Se le ha atribuido al coronavirus la particularidad de ser impredecible en los efectos que puede provocar en las personas. Si bien ya se conocen algunos síntomas comunes, y se han registrado parte de las consecuencias que la enfermedad puede provocar posterior a la infección, todavía es un misterio cómo reaccionará el infectado al contraer la enfermedad.
Ahora, los científicos están estudiando nuevas e innovadoras formas de identificar a los pacientes que podrían sufrir casos graves de Covid antes de que sus síntomas se agraven.
Un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis ha descubierto una forma sencilla de predecir qué pacientes hospitalizados sufrirán complicaciones o la muerte. Mediante un análisis rápido de sangre que mide el ADN mitocondrial, los investigadores pudieron detectar pacientes que luego enfrentarían los casos Covid más graves en un grupo de 100 personas hospitalizadas.
“Uno de los aspectos más desconcertantes de la pandemia de Covid-19 es la incapacidad de los médicos para predecir qué pacientes recién hospitalizados desarrollarán una enfermedad grave, incluidas las complicaciones que requieren la inserción de un tubo de respiración, diálisis renal u otros cuidados intensivos”, explicó el estudio.
Si bien el conocimiento del historial médico, la edad y otros factores de riesgo puede ayudar a predecir los resultados en un sentido general, los investigadores señalan que han existido muchos casos en los que pacientes aparentemente de “bajo riesgo” han sufrido infecciones graves o la muerte, y creen que analizando el ADN mitocondrial podrán dar respuestas a estos hechos sin aparente explicación.
El equipo investigador encontró que los niveles de ADN mitocondrial aumentaron diez veces más en pacientes con coronavirus que desarrollaron una disfunción pulmonar severa o que murieron más tarde. Estas personas tenían “casi seis veces más probabilidades de ser intubados, tres veces más probabilidades de ser admitidos en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), y casi el doble de probabilidades de morir en comparación con aquellos pacientes que presentaban niveles más bajos”, afirmó el estudio.
El doctor Andrew E. Gelman, profesor de inmunología y coautor principal del documento mencionó que el ADN mitocondrial que se derrama de las células al torrente sanguíneo es una señal que se está produciendo un tipo particular de muerte celular violenta en el cuerpo, manifestando que el estudio “sugiere que el daño tisular puede ser una de las causas de esta espiral, ya que el ADN mitocondrial que se libera es en sí mismo una molécula inflamatoria”, señaló Gelman.
Aunque los resultados son prometedores, los investigadores comentaron que todavía hay muchas cosas que no se esclarecen de esta enfermedad, y que es necesaria más investigaciones de este tipo en grupos muestrales de mayor tamaño para confirmar la tendencia que arrojó el estudio, para posiblemente ocuparlo en las salas de emergencia de los hospitales para salvar vidas.