los lugareños lograron que un gran grupo de ballenas se alejaran de la costa en la parte opuesta de la península.