Este martes, miles de chilenos tendrán su primera oportunidad para ver uno de los fenómenos más importantes de los que se conocen, y al mismo tiempo tener un acercamiento a una de las ciencias más antiguas, como la astronomía. Tal como las fases cambiantes de la Luna, los cometas, auroras boreales o los meteoritos, los eclipses aparecen como una gran oportunidad para que una nueva generación de futuros astrónomos se maraville con los misterios del Universo. Sin embargo, para muchos enseñar sobre este tema puede ser desafiante e intimidante, aunque con un poco de preparación, es posible estimular el interés de los más pequeños.

¿Es tan difícil enseñarle astronomía a un niño? Según Julio Olivares, astrónomo del Instituto Milenio de Astrofísica MAS, no existe una edad determinada para que los niños puedan entender los primeros conceptos relacionados a la astronomía: "Es común que desde pequeños, los niños sientan curiosidad por el Sol, la Luna, la Tierra, las estrellas o los planetas, que pueden ser parte de sus primeros juguetes o dibujos; por ello, explicarles el lugar que ocupamos nosotros en el espacio y estos cuerpos celestes en nuestro diario vivir es la mejor forma de comenzar a hablar del tema".

En relación a las dificultades para explicar aspectos tan abstractos y de cifras enormes como los tamaños y distancias estelares, Olivares señala que "lo importante es encontrar una forma de llevar esos conceptos a algo concreto y con lo que estén familiarizados. Una forma de conseguir esto es haciendo cambios de escala. Por ejemplo, en cuanto a tamaño, si el Sol fuera una pelota de playa, la Tierra sería del porte de una canica y la Luna sería una mostacilla aproximadamente. En cuanto a las distancias, si la Tierra estuviera donde estamos nosotros, el Sol estaría más o menos a una cuadra de distancia, la Luna en cambio estaría a un brazo de distancia aproximadamente".

En cuanto al eclipse, Julio Olivares asegura que "una forma muy simple es con dos pelotas de plumavit y una linterna, una más grande es la Tierra, otra más pequeña la Luna y la linterna representa al Sol. Cuando la pelota de plumavit pequeña se cruza entre la grande y la luz de la linterna, se ve una sombra sobre la pelota grande, esa sería la zona donde ocurre el Eclipse en la Tierra. Ahora, ¿cómo la Luna siendo tan pequeña eclipsa al Sol? eso se responde explicando que el Sol está mucho más lejos que la Luna y que es tanta la distancia, que en el cielo vemos a la Luna y el Sol del mismo tamaño y es por eso que los eclipses pueden ser totales".

Quizá existan muchos padres y madres que con este tipo de eventos, piensen en adquirir un telescopio para despertar la curiosidad de sus hijos por la astronomía. Sin embargo, Julio Olivares piensa distinto: "No es una buena idea darle un telescopio a un niño muy pequeño debido a que un telescopio bueno no será fácil de utilizar y esto puede llevarlo a la frustración y la pérdida de interés. A medida que el niño es más grande puede tener telescopios con un funcionamiento más complejo que aprenderá a utilizar y así podrá ver objetos más variados en el cielo. En mi opinión, es un regalo para niños mayores a 10 años. Para niños pequeños, una opción más económica y con mejores resultados, son los binoculares para ver el cielo; con ellos se pueden ver por ejemplo los cráteres de la Luna, cúmulos de estrellas, entre otros, además son mucho más fáciles de usar y de transportar".

"Una forma simple de interesar a alguien por la astronomía es, por ejemplo, llevarlo fuera de la ciudad en una noche despejada. El cielo en lugares con poca luz se ve impresionante y despierta en los niños curiosidad e interés, se pueden tener charlas muy interesantes, hablando de las estrellas, planetas y nuestra galaxia, mientras contamos estrellas fugaces. Otra forma es llevando a los niños a actividades relacionadas a astronomía. Los planetarios son unas de las más famosas, pero hoy en día el mismo Instituto Milenio de Astrofísica organiza y participa de talleres, noches de observación, fiestas de la ciencia entre muchas otras actividades especiales para los niños, donde pueden aprender de astronomía de forma muy lúdica", enfatiza el astrónomo.

Luis Chavarría, Director del Programa de Astronomía del Conicyt, indica que todo depende de la edad. Los más grandes ya saben que el Sol, la Luna y la Tierra son objetos separados, y una buena forma de mostrar su importancia es, por ejemplo, relacionar al Sol con el crecimiento de las plantas y la Luna con las mareas. Por otro lado, para el tema de las distancias lo más recomendable es hacer analogías y comparaciones tomando en cuenta el tiempo que nos demoramos en ir de la casa al colegio, y expresar esas cantidades en números que ellos puedan comprender. Chavarría apunta a libros como "Bruno y el Big Bang" y "Cazadores de Eclipses", como un buen comienzo. Ambos son para niños, y escritos por astrónomos e investigadores chilenos.

Pequeños astronautas

Pero en la práctica, el acercamiento a la astronomía se puede realizar con éxito incluso desde la primera infancia. Desde 2002, el jardín infantil "Vista Hermosa" en La Serena aprovecha los cielos limpios del Valle del Elqui para inspirar a los niños a que tengan sus primeras experiencias con la astronomía a través de distintos ambientes relacionados a juegos, arte, lectura, la utilización de telescopios y música, aprendiendo conceptos básicos libre y espontáneamente, al mismo tiempo que cumplen con los objetivos propuestos. De hecho, en 2003 la experiencia fue reconocida con el proyecto de intercambio Star Teacher, que llevó a los párvulos al Observatorio del Cerro Tololo para contactarse vía pantallas interactivas y pizarras digitales con otros niños de Hawai, otro sitio conocido por la exploración astronómica.

Para el eclipse de este año, la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) planificó que jardines infantiles ubicados en Coquimbo y la Región Metropolitana realizaran actividades enfocadas en estimular el interés de las niñas y niños de 2 a 4 años con la astronomía. Así, en un planetario móvil con forma de domo existirán actividades, juegos con disfraces y experiencias científicas con luz y sombra, la creación de lentes solares, simulaciones del eclipse y otros, que durarán hasta un día antes del evento de este martes.