La soledad es una experiencia humana que muchos experimentan de distintas formas. En la actualidad, no solo se presenta como una experiencia emocional, sino como un problema de salud pública que afecta a individuos de todas las edades.
De acuerdo a un nuevo estudio, la soledad y aislamiento social afecta significativamente más a las personas con obesidad en comparación con las que no son obesas, lo que la destaca como un factor de riesgo de mortalidad.
La gordofobia, o discriminación basada en el peso o la apariencia corporal, puede llevar al estigma y al rechazo social. Las personas obesas pueden enfrentar prejuicios, burlas y discriminación debido a su peso, lo que les hace sentirse marginadas y excluidas. Este estigma social puede dificultar la formación y el mantenimiento de relaciones saludables.
La obesidad es una preocupación global generalizada y en aumento. En los países de altos ingresos, aproximadamente el 30% de la población general se clasifica como obesa, señala el estudio. En 2023, una encuesta realizada por Meta-Gallup, reveló que casi 1 de cada 4 personas en todo el mundo asegura sentirse bastante o muy sola.
Este es el mayor factor de riesgo de muerte en personas con obesidad según estudio
El estudio publicado en JAMA Network Open, analizó el vínculo entre la mejora del aislamiento social y la soledad con el riesgo de mortalidad de casi 400.000 personas con y sin obesidad de una base de datos del BioBank del Reino Unido.
Los resultados mostraron que mejorar el aislamiento social y la soledad redujo el riesgo de mortalidad por todas las causas en un 36% entre los participantes con obesidad y en un 9% en aquellos sin obesidad.
Además, el aislamiento social ocupó un lugar más alto que la soledad, la depresión, la ansiedad, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y los factores de riesgo relacionados con el estilo de vida para estimar el riesgo de mortalidad, señala el estudio.
Los incluidos en la investigación no tenían enfermedades cardiovasculares cuando comenzó la recopilación de datos. Luego, los investigadores realizaron un seguimiento entre marzo de 2006 y noviembre de 2021, según el estudio.
“Hasta la fecha, los factores dietéticos y de estilo de vida son el principal objetivo en la prevención de enfermedades relacionadas con la obesidad”, dijo en un correo electrónico el Dr. Lu Qi, autor principal del estudio a CNN.
“Nuestro estudio destaca la importancia de tener en cuenta la salud social y mental para mejorar la salud de las personas con obesidad”, dijo Qi, profesor y director del Centro de Investigación sobre la Obesidad de la Universidad de Tulane.
El aislamiento social y la soledad pueden estar asociados con patrones alimentarios poco saludables. Las personas que experimentan la soledad a menudo recurren a la comida como una forma de consuelo o distracción emocional. Esto puede llevar a un aumento en el consumo de alimentos altos en calorías, grasas y azúcares, contribuyendo al desarrollo de la obesidad.
El aislamiento social y la soledad también pueden generar estrés crónico, que a su vez puede tener impactos negativos en la salud. El estrés crónico se ha asociado con cambios en los patrones de alimentación y la liberación de hormonas como el cortisol, que pueden contribuir al aumento de peso y a la obesidad.
“La falta de apoyo social puede exacerbar las conductas de riesgo para la salud de las personas con obesidad, incluido el tabaquismo, la inactividad y las dietas poco saludables, y también podría descuidar las conductas de protección de la salud, como el cumplimiento de las recomendaciones médicas”, dijo el Dr. Lokesh Shahani , PhD, profesor asociado de psiquiatría en UTHealth Houston, que no participó en el estudio a Medical News Today
Los expertos coinciden en que una mayor socialización puede motivar a las personas a adoptar comportamientos más saludables. Para ayudar a las personas a mantenerse conectadas, puede resultar útil participar en actividades grupales y pasatiempos que disfrute, reservar tiempo regularmente para hablar con amigos y familiares y ser voluntario en su comunidad.
“Las personas que participan en actividades significativas y productivas que disfrutan con otros tienen un sentido de propósito y tienden a vivir más”, dijo el Dr. Shahani. “Por ejemplo, ayudar a otros a través del voluntariado te ayuda a sentirte menos solo y te permite tener un sentido de misión y propósito en la vida”.
Buscar actividades que puedan ser de interés, desde juegos hasta deportes podrían ser formas de socializar con otras personas y formar conexiones. Algunas recomendaciones son buscar apoyo social, intente conectar con amigos, familiares o compañeros de trabajo. Hacer una llamada telefónica, enviar un mensaje de texto o participar en actividades sociales pueden ser clave para iniciar la comunicación y construir gradualmente relaciones significativas.
Desarrollar habilidades sociales puede mejorar la confianza y facilitar la creación de conexiones significativas. La comunicación efectiva, el manejo del conflicto y la empatía son aspectos importantes a tener en cuenta.
Pero si los sentimientos de aislamiento son abrumadores o persistentes, considere buscar ayuda de un profesional de salud mental. Un terapeuta o consejero pueden brindarle el apoyo necesario para explorar y abordar estos sentimientos.