Washington fue el escenario este viernes 25 de octubre de un momento trascendental para la ciencia y tecnología chilena. En una ceremonia en la sede central de la NASA, la ministra de Ciencia, Aisén Etcheverry, firmó en representación de Chile los Acuerdos Artemis, consolidando al país como parte de uno de los proyectos más ambiciosos de exploración espacial de la actualidad.
La inclusión de Chile en este pacto internacional no se trata solo de un documento simbólico. Es una declaración de intenciones para estar presente en la nueva carrera espacial y formar parte activa de un esfuerzo global que busca regresar a la Luna y, eventualmente, alcanzar Marte. Pero antes de hablar del presente y el futuro, es crucial entender qué son los Acuerdos Artemis y por qué este momento marca un hito clave para la estrategia tecnológica de Chile.
Este es el plan de Chile para ir a la Luna y Marte: el inédito acuerdo del país con la Nasa
Los Acuerdos Artemis, establecidos por la NASA en 2020 junto con otras siete naciones, representan un marco común para garantizar la seguridad, transparencia y sostenibilidad en la exploración espacial. Más de 40 países, incluidos siete de América Latina, ya han suscrito este pacto que establece directrices sobre el uso pacífico del espacio, la protección del patrimonio espacial y la colaboración científica global. Con la firma de este acuerdo, Chile se posiciona no solo como observador, sino como actor en una de las misiones científicas más importantes del siglo XXI.
La ceremonia en la que se formalizó esta adhesión contó con la participación del administrador de la NASA, Bill Nelson, junto a la ministra Etcheverry y el embajador de Chile en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés. La firma se realizó en el emblemático Salón de Asambleas Glennan en la sede de la agencia en Washington.
La ministra Aisén Etcheverry enfatiza la importancia estratégica de la adhesión a los Acuerdos Artemis para el país: “Estamos como gobierno haciendo un gran esfuerzo por el desarrollo tecnológico de Chile y, en ese contexto, esto tiene gran relevancia. Porque si te subes en estos acuerdos, pasas a formar parte de la mesa donde se diseña el proyecto, donde se entrenan especialistas, donde se generan las capacidades tecnológicas. Estar en la mesa en que se va a diseñar ese futuro es clave para la apuesta tecnológica que estamos haciendo como país”.
Chile busca no ser un espectador en esta nueva etapa de exploración espacial, sino un participante activo. Según la ministra, participar en proyectos de gran envergadura como Artemis se alinea con la visión del país de integrarse a los desarrollos tecnológicos de frontera, un enfoque similar al que se está persiguiendo al postular como miembro asociado al CERN en Europa.
Chile posee una combinación única de conocimientos y condiciones naturales que pueden aportar significativamente al programa Artemis y ha sido un espacio muy importante de ensayo y de validación de tecnologías para ecosistemas extremos como son la Luna y los planetas, explicó la ministra. “Chile no solo tiene los territorios, sino que tiene gente que trabaja en ellos, investigadores que los estudian e industrias que operan ahí. Toda la minería chilena opera en estas condiciones y ese conocimiento es de alto valor para Artemis”.
Los desarrollos en disciplinas como astrobiología, geología y mineralogía no solo fortalecen la capacidad científica del país, sino que también posicionan a Chile como un referente para futuras misiones de minería espacial. La posibilidad de extraer minerales en otros cuerpos celestes es fundamental para la construcción y fabricación en el espacio, y Chile, con su liderazgo en minería, tiene mucho que ofrecer en esta área.
“Los viajes al espacio, al igual que la inteligencia artificial, son áreas que se predicen como claves para el futuro porque obligan a un desarrollo tecnológico de punta. (...) Nos permitirá aprender cómo se hace ese camino hacia el espacio y soñar con que Chile también puede llegar allá”, destaca la ministra Etcheverry.
Empresas mineras chilenas ya han sido invitadas a presentar su experiencia en operaciones extremas, lo que sugiere un potencial de colaboración en proyectos futuros en la Luna y más allá. Esta integración no solo fortalecerá las capacidades tecnológicas del país, sino que también abrirá oportunidades para formar profesionales y fomentar alianzas globales.
La firma de los Acuerdos Artemis marca un antes y un después en la historia de la exploración espacial de Chile. No se trata simplemente de participar en misiones científicas, sino de integrarse a un esfuerzo global que definirá las futuras generaciones de tecnología y conocimiento.
Este viernes 25 de octubre, en la sede de la NASA, Chile dio un paso más hacia el espacio, alineando su destino con las estrellas y reafirmando su compromiso con la exploración y la innovación. La firma de estos acuerdos no solo es un símbolo de cooperación internacional, sino también una puerta abierta para que el país participe activamente en la construcción del futuro en otros mundos.
“No nos vamos a colgar ni lo vamos a mirar por internet, sino que seremos parte de ese diálogo de frontera”, concluye la ministra.