Entre cráneos y estrechos túneles: el total abandono de los antiguos fuertes de bahía de Concepción
Utilizados durante la primera mitad del siglo XX para cuidar la costa e impedir el desembarco de tropas enemigas, también sirvieron para defender los intereses económicos del país. Algunos se encuentran en la isla Quiriquina, muchos de los cuales están ocultos y poco se sabe de su existencia.
En total abandono y en muy mal estado se encuentran actualmente los fuertes de la bahía de Concepción. Construídos entre fines del siglo XIX y mediados del XX, estaban diseñados para cuidar la costa, contaban con cañones y otras instalaciones. Muchos están ocultos y hoy poco se sabe de su existencia.
Así lo explica Camilo Barra, ingeniero civil y fotógrafo, quien hizo una reciente expedición urbana, donde recorrió detalladamente los diferentes rincones de los enigmáticos fuertes. A esta práctica se le denomina urbex (urban exploration), la que se realiza en todo el planeta.
Los fuertes de la Bahía de Concepción nacen de la necesidad de resguardar la zona, siendo el segundo puerto más importante del país luego de Valparaíso. En 1886 el presidente Manuel Balmaceda mandó a realizar estudios para la construcción de fortificaciones de artillería en las costas de Valparaíso y Concepción, lo que se transformó finalmente en estas construcciones.
Entre cráneos y estrechos túneles: el total abandono de los antiguos fuertes de bahía de Concepción
En las costas de Concepción se construyeron un total de 13 fuertes, en diferentes períodos: primera etapa comenzó entre 1891 y 1920, la segunda etapa entre 1920 y 1935 y la tercera etapa se llevó a cabo entre1935 y 1972.
Dentro de la primera etapa, Barra señala la existencia de los siguientes fuertes:
- Punta de Parra: Fuerte José de San Martín
- Punta de Parra Bajo: Fuerte Agustín López de Alcázar
- El Morro: Teniente Fuerte Manuel Jordán Valdivieso
- San Vicente: Fuerte José Benavente
- Marinao: Fuerte Manuel Rodríguez
- Punta Larga: Fuerte José Borgoño
- Tumbes: Fuerte Jorge Beauchef
- Isla Quiriquina: Fuerte José Rondizzoni
La segunda etapa incluye fuertes en:
- Isla Quiriquina Norte Oriente: Fuerte Maruri
- Isla Quiriquina Norte Poniente: Fuerte Miller
Mientras que la tercera etapa:
- Tumbes sector Huanquiñirre: Fuerte Crispín Reyes
- Tumbes sector San Vicente: Fuerte O’Higgins
- Tomé: Montecristo
Entre cráneos de animales y estrechos túneles subterráneos
Los mencionados fuertes, tienen conexión con algunos hechos y/o personajes históricos. “Entre 1973 y 1975, la Isla Quiriquina operó como un campo de concentración de prisioneros políticos, se calcula que pasaron cerca de 1.000 personas por ahí. El fuerte Rondizzoni fue convertido en una prisión”, señala Barra.
“Otros fuertes también fueron usados como lugares de detención por parte de la Armada y el Ejército, son los casos del fuerte Borgoño y El Morro”, añade Barra.
Entre el 31 de agosto y el 7 de septiembre de 1931, ocurre un motín protagonizado por un grupo de marinos de la Armada de Chile. Esto impulsado por la rebaja salarial decretada por el gobierno del vicepresidente Manuel Trucco. Esto ocurre en medios de una gran crisis económica y política que sufría el país por la Gran Depresión.
“En este movimiento gremial de marineros se tomaron embarcaciones y reparticiones principalmente en Coquimbo, Valparaíso y Talcahuano. En este último, la llamada ´Escuadra del Sur´ capturó 18 buques y dentro de los edificios capturados estuvieron los fuertes Borgoño, Punta de Parra y El Morro”, indica el investigador.
Para poder recuperar el control de la Armada, hubo disputa militar entre el Ejército y este grupo. Y es en los fuertes que se brindaron algunas batallas, dejando 300 personas fallecidas en los enfrentamientos.
Tropas enemigas: el triste presente de los antiguos fuertes de Concepción
El objetivo provincial de estas fortificaciones navales, era impedir los desembarcos de tropas enemigas, ser una línea de defensa para evitar el avance enemigo a la cercanía del puerto. Hay que considerar que en Talcahuano se encuentra el apostadero naval; la principal base naval del país.
Por otro lado, “en esa época Chile era un gran exportador de salitre al mundo, este último era usado para la producción de fertilizantes y explosivos. Para la operación de las salitreras era necesario carbón, el que provenía de los puertos de Talcahuano, Tomé, San Vicente y Lirquén. Además, en la costa, se embarcaban el 70% de los insumos alimenticios del país. De modo que no solo se cumplía un rol para la defensa naval militar, sino también económico para Chile”, señala Barra.
En la actualidad todos se encuentran en estado de abandono, algunos en sectores públicos como el fuerte El Morro en Talcahuano, hoy convertido en un memorial. Los fuertes Agustín López de Alcázar y San Martin en Punta de Parra, son de libre acceso, siendo hoy parte de rutas de trekking de visitantes.
Otros están ubicados en sitios que pertenecen a la Armada de Chile, por ejemplo, los fuertes Miller, Maruri y Rondizzoni se encuentran en la Isla Quiriquina, donde se emplaza la Escuela de Grumetes, un lugar que no es posible de visitar para quienes no tienen relación con la institución.
Isla Quiriquina: los antiguos y desconocidos fuertes de la bahía de Concepción
Durante el año 2009 mi padre, revela Barra, que era sargento de la Armada en dicha época, “fue trasladado como instructor a la Isla Quirquina. Por esa razón pude recorrer completamente la isla, encontrando los tres fuertes. Los fuertes Miller y Maruri son muy similares entre sí (es exactamente el mismo diseño), y guardan un gran parecido con el fuerte Agustín López de Alcázar”, señala.
El fuerte Rondizzoni es el más impresionante de todos los fuertes que pude visitar, “siendo una construcción subterránea, donde la única manera de desplazarse es agachado. Cuenta con grandes salas de paredes curvas, muy similares a caparazones de tortugas, la finalidad de esta forma era para soportar un posible bombardeo. Las salas curvas están conectadas por estrechos túneles, donde se movilizaba el armamento”, añade.
Hoy los fuertes están siendo ocultados por una frondosa vegetación, ya no existen los senderos que indicaban el camino, y prontamente ya nos serán accesibles.
En una fotografía aparece el cráneo de un ciervo (ver imagen anterior), “esto es en la isla Quiriquina, en el fuerte Miller. En la isla existe una plaga de estos animales, fueron especies introducidas hace varios años atrás, pero se escaparon y reprodujeron, hoy hay cientos de ciervos en los bosques”, finaliza Barra.
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