Es el segundo cáncer, después de el de mamas, que más muertes provoca a mujeres en Chile. El cáncer de cuello uterino -o cervicouterino- preocupa a la comunidad médica y a las autoridades de Salud. No porque no existan métodos de prevenir y detectar a tiempo esta afección, sino porque aún hay personas que no saben o no se interesan por saber si son candidatas a contraer este mal.

En 2023, un 70% de las mujeres en Chile no se realizó el Papanicolau o PCR para la detección del virus del papiloma humano (VPH), y cerca de un 15% nunca se lo ha realizado. Además, el 80% de todas las personas sexualmente activas que no han sido vacunadas contra el virus VPH en algún momento de su vida. ¿Cómo se puede prevenir este cáncer y aumentar su detección precoz?

Este es el segundo cáncer que más muertes provoca en mujeres jóvenes en el país

Según datos del Departamento de Estadísticas e Información en Salud del Minsal, el cáncer cervicouterino pasó a ser la segunda causa de muerte en la población femenina de entre 20 y 44 años, con más de 600 defunciones anuales.

Según explica la Dra. María José del Río, ginecóloga obstetra y próxima presidenta de la Sociedad Chilena de Ginecología y Obstetricia, las políticas públicas han hecho muchísimos avances en el cáncer cérvicouterino, por ejemplo, con el programa de screening de Papanicolau implementado desde los 90. “Sin embargo, queda tarea por hacer y no podemos quedarnos atrás con los avances en prevención, diagnóstico precoz y tratamiento que tenemos actualmente”, expresa. ¿Cómo es posible aumentar la pesquisa de este virus que puede causar este tipo de cáncer?

La especialista destaca también que el VPH es tan común que alrededor del 80% de todas las personas sexualmente activas que no han sido vacunadas contraen el virus en algún momento de su vida. Una razón para no estigmatizar a las personas que portan el virus.

La doctora Paula Daza, exsubsecretaria de Salud Pública y directora ejecutiva del Centro de Políticas Públicas e Innovación en Salud (CIPS) de la Universidad del Desarrollo, plantea que se han implementado distintas estrategias como país y siguen muriendo dos mujeres al día por cáncer de cuello uterino, según comenta.

“Eso nos obliga a mirar las políticas públicas que tenemos, que han sido varias desde hace décadas, porque vemos que aún estamos lejos de alcanzar la meta que nos pide la Organización Mundial de la Salud que es que el 90% de la población objetivo esté vacunada, que el 70% de las mujeres que tienen que hacerse el tamizaje se hagan el examen y que el 90% de las personas que tienen este cáncer estén en tratamiento”, complementa Daza.

7 de cada 10 mujeres no saben si pueden tener cáncer cervicouterino

En ese contexto, la doctora plantea que debiese reformularse la manera en que se implementan las políticas públicas. “Uno de ellos es el acceso para que las personas puedan hacerse el examen de manera oportuna y fácil. También acercar la vacunación del VPH. Hoy tenemos una buena cobertura en la población objetivo, pero hay que ver qué pasa con aquellas personas que quedaron fuera de la campaña de vacunación”, advierte.

Vacunación contra el VPH en colegios. Foto: Agencia Uno.

Cabe recordar que desde 2015 la vacuna contra el VPH es parte del Plan Nacional de Inmunizaciones del Ministerio de Salud. “Es la estrategia de prevención más efectiva y eficiente que tenemos, pero es fundamental fortalecer las estrategias de vacunación y ver cuáles son aquellas poblaciones en que tenemos que ser más eficientes para vacunar y si vamos a aumentar la cobertura en edades. Creo que ahí el Comité Asesor de Vacunas y Estrategias de Inmunización tiene un rol muy importante para saber cómo vamos a ir avanzando en la población a vacunar”, expresa la exsubsecretaria.

En 2020, la OMS publicó la estrategia mundial para acelerar la eliminación del cáncer del cuello uterino como problema de salud pública y la cual se basa en tres pilares: la prevención a través de la vacunación contra el virus del papiloma humano; la detección y el tratamiento de lesiones precancerosas; y el tratamiento del cáncer de cuello uterino invasivo.

En ese sentido, la doctora del Río expresa que necesario ampliar la vacunación de las mujeres adultas que no pudieron acceder a ella previamente y en poblaciones de riesgo. “Hoy en día hay una brecha económica y de conocimiento importante para que las mujeres que quedaron fuera del programa de vacunación nacional puedan acceder a ella, precisa la ginecóloga.

Además, la experta considera que es relevante también avanzar en el cambio de tamizaje y pasar desde la prueba de Papanicolau (PAP) al test de PCR de VPH, ya que es un complemento junto con la vacuna. A estos exámenes preventivos se sumaría uno más, que recién llegó al país. Bupa Lab hace poco informó la incorporación de una técnica no invasiva para detectar VPH a través de muestras de orina. Todos los exámenes previos se realizan mediante una muestra de hisopado cervical.

VPH. Imagen referencial.

La Dra. Marcela Henríquez, gerente de Bupa Lab, explica que este examen “potenciará la prevención del cáncer cervicouterino en miles de mujeres que han postergado sus controles ginecológicos, mediante una muestra rápida, indolora y que se toma por la misma paciente, lo cual permite resguardar su privacidad”.

Según describen, la detección de VPH en orina es una nueva alternativa no invasiva respecto de los métodos de detección actuales e, incluso, contribuye prevenir muertes por cáncer cervicouterino. Con este examen, la institución médica promete que, si el resultado es negativo, la paciente puede no realizarse el PAP o PCR de VPH en al menos tres años.