Tener una vida larga y plena es una aspiración común entre las personas. En un mundo donde los avances científicos y tecnológicos están transformando nuestra comprensión del envejecimiento y la salud, la idea de vivir más tiempo se ha arraigado profundamente en la psique colectiva.
El Dr. Michael Roizen, anestesiólogo y director de bienestar de la Clínica Cleveland, tiene 78 años, pero asegura que su “edad biológica” es 20 años menos, lo que significa que su organismo es el de una persona de 57 años. A continuación reveló los 4 principios de la dieta de la longevidad que, según él, lo han mantenido joven.
Este médico tiene 78 años pero dice que ha invertido su edad en 20 años siguiendo estos 4 principios en su dieta
Cuando se habla de la edad, es usual que lo primero que se venga a la mente sea la cantidad de tiempo que una persona tiene de vida. Sin embargo, pese a que hay individuos que pueden tener una misma edad, es común que algunos aparenten tener más o menos años que otros. Dicho fenómeno está relacionado con lo que los científicos llaman “edad biológica”.
La edad biológica, a diferencia de la edad cronológica, se refiere a la condición biológica y funcional del cuerpo y sus sistemas. Esta edad refleja el estado real de salud y funcionamiento del organismo, en lugar del simple paso del tiempo. Mientras que la edad cronológica se calcula simplemente contando los años desde el nacimiento de una persona, la edad biológica se refiere a la edad que realmente parece tener el organismo en función de diversos factores, como genética, estilo de vida, salud mental, medio ambiente y condiciones médicas.
El Dr. Roizen desarrolló un instituto de bienestar en la Clínica Cleveland que ofrece a los empleados incentivos financieros para que implementen cambios de estilo de vida saludables. El programa ha permitido a la clínica ahorrar hasta 200 millones de dólares al año en los costos de atención médica de 101.000 pacientes empleados desde 2008, según explicó Roizen a Business Insider (BI), y ha servido de base para sus iniciativas de investigación sobre el envejecimiento saludable.
Para mantenerse joven el Dr. Roizen utiliza estos 4 principios, los mismos que desarrolló para la clínica:
1. Siga la dieta mediterránea
La dieta mediterránea es un plan de alimentación inspirado en la cocina tradicional de Grecia, Italia y otros países que bordean el mar Mediterráneo. Si bien esta dieta está basada principalmente en plantas, también incluye otros alimentos de origen animal.
Se ha posicionado por seis años consecutivos como la mejor dieta general a seguir, según la clasificación anual de dietas de US News and World Report y numerosos estudios la han considerado como una de las formas más saludables de comer, ya que puede prevenir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, retrasar el Parkinson, reducir el riesgo de diabetes, la hipercolesterolemia, la demencia y el deterioro cognitivo y los riesgos en el embarazo.
La Fuente de Nutrición de Harvard explica que cada plato se centra en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y semillas, con algunos frutos secos y énfasis en el aceite de oliva extra virgen, un tipo de grasa monoinsaturada calificada como buena.
Las proteínas animales se comen en cantidades más pequeñas y la preferida es el pescado y marisco, principalmente la trucha y el salmón, que contienen vitamina D y ácidos grasos omega-3. Su consumo, de al menos dos veces por semana, también incluye proteínas animales de ave, huevos y productos lácteos como el queso o yogurt, aunque estos últimos en porciones más pequeñas. La carne roja se limita a unas pocas veces al mes.
2. Coma una comida grande en el almuerzo
Comer una comida grande al almuerzo y poco en la cena tiene varios beneficios para la salud y el bienestar general. Primero, mejora la digestión, ya que durante el día, especialmente a la hora del almuerzo, el metabolismo está más activo, lo que facilita una digestión y absorción más eficiente de los nutrientes. Comer menos en la cena puede reducir la probabilidad de problemas digestivos, como la acidez estomacal y el reflujo, que pueden ocurrir si se come en exceso antes de acostarse.
Roizen come su comida más abundante en el almuerzo y come “muy poco” en la cena, generalmente solo una ensalada. No puede dormir bien después de una comida pesada y luego se siente “mucho peor al día siguiente”.
Además, comer una comida grande al almuerzo y menos en la cena puede ayudar a reducir la acumulación de grasa, ya que el cuerpo tiene más tiempo para quemar las calorías consumidas durante el día.
Un estudio realizado en 2024 por investigadores de la Universidad de Alagoas, Brasil, descubrió que consumir la mayoría de las calorías en el almuerzo podría ayudar a prevenir y tratar la obesidad, independientemente de la calidad de la dieta del participante. Comer de esta manera puede alinearse mejor con los ritmos naturales del cuerpo, sugirió el equipo, señaló BI.
3. Restringe calorías cinco días al mes
Roizen dijo que sigue la dieta de la longevidad de Valter Longo, una forma de alimentación basada en la investigación que, si se sigue correctamente puede entregar algunos años más, incluso, sobre los 100 años, según Longo.
El Dr. lleva siete años siguiendo la dieta, que consiste en restringir las calorías cinco días al mes para imitar los efectos del ayuno. Para seguir la dieta debe comenzar con una dieta vegana estricta y limitar las calorías entre 800 y 1.100 el primer día, luego se reducen a unas 700 calorías entre el segundo y el quinto día. Al comer de esta manera, su cuerpo se engaña haciéndole creer que está ayunando.
Luego de ese periodo de cinco días de ayuno se debe comer dentro de un rango de 12 horas por día, es decir, si la primera comida fue a las 7 a.m la última será a las 7 p.m. Así que dile adiós al bajón de medianoche.
Un estudio de 2024 realizado por el equipo de Longo en la USC descubrió que los participantes que seguían la dieta que imitaba el ayuno tenían una edad biológica menor en un promedio de dos años y medio después de tres meses de dieta.
4. Comer en una ventana de ocho horas
Roizen practica el ayuno intermitente comiendo entre las 11 am y las 7 pm cada día. Al limitar el período de tiempo en el que se puede comer, es probable que se reduzca la ingesta calórica total y aumentar la quema de grasas porque durante el ayuno, el cuerpo puede recurrir a las reservas de grasa para obtener energía.
El Dr. dijo que si bien los datos sobre el impacto del ayuno intermitente en la longevidad son mucho menos sólidos que los datos sobre el ayuno con restricción calórica, dijo que le gusta cómo se siente. “Al final de ese período de 16 horas, me siento muy bien y con mucha energía. Duermo mucho mejor y también parece que tengo mucha más energía”, afirmó.
Sin embargo, la evidencia sobre el ayuno intermitente es mixta y, aunque muchos estudios sugieren beneficios, otros no encuentran efectos significativos o incluso reportan posibles riesgos. Un estudio controvertido publicado a principios de este año sugirió que en realidad podría acortar la esperanza de vida de una persona, y otros han sugerido que no tiene ningún beneficio para nuestra salud.
Es importante considerar que la respuesta al ayuno intermitente puede ser altamente individualizada y que lo que funciona para una persona puede no ser adecuado para otra. Consultar a un profesional de la salud antes de comenzar cualquier régimen de ayuno es crucial para asegurarse de que sea seguro y adecuado para tus necesidades específicas.