Estevia, sacarina, eritritol: ¿Cuáles son los endulzantes más peligrosos?
Una investigación determinó las consecuencias que puede tener para la salud un tipo muy popular de edulcorante. Esta es la evidencia científica sobre el uso de estas sustancias.
Llevan décadas en la mesa de los hogares chilenos. Los endulzantes, en sus múltiples presentaciones, han sido una respuesta a reemplazar el consumo de azúcar en alimentos, sin perder el gusto por las cosas dulces. Sin embargo, un exceso de su consumo está asociado a múltiples complicaciones médicas que cada día se estudian y descubren.
Recientemente, investigadores de la Clínica Cleveland realizaron un estudio a más de 4.000 personas en EE.UU. y Europa para obtener más información sobre los efectos del eritritol, uno de los edulcorantes artificiales más popular del último tiempo. La investigación fue recientemente publicada en Nature Medicine.
Del estudio se pudo concluir que los participantes con niveles más altos de eritritol en la sangre tenían un riesgo elevado de experimentar un evento adverso importante, como un ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular o la muerte. Además, examinaron los efectos de agregar eritritol en la sangre y descubrieron que facilitaba la activación de las plaquetas y la formación de coágulos.
“Nuestro estudio muestra que cuando los participantes consumieron una bebida endulzada artificialmente con una cantidad de eritritol que se encuentra en muchos alimentos procesados, se observaron niveles marcadamente elevados en la sangre durante días, niveles muy por encima de los observados para aumentar los riesgos de coagulación”, explicó a Reuters el autor principal, el Dr. Stanley Hazen. “Es importante que se realicen más estudios de seguridad para examinar los efectos a largo plazo de los edulcorantes artificiales en general, y del eritritol específicamente, sobre los riesgos de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular, particularmente en personas con mayor riesgo de enfermedad cardiovascular”.
“Los edulcorantes como el eritritol han aumentado rápidamente en popularidad en los últimos años, pero es necesario realizar una investigación más profunda sobre sus efectos a largo plazo”, añadió Hazen. Además, agregó que la enfermedad cardiovascular “se acumula con el tiempo, y la enfermedad cardíaca es la principal causa de muerte en todo el mundo. Necesitamos asegurarnos de que los alimentos que comemos no sean contribuyentes ocultos”.
Los peligros de los endulzantes
Si bien, estudios anteriores relacionan el uso excesivo de endulzantes con la aparición de algunos tipos de cáncer y de un debilitamiento inmunitario, expertas en nutrición ponen paños fríos a la recién publicada investigación. La nutricionista de la red UC-Christus, Teresa Núñez, explica que del estudio lo realizaron aplicando 50 gramos de endulzante en las personas, “que es una cantidad bastante alta. Si uno no sabe que las cantidades recomendadas de los endulzantes, obviamente puede producir alteraciones si se aplican en altas dosis”.
No se puede extrapolar toda la información de este estudio en todas las personas. Así también lo afirma la nutricionista de Clínica Dávila Vespucio, Paulina Mella. La especialista comenta que este estudio además se realizó en personas más riesgosas, ya sea porque presentaban antecedentes cardiovasculares o diabetes. “Se debe estudiar más si este análisis es para todas las personas o solo para quienes tienen un mayor riesgo asociado a enfermedades cardiovasculares”, agrega. De hecho, en la misma publicación se sugiere que se debe seguir profundizando para saber más sobre los potenciales peligros de este tipo de edulcorante.
Además, la relación entre este endulzante y la aparición de riesgos cardiovasculares se debió a que en las células donde aplicaron altas dosis de eritritol se observó una alteración en la formación de las plaquetas. Esto se traduce en un mayor riesgo cardiovascular, si se extrapola a pacientes vivos.
“El mayor problema también es que el eritritol está en alimentos naturales, en fermentados como el vino, el queso, la cerveza, y también está en la uva. Eso suma a que no sabemos si este estudio consideró que las personas tenían algún consumo de estos alimentos. No se pudo diferenciar si el eritritol fue por consumo o por las dosis administradas. Además, el ser humano produce pequeñas dosis de eritritol cuando se está en un estado de estrés oxidativo”, argumenta Núñez.
Junto a eso, la especialista agrega que las personas con riesgo cardiovascular ya están en un proceso de estrés oxidativo. Entonces, se vuelve difícil saber si el eritritol encontrado en el organismo corresponde al consumido en el experimento o al producido internamente.
Otros endulzantes y sus particularidades
En Chile el uso de endulzante lleva varias décadas, con innovaciones y versiones que apuntan ser menos nocivas para el organismo. Desde la sacarina en adelante se han estudiado cuáles son sus beneficios, defectos y factores que influyen en el sabor y en la forma de endulzar un té, un postre o cualquier alimento dulce.
Teresa Núñez explica que en general, los endulzantes más antiguos generan alteraciones en las familias de las bacterias intestinales. “Las bacterias se alimentan de los gases de fermentación de las fibras que uno come. Entonces, al consumir estos productos hay una alteración en estas bacterias. Hay una asociación de malestar gastrointestinal y el consumo de endulzantes”.
El eritritol, que también está presente de forma natural en peras, manzanas, en el vino y los champiñones, es un polio. Este compuesto produce generalmente molestias gastrointestinales. “Es por eso que una de las indicaciones del eritritol es que no se usa en personas que tienen molestias intestinales”, afirma la nutricionista.
Para pacientes más sensibles al azúcar, como en el caso de diabéticos, es necesario precisar que ninguno de los endulzantes artificiales tienen un impacto glicémico. Eso sí, “el problema es que uno quiere que las personas se desacostumbren a usar un sabor dulce potente en su boca. Esto produce un umbral, una forma de acostumbrarse a cierto dulzor. Con las personas diabéticas se busca que se desacostumbren del sabor dulce para así apreciar los sabores de los alimentos”, asevera Núñez.
En el caso de endulzantes más “naturales”, como el caso de la estevia, es necesario precisar que no es tan natural como se cree. Lo más natural sería consumir la hoja de la planta. “El problema que tiene este estado natural es que posee un retrogusto amargo. Muchas veces se usa una preparación donde se mezcla la estevia con alulosa, agave u otros endulzantes para quitar ese retrogusto amargo”, detalla la especialista.
Tanto Núñez como Mella concluyen que se debe estudiar más para determinar algún potencial peligro del uso de endulzantes. Ya sea en cantidades recomendadas o en exceso. Sin embargo, Núñez concluye que “ningún edulcorante a largo plazo es bueno”.
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