El verano, meteorológicamente hablando se inicia el 1 de diciembre y finaliza el 28 de febrero. Temperaturas cálidas son su principal y normal característica. Pero cada año somos testigos de cómo las temperaturas escapan a lo “normal”. Todo gracias al implacable avance del cambio climático.
Y este verano meteorológico, que partió esta semana, no es la excepción. Entre el sábado 4 y lunes 6 de diciembre, los pronósticos indican que entre las regiones de Valparaíso y El Maule las temperaturas podrían superar los 33° promedio, elevándose incluso hasta 37° en comunas como Curicó, Linares y Parral durante el domingo 5 de diciembre.
¿Qué probabilidad hay de nuevos récords de altas temperaturas? Raúl Cordero, climatólogo de la U. de Santiago e investigador del grupo científico @AntarcticaCL, explica que quizás en la zona sur haya más posibilidad, pero que en la zona central, es poco probable.
En Santiago, un próximo evento en diciembre para que entre en el top cinco de temperaturas máximas, dice Cordero debería superar los 35°. Pero es difícil que suceda. Y todo se debe a la actual presencia del fenómeno de La Niña.
“Hay que recordar que estamos bajo la influencia de La Niña que tiende a moderar las temperaturas máximas en el país. Eso no implica que no haga calor porque el cambio climático empuja las temperaturas al alza, estará sobre lo normal aunque difícil que se rompan récord”, aclara.
La Niña no es tan fuerte en el sur, lo que podría dar altas temperaturas para el verano. “En el sur, por ejemplo, para Osorno la temperatura máxima de esta época debería ser de alrededor de los 20 grados, y para el fin de semana se esperan temperaturas muy por encima de esos valores, hasta 8 grados sobre valores típicos, que son temperaturas muy muy altas, pero están lejos de romper récord”, aclara Cordero.
Termómetros al alza
Si de récord se altas temperaturas se trata, Chile en enero de 2017 vivió una ola de calor, es decir, cuando la temperatura máxima es igual o mayor al percentil 90 durante tres días consecutivos o más, que se extendió entre el jueves 24 y el domingo 27 en Santiago, mientras que en Curicó sumó cinco días consecutivos, entre el miércoles 23 y el domingo 27.
Se alcanzaron temperaturas entre los 40 y 44°C entre la Región del Maule y la Región del Biobío. Registros parte de un verano que posteriormente fue catalogado como el segundo más caluroso en más de 50 años
Los valles interiores fueron los más afectados por esa ola de calor. En valles interiores de la región de Valparaíso incluso algunas estaciones superaron el extraordinario umbral de los 40°C, como 41.7°C en San Felipe.
En la Región Metropolitana, por ejemplo, se registraron 41.9°C en Huechún y 40.1°C. En O’Higgins, se dispararon las temperaturas en Marchigue con 41.2°C y Coltauco con 40° exactos.
En enero de 2019, nuevamente se dieron temperaturas históricas en Santiago y sobre 40°C en diferentes zonas del interior de la Región de Valparaíso y O’Higgins.
El 26 de enero de ese año, en Santiago, la estación Quinta Normal, representativa de la capital, registró 38.3°C. La temperatura más alta, en ese momento, en los 108 años de la estación. Situación que se repitió en Pudahuel, con registros continuos desde 1968, que llegó a 39.3°C, superando la marca anterior de 37.7°C de enero de 2017. En Tobalaba, con registros desde 1967, se llegó a 37.4°C, batiendo el récord de 36.6°C del año 1987.
En diciembre, señala Cordero las temperaturas récord para Santiago han sido de 37.3°C registrada el miércoles 14 de diciembre de 2016. Le sigue el domingo 23 de diciembre de 2019 con 36.7°C. El martes 22 de diciembre de 1998, también está dentro de esos récords con 35.4°C del sábado 26 de diciembre de 2015 y los 35.1°C del domingo 29 de diciembre de 2019.
Los efectos del cambio climático en Chile son notorios. El Informe Anual 2020 de Medio Ambiente por el Instituto Nacional de Estadísticas, reveló que el número total de olas de calor en el país aumentó dramáticamente entre los meses de noviembre a marzo en las temporadas de 2010/2011 y 2019/2020, pasando de pasar de 9 a 62.
El mismo informe detalla que la temperatura máxima absoluta anual más alta en el país aumentó notoriamente entre 2015 y 2019. Se trata de los 41.1ºC registrados por la estación Meteorológica Maquehue, de Temuco, mientras en 2015 la temperatura absoluta anual más alta fue de 36.8 º C y se registró en la estación Pudahuel, de Santiago.
Influencia de La Niña
Los dos últimos dos veranos en Chile han estado marcado por La Niña. Un fenómeno que terminó en abril de 2021 y se inició nuevamente en octubre.
Ese periodo intermedio, explica Cordero fue extremadamente caluroso “el más cálido jamás registrado”. Por eso, si no hubiese vuelto La Niña, explica “nos habríamos enfrentado a un verano extremadamente cálido, no significa que no hará calor, pero gracias a La Niña serán más moderadas”.
Históricamente los récords de temperatura se rompen entre diciembre y enero. Es razonable, indica Cordero, esperar temperaturas altas en estas fechas, “pero este año hemos tenido seis olas de calor todas desde abril a octubre, quizás esta semana sea la séptima del año, que es tres veces más de lo considerado normal hace algunas décadas cuando eran una o dos al año”.
Esos periodos más o menos prolongados excesivamente cálidos, se han vuelto cada vez más frecuentes con el alza sostenida de temperatura de las últimas décadas.
El fenómeno se suele dar dos años seguidos. Es muy poco probable que en verano 2022 y 2023 este presente. Lo que vislumbra un escenario complejo, advierte Cordero: “Con un verano sin La Niña podríamos tener temperaturas extraordinarias, porque el cambio climático no se detiene. El fenómeno del Niño empuja las temperaturas más al alza, vamos a tener eventualmente un verano con El Niño y se verá complejo. Si ya ahora se ven altas con El Niño serán más”.