La desigualdad multidimensional que afecta a las mujeres genera diferencias en su vulnerabilidad y exposición al cambio climático, y un mayor riesgo a sus impactos negativos. En efecto, las mujeres están más expuestas a la inequidad social, económica, política y cultural, lo que limita su capacidad de adaptación a este fenómeno, por lo que los planes y proyectos de adaptación al cambio climático deben contener un enfoque de género y tender a reducir esta brecha.
En Chile se reconoce la necesidad de evaluar la vulnerabilidad de manera diferenciada, y de generar soluciones de adaptación con enfoque de género, así como fomentar el liderazgo de mujeres en los diversos espacios de la sociedad. El país cuenta con instrumentos importantes para gestionar el cambio climático, sin embargo, existe una limitada integración de género en los marcos normativos y las políticas públicas y se requiere avanzar en medidas concretas y en mecanismos para monitorear y evaluar los avances hacia la equidad de género.
Recientemente se construyó el Atlas de Riesgo Climático (ARCLIM), que informa sobre la exposición, vulnerabilidad y riesgo en varios sistemas a nivel comunal, entre ellos, del sector pesca y acuicultura, y que se perfila como una herramienta viva, con mejoras permanentes en el tiempo, que contendrá información desagregada por género, y los indicadores correspondientes de vulnerabilidad y riesgos. También se formó la Mesa de Género y Cambio Climático, instancia de carácter multisectorial, cuya función es asesorar las políticas e instrumentos en la materia, para la incorporación efectiva de género, principalmente a través de la aplicación de la “Lista de chequeo para integrar el enfoque de género en los instrumentos de gestión de cambio climático”.
Actualmente hay unas 23.000 mujeres inscritas en el Registro Pesquero Artesanal de Chile, pero su involucramiento en la cadena de valor del sector es todavía insuficiente.
Mediante el proyecto “Fortalecimiento de la capacidad de adaptación en el sector pesquero y acuícola chileno al cambio climático”, ejecutado por el Ministerio del Medio Ambiente y la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura con apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se identificaron importantes brechas respecto de la aún limitada participación de mujeres en las actividades productivas, su todavía acotado empoderamiento, su baja influencia en la toma de decisiones y su limitado acceso a capacitación e información, lo que las sitúa en una posición secundaria al interior del sector.
En respuesta a esta realidad, el proyecto incluyó un enfoque de género para incrementar el beneficio económico y crear oportunidades tanto para mujeres como para hombres y, a su vez, elevó la presencia de las mujeres en dichas actividades productivas, su asociatividad y su participación en la toma de decisiones. En este contexto, el proyecto favoreció una reducción en la vulnerabilidad de las comunidades costeras involucradas y un aumento en su capacidad de adaptación, con actividades como la capacitación en adaptación al cambio climático para más de 140 pescadores y pescadoras con más del 50% de participación de mujeres, y 349 funcionarios públicos y expertos, con más del 40% de participación de mujeres.
Los valiosos resultados de este proyecto serán recogidos por el “Plan de adaptación al cambio climático para la pesca y acuicultura”, el que se encuentra en su fase de actualización, y que representa una oportunidad clave para la planificación de soluciones futuras de adaptación acordes a las vulnerabilidades diferenciadas de mujeres y hombres. La visión de largo plazo para la adaptación del sector se está construyendo en el marco de la Estrategia Climática de Largo Plazo, en la cual ya se identifica la necesidad de fortalecer la participación, conocimiento y sensibilización de los agentes del sector pesca y acuicultura, y las comunidades pesqueras y acuícolas, junto con la consideración del enfoque de género.
*Subsecretario del Medio Ambiente
**Subsecretaria de Pesca y Acuicultura
***Representante de la FAO en Chile