El kimchi es un icónico plato de la cocina coreana que ha ganado fama mundial no solo por su sabor explosivo, sino también por sus innumerables beneficios para la salud. Esta fermentación de vegetales, generalmente repollo chino, sazonada con una mezcla única de especias y condimentos, es mucho más que un acompañamiento delicioso: es un “superalimento” cargado de nutrientes y probióticos que promueven la salud digestiva y fortalecen el sistema inmunológico.

Un nuevo estudio reveló que comer hasta tres porciones de kimchi al día podría reducir el riesgo de desarrollar obesidad en hombres. Además, el kimchi de rábano se asocia con una menor prevalencia de obesidad abdominal tanto en hombres como en mujeres, según un nuevo estudio. Los hallazgos fueron publicados en la revista BMJ Open.

Este es el “superalimento” asiático que podría reducir el riesgo de desarrollar obesidad

Los investigadores encuestaron a más de 115 mil coreanos para saber con que frecuencia consumían con ciertos alimentos, calificándolos en nunca hasta tres veces al día. También se midieron la altura, el peso y la circunferencia de la cintura.

Los investigadores de la Universidad Chung Ang, el Centro Nacional del Cáncer de Corea y el Instituto Mundial del Kimchi, descubrieron que los hombres coreanos que consumían más kimchi tenían una prevalencia de obesidad un 11% menor en comparación con menos de 1 porción diaria.

En los hombres, tres o más porciones diarias de baechu kimchi (kimchi de repollo chino) se asociaron con una prevalencia un 10 % menor de obesidad y de obesidad abdominal en comparación con menos de una porción diaria.

En las mujeres, dos a tres porciones diarias de este tipo de kimchi se asoció con una prevalencia un 8% menor de obesidad, mientras que de una a dos porciones se asoció con una prevalencia un 6% menor de obesidad abdominal.

Además, comer cantidades inferiores a la media de kkakdugi kimchi (kimchi de rábano) se asoció con alrededor de un 9% menos de probabilidades de obesidad en ambos sexos.

Comer tres porciones de kimchi al día podría reducir el riesgo de desarrollar obesidad.

Anteriormente, ya se han publicado estudios que respaldan los beneficios para la salud del kimchi. Desde la mejora de la salud cardiovascular hasta la reducción del riesgo de cáncer, el consumo regular de este plato fermentado se ha asociado con una variedad de efectos positivos para la salud.

La clave está en la fermentación. El kimchi se elabora fermentando alimentos, lo que produce bacterias beneficiosas que promueven una flora intestinal saludable. Estas bacterias no solo ayudan a mejorar la digestión y la absorción de nutrientes, sino que también fortalecen el sistema inmunológico, reducen la inflamación y pueden incluso tener efectos positivos en la salud mental.

Además, el kimchi es rico en vitaminas A, B y C, así como en minerales como el calcio, el hierro y el selenio. El kimchi es bajo en calorías y alto en fibra, lo que lo convierte en una opción saludable para quienes están tratando de perder peso o mantener un peso saludable. La fibra presente en el kimchi puede ayudar a aumentar la sensación de saciedad y reducir el apetito, lo que puede llevar a una ingesta calórica total más baja.

Algunos estudios sugieren que existe una conexión entre la salud intestinal y la salud mental, y que los probióticos pueden desempeñar un papel en el bienestar emocional. Consumir kimchi y otros alimentos fermentados puede ayudar a mantener un equilibrio saludable de bacterias intestinales, lo que puede tener efectos positivos en el estado de ánimo y la función cognitiva.

“El kimchi también se está estudiando por su papel potencial en el apoyo a la salud del cerebro y la preservación de la memoria. Su sistema nervioso entérico está ubicado en el intestino, por lo que lo que es bueno para el intestino también lo es para el cerebro. Todo está conectado”, dijo a Healthline Samantha Cassetty, MS, RD, experta en nutrición y bienestar y coautora de Sugar Shock.

Pero no hay que excederse. Los autores señalaron su preocupación por los altos niveles de sodio que contiene el kimchi, y el alto consumo de sal que ya existe en la sociedad. Entonces, si está pensando en agregar kimchi a su dieta, reduzca el consumo de sodio eligiendo alimentos menos procesados, limitando el uso de sal en su cocina, prefiriendo alimentos integrales y especialmente vegetales que contengan potasio, ya que ayuda a contrarrestar los efectos del sodio, señaló Cassetty.

