En los últimos años, el bienestar infantil en Chile ha sido analizado desde múltiples dimensiones, pero hasta ahora no existía un estudio que examinara la evolución del peso al nacer en un periodo extenso.
Investigadores chilenos desarrollaron la primera investigación que abarca más de tres décadas, con datos de casi 8 millones de nacimientos entre 1990 y 2021. Este trabajo, financiado por ANID y apoyado por el INE, busca comprender cómo el peso al nacer ha cambiado a lo largo del tiempo y su impacto en la salud infantil.
El peso al nacer es un indicador clave del bienestar biológico y está directamente relacionado con la mortalidad infantil y la salud en la adultez. En este contexto, el estudio forma parte de un proyecto más amplio sobre bienestar y desigualdad en Chile, el cual enfatiza que la calidad de vida no puede medirse solo en términos económicos, sino que debe considerar factores como la salud, la nutrición y la educación.
Las comunas donde los niños tienen hasta 20 veces más riesgo de muerte, según su peso al nacer
La dupla de investigadores, Manuel Llorca Jaña, director del Magíster en Historia Económica y Empresarial de la Universidad Adolfo Ibáñez, y Daniel Morales Campos, estudiante de doctorado de la Universidad Pública de Navarra, desarrolló el primer estudio en Chile que analiza la evolución del peso al nacer a lo largo de más de tres décadas, abarcando casi 8 millones de nacimientos entre 1990 y 2021.
Hasta ahora, los estudios previos se habían limitado a periodos más cortos o regiones específicas, sin ofrecer una visión de largo plazo ni considerar desigualdades regionales. “Este estudio llena un vacío en la literatura sobre salud pública en Chile, permitiéndonos comprender mejor los cambios en el bienestar biológico de la población”, señala Llorca.
El peso al nacer es un indicador fundamental de salud infantil, ya que los bebés con menos de 2.500 gramos al nacer tienen hasta 20 veces más probabilidades de fallecer en el primer mes de vida.
En Chile, la prevalencia de bajo peso al nacer disminuyó significativamente desde los años 70 hasta mediados de los 90, pasando del 12% al 5%, lo que contribuyó a reducir la mortalidad infantil. Sin embargo, desde el 2000, el peso promedio ha comenzado a descender nuevamente, lo que ha generado preocupación en la comunidad médica. “Estos datos nos permiten entender mejor qué factores han influido en estos cambios y cómo podemos intervenir para mejorar los resultados de salud materno-infantil”, explica Llorca.
El aumento del peso al nacer entre 1983 y 1994 se debió a una mejora en la nutrición materna y el acceso a alimentos de mayor calidad, como lácteos y carnes, lo que permitió erradicar la desnutrición infantil.
En contraste, la leve disminución observada desde el 2000 podría estar relacionada con el aumento de nacimientos prematuros y el envejecimiento de las madres, factores que afectan el desarrollo fetal. “El incremento de la edad materna y los partos prematuros son tendencias globales que también impactan a Chile”, advierte Llorca Jaña.
A nivel regional, el estudio identifica a Antofagasta como la región con el peor desempeño en términos de peso al nacer, manteniendo consistentemente un promedio más bajo y una mayor prevalencia de bajo peso. Esto se explica por la altitud de algunas de sus comunas, como Calama y San Pedro de Atacama, donde la hipoxia afecta el desarrollo fetal. “No es un problema de nutrición ni de acceso a servicios de salud, sino un fenómeno fisiológico documentado en poblaciones que viven en altura”, detalla el autor principal.
Este estudio no solo entrega una perspectiva histórica sobre el peso al nacer en Chile, sino que también abre la puerta a futuras investigaciones sobre los efectos a largo plazo de estos cambios en la salud de la población. “Comprender estas tendencias es clave para diseñar políticas públicas más efectivas y asegurar el bienestar de las próximas generaciones”, concluye Llorca Jaña.
Estas son las comunas con los niños de menor peso al nacer en el país
El estudio revela que las comunas con los recién nacidos más livianos están ubicadas en zonas de gran altitud. En un análisis de comunas con más de 500 habitantes, Calama, en la provincia de El Loa, encabeza la lista con el menor peso promedio al nacer en los últimos 10 años, seguida por María Elena, San Pedro de Atacama y General Lagos.
El impacto de la altura en el desarrollo fetal ha sido ampliamente estudiado en diversas partes del mundo. A partir de los 2.200 metros sobre el nivel del mar, las condiciones ambientales generan mayores exigencias para la fisiología humana, lo que se traduce en bebés con menor peso y, en muchos casos, menor estatura en la adultez. “Calama no es una comuna de bajos ingresos, pero la altitud influye directamente en el peso de los recién nacidos”, señala el investigador.
