“Es como transformar un sedán en un auto de carreras”: la innovadora terapia contra el cáncer creada en un laboratorio chileno
El grupo de investigadores logró un sorprendente hallazgo sobre el desarrollo del cáncer de sangre, todo esto para mejorar las células responsables de defender al organismo de mutaciones tumorosas.
Ante la presencia de células tumorales, de agentes extraños creciendo en distintos órganos del cuerpo, nuestro organismo tiene ciertos mecanismos para defenderse de aquello. También existen agente externos que pueden ayudar a reducir la cantidad de células tumorosas ¿pero cómo acelerar este proceso, darle más energía y que así sea más efectivo contra el cáncer? Un grupo de científicos en Chile dice haber dado con un innovador método.
Se trata de una investigación pionera que une la ciencia ficción y la realidad, liderada por científicos chilenos, logró implementar un método innovador para mejorar las células T y CAR-T, los defensores naturales producidos por nuestro cuerpo, y artificiales contra el cáncer, proporcionándoles una supercarga mitocondrial.
Las células CAR-T son células inmunitarias diseñadas que se modifican para expresar receptores que atacan específicamente a las células cancerosas. Esta terapia implica extraer las células T de un paciente, mejorarlas en un laboratorio de grado clínico y reintroducirlas para mejorar las capacidades de lucha contra el cáncer.
“Es como transformar un sedán en un auto de carreras”: la innovadora terapia contra el cáncer creada en un laboratorio chileno
Un equipo dirigido por el científico, Maroun Khoury, director del Centro de excelencia IMPACT de la Universidad de los Andes, descubrió que la transferencia de mitocondrias -los orgánulos productores de energía de las células- desde células madre mesenquimales a células T pueden aumentar significativamente sus tasas de supervivencia y su capacidad para combatir el cáncer.
“Es como transformar un sedán estándar en un coche de carreras. Estas células llamadas ‘Mito-CAR-T’ no sólo consiguen una mayor supervivencia, sino que están equipadas para un rendimiento máximo, lo que les permite ejecutar un ataque más eficiente contra las células cancerosas”, explica el investigador.
El estudio fue recientemente publicado en la revista científica Journal of Translational Medicine, el estudio que se realizó en colaboración con el Instituto Nacional del Cáncer (INCA) de Brasil, destaca cómo esta innovadora técnica de transferencia mitocondrial puede mejorar las células T naturales y diseñadas, allanando el camino para avances en la inmunoterapia contra el cáncer.
“Básicamente, estamos enseñando trucos nuevos a las células viejas. Al aumentar su producción de energía, estamos dando a estas células T una mejor oportunidad de sobrevivir y superar a sus oponentes de cáncer”, afirma Maroun Khoury. Este avance aborda una de las principales limitaciones de la terapia CAR-T: la corta vida útil de las células T modificadas en los pacientes.
La manipulación durante la fabricación puede provocar el agotamiento de las células, lo que reduce su eficacia. Sin embargo, con las tasas de supervivencia optimizadas gracias a las mejoras mitocondriales, estas células inmunitarias modificadas podrían dar lugar a tratamientos contra el cáncer más duraderos y eficaces.
Las terapias basadas en células CAR-T se han transformado en uno de los tratamientos más novedosos y prometedores en la lucha contra el cáncer, incluso en pacientes con estados avanzados de la enfermedad.
Eso sí, el investigador enfatiza que primero es necesario entender cuál es la noción de la inmunoterapia celular y por qué hay que mejorarla. “Nosotros estamos trabajando con una terapia celular, inmunoterapia, porque es a base de células inmune, que ha demostrado ser una herramienta prometedora en la inmunoterapia del cáncer. Es un es un tratamiento que está aprobado desde el 2017 en Estados Unidos y hay más de 50.000 pacientes tratados con este tipo de tratamiento en diferentes cáncer de la sangre”, añade.
Este tratamiento depende de qué tipo de cáncer y el contexto específico que pueda tener cada paciente. En específico, para este caso se sacó sangre del paciente y se aisló un tipo celular, llamado los linfocitos, para luego modificarlos genéticamente. De esa forma, ellos pueden expresar un antígeno que puede reconocer un tipo específico tumoral.
“Es un tratamiento aprobado que se está aplicándose en muchas partes del mundo, no existe en Chile, pero también tiene limitaciones. Una de ellas es su toxicidad, otra es su ineficacia en tumores sólidos, y la tercera es baja persistencia en algunos casos y vida útil de este tratamiento. Y, lo más importante, es un tratamiento que no lo podemos importar de afuera porque requiere la materia prima que es el paciente, sacar su sangre, purificar las células, modificarla, multiplicarla y luego reinyectar”, problematiza Khoury.
¿Qué proyecciones tiene realizar este estudio, entonces? Según agregó el investigador, lo siguiente es probar esta misma estrategia en modelos clínicos, pero también entender de cómo funciona el mecanismo de acción para ver si hay otra herramienta para mejorar el potencial de estas células. “Es decir, hacer más investigación y traer el tratamiento que hoy existe en China, existe en Brasil por ejemplo, pero recién se están haciendo investigaciones académicas allá”.
“A veces uno pinta esto como la panacea, pero hay que entender sobre los efectos adversos de este posible tratamiento, de que sí tienen aspectos de neurotoxicidad, de tormenta citoquímica y también es necesario entender sobre la eficacia”. Según puntualiza Khoury, el éxito de este tratamiento depende del tipo de cáncer, y puede variar de entre un 35% hasta 80%, ya sea por el tipo de cáncer y también por el avance del paciente.
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