En cuanto a las limitaciones del estudio, los autores reconocieron que es observacional, por lo que no puede establecer la causa y es difícil conocer el impacto específico del kimchi en la pérdida de peso. Además, como solo se encuestó a coreanos, los hallazgos no pueden ser generalizables a poblaciones de otras partes del mundo.

Dónde conseguirlo: el “superalimento” que podría reducir el riesgo de desarrollar obesidad

Aunque el kimchi es una comida coreana típica, cada vez se está popularizado más en el occidente. El kimchi tiene un sabor distintivo y complejo que es difícil de describir con precisión. Para hacerse una idea tiene un sabor fermentado y ligeramente ácido, con un toque de picante y salado.

Voluntarias hacen kimchi. Foto: AP

Como no es un sabor común al que estamos acostumbrados los chilenos puede ser difícil de integrar a las comidas. Si quiere partir de a poco puede probarlo en cualquier restaurante de comida coreana. También puede comprar preparado en las tiendas de productos asiáticos, como en Patronato, o incluso en algunos supermercados. Además, existen cuentas de Instagram que los preparan. Algunas cuentas son: @la_fermentista, @astro.fermentista, @leefood_spa

Sin embargo, algunos prefieren prepararlo en casa, como la tradición coreana. Si tienes ganas de cocinar estos son los pasos:

Ingredientes:

  • 1 repollo chino o napa grande (se consigue en tiendas de productos asiáticos)
  • 1/4 de taza de sal marina
  • 4 tazas de agua
  • 1 zanahoria grande, cortada en tiras finas
  • 4 cebollas verdes, cortadas en trozos de 2-3 pulgadas
  • 4 dientes de ajo, picados
  • 1 trozo de jengibre fresco (de aproximadamente 5 cm), pelado y picado
  • 3 cucharadas de pasta de ají coreano (gochujang, se consigue en tiendas de productos asiáticos)
  • 2 cucharadas de salsa de pescado (opcional, para un sabor más auténtico)
  • 2 cucharadas de azúcar
  • 1 cucharada de harina de arroz (opcional, para espesar la salsa)
  • 1 taza de agua filtrada

Instrucciones:

  • Corta el repollo chino en cuartos a lo largo y retira el corazón. Luego, córtalo en trozos grandes y colócalo en un recipiente grande. Disuelve la sal en agua y viértela sobre el repollo. Deja reposar durante al menos 2 horas, volteando ocasionalmente para asegurarte de que todos los trozos de repollo estén bien salados.
  • Mientras el repollo está en remojo, prepara la pasta de condimentos. En un procesador de alimentos, mezcla los dientes de ajo, el jengibre, la pasta de ají coreano, la salsa de pescado (si la estás usando), el azúcar y la harina de arroz (si la estás usando) hasta obtener una pasta suave.
  • Después de que el repollo haya reposado en salmuera, enjuágalo bien bajo agua fría para eliminar el exceso de sal. Escúrrelo bien y colócalo en un recipiente grande.
  • Agrega las zanahorias, las cebollas verdes y la pasta de condimentos al repollo y mezcla todo bien para que todos los ingredientes estén cubiertos con la pasta de condimentos.
  • Transfiere la mezcla de kimchi a frascos de vidrio limpios y esterilizados, presionando firmemente para eliminar cualquier espacio de aire. Vierte un poco de agua filtrada sobre la parte superior de los frascos para asegurarte de que los ingredientes estén completamente sumergidos.
  • Cubre los frascos con tapas herméticas y déjalos fermentar a temperatura ambiente durante 1-2 días. Después de este tiempo, puedes refrigerar el kimchi para detener el proceso de fermentación y disfrutarlo según tu preferencia de sabor.

¡Y eso es todo! Ahora tienes tu propio kimchi casero listo para disfrutar. Recuerda que el kimchi seguirá fermentando en la nevera, por lo que su sabor se volverá más ácido con el tiempo. Disfrútalo como acompañamiento, en ensaladas, en sándwiches o como ingrediente en tus platos favoritos.