Comunas con menor peso promedio al nacer, 2012-2021:
Comunas | Kg promedio al nacer |
---|---|
Calama | 3.138 |
María Elena | 3.144 |
San Pedro de Atacama | 3.174 |
General Lagos | 3.177 |
San Gregorio | 3.201 |
Torres del Paine | 3.215 |
Diego de Almagro | 3.218 |
Rinconada | 3.237 |
Laguna Blanca | 2.924 |
Río Verde | 3.046 |
Fuente: Llorca-Jaña & Morales-Campos (2025).
A pesar de las diferencias observadas entre comunas, el estudio indica que el nivel socioeconómico ya no es un factor determinante en el peso al nacer en Chile. En las últimas décadas, la mejora en la alimentación y el acceso a la salud han garantizado un estado nutricional suficiente para la mayoría de la población. “Hoy, las desigualdades en este ámbito no se originan en los ingresos, sino en otras variables como la edad materna y el acceso a controles prenatales”, comenta el investigador.
Para reducir la prevalencia de bajo peso al nacer en las comunas más afectadas, los expertos sugieren medidas centradas en la salud materna. La clave está en fomentar una alimentación balanceada, monitorear el peso y la evolución del embarazo, y evitar el consumo de sustancias nocivas. “El peso al nacer es un predictor clave de la salud futura, por lo que cualquier esfuerzo en mejorar este indicador tendrá beneficios a largo plazo”, puntualiza Llorca.
Las 10 comunas con mayor prevalencia de bajo peso al nacer, promedio para 2000-2021:
COMUNAS | % entre 2000-2021 |
---|---|
San Pedro de Atacama | 8,7% |
Calama | 8,2% |
Paiguano | 7,8% |
Guaitecas | 7,5% |
Santa María | 7,5% |
Chile Chico | 7,5% |
Diego de Almagro | 7,2% |
Combarbalá | 7,2% |
María Elena | 7,2% |
San Felipe | 7,1% |
Fuente: Llorca-Jaña & Morales-Campos (2025).
Si no se abordan estos factores, la prevalencia de bajo peso al nacer podría tener consecuencias en la mortalidad infantil y en el desarrollo de enfermedades en la adultez. “Chile ha avanzado enormemente en salud maternoinfantil, pero aún hay desafíos pendientes. Es fundamental seguir monitoreando estas diferencias regionales y adaptar las políticas públicas a las particularidades de cada zona”, agrega el investigador.
Malnutrición por exceso y mortalidad infantil
Chile se destaca en América Latina por tener una de las menores prevalencias de bajo peso al nacer, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Entre 2000 y 2020, el país lideró este indicador en la región, superando incluso a naciones con mayor desarrollo. “Chile logró reducir drásticamente el bajo peso al nacer, mientras que países como Guatemala y Honduras presentan tasas que duplican las nuestras”, explica Llorca.
La reducción de la mortalidad infantil en Chile ha sido el resultado de múltiples factores. Desde los años 70, el país avanzó en la universalización del acceso al agua potable y alcantarillado, mejoró la cobertura de salud primaria y llevó a cabo campañas masivas de vacunación. “Se completó una rápida transición nutricional, aumentaron los ingresos medios y se implementaron programas como los de alimentación complementaria de la Junaeb, lo que permitió erradicar la desnutrición en la mayoría del territorio”, destaca Llorca Jaña.
Sin embargo, los desafíos actuales ya no están relacionados con la desnutrición, sino con la malnutrición por exceso. “Hoy enfrentamos altos niveles de obesidad y debemos redoblar esfuerzos para mejorar los hábitos alimenticios, especialmente en mujeres embarazadas”, señala el académico. Asimismo, se recomienda un monitoreo específico en zonas de gran altitud, como Calama y San Pedro de Atacama, donde la altura representa un factor de riesgo adicional para el bajo peso al nacer.
El estudio destaca que, a pesar de la leve tendencia a la baja en el peso al nacer desde la década del 2000, los avances en neonatología han permitido que sobrevivan bebés de menos de 1.500 gramos, algo impensado hace 15 años. “Chile ha modernizado sus unidades de neonatología, lo que ha sido clave para evitar mayores tasas de mortalidad infantil. Hoy, bebés prematuros que antes no habrían sobrevivido tienen mayores posibilidades de desarrollo”, explica Llorca Jaña.
Los resultados de esta investigación también tienen implicancias de largo plazo. Una mejor salud perinatal podría reducir la incidencia de enfermedades crónicas en la adultez, como diabetes y enfermedades cardiovasculares. “El peso al nacer no es solo un indicador de mortalidad infantil, sino de bienestar futuro. Este estudio refuerza la necesidad de políticas públicas que aborden la salud materna y los factores regionales, como la altitud, para garantizar un desarrollo infantil óptimo”, concluye el investigador.