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Esto puede hacer que el tiempo frente a la pantalla sea bueno para los niños

Utilizados con moderación, ciertos tipos de medios pueden tener beneficios educativos y sociales para los niños, e incluso contribuir al desarrollo del lenguaje.

Estos consejos pueden hacer que el tiempo frente a la pantalla sea bueno para los niños.

El tiempo frente a la pantalla impregna la vida de los niños pequeños y en edad preescolar. Para muchos niños pequeños, su exposición incluye tanto la visualización directa, como ver un programa de televisión, como la visualización indirecta, como cuando los medios de comunicación están encendidos de fondo durante otras actividades diarias.

Como muchos padres sabrán, las investigaciones apuntan a varios efectos negativos del tiempo frente a la pantalla. Como académicos que se especializan en patología del habla y desarrollo de la primera infancia, estamos particularmente interesados en el hallazgo reciente de que pasar demasiado tiempo frente a la pantalla se asocia con menos conversación entre padres e hijos, como menos turnos de conversación entre padres e hijos.

Como resultado, la Academia Estadounidense de Pediatría y la Organización Mundial de la Salud sugieren limitar el tiempo de pantalla para los niños.

Más allá de la cantidad, también hacen hincapié en la calidad de la interacción de los niños con los medios digitales. Utilizados con moderación, ciertos tipos de medios pueden tener beneficios educativos y sociales para los niños, e incluso contribuir al desarrollo del lenguaje.

Estos consejos pueden ayudar a los padres a estructurar y administrar el tiempo frente a la pantalla de manera más efectiva.

Nº 1: Elige contenido de alta calidad

Los padres pueden mejorar el valor del tiempo de pantalla de sus hijos eligiendo medios de alta calidad, es decir, contenido con beneficios educativos. PBS Kids tiene muchos programas populares, desde “Nature Cat” hasta “Sid the Science Kid”, que calificarían como educativos.

Otros dos elementos contribuyen a la calidad del tiempo frente a la pantalla.

En primer lugar, el contenido de la pantalla debe ser apropiado para la edad, es decir, los padres deben elegir programas, aplicaciones y juegos que estén diseñados específicamente para niños pequeños. El uso de un recurso como Common Sense Media permite a los padres verificar las edades recomendadas para programas de televisión, películas y aplicaciones.

En segundo lugar, los padres pueden buscar programas que utilicen técnicas educativas basadas en la evidencia, como las señales participativas. Es entonces cuando los personajes de los programas rompen la “tercera pared” al hablar directamente con su público joven para provocar la reflexión, la acción o la respuesta. Las investigaciones muestran que los niños aprenden mejor nuevas palabras cuando un programa tiene señales participativas, tal vez porque fomenta la participación activa en lugar de la visualización pasiva.

Muchos programas de televisión clásicos y de alta calidad para niños pequeños cuentan con pistas participativas, como "Mickey Mouse Clubhouse“, ”Dora la Exploradora“, ”Go Diego Go!" y "Daniel Tiger’s Neighborhood“.

Nº 2: Únete al tiempo frente a la pantalla

La Academia Americana de Pediatría recomienda que los padres y los niños vean los medios juntos siempre que sea posible.

Esta recomendación se basa en la evidencia de que un mayor uso de los medios de pantalla puede reducir la conversación entre padres e hijos. Esto, a su vez, puede afectar el desarrollo del lenguaje. Discutir intencionalmente el contenido de los medios con los niños aumenta la exposición al lenguaje durante el tiempo frente a la pantalla.

Los padres pueden encontrar útiles las siguientes estrategias conjuntas de participación en los medios de comunicación:

  • Presione pausa y haga preguntas.
  • Señale conceptos básicos, como las letras y los colores.
  • Modele un lenguaje más avanzado utilizando un enfoque de “pensar en voz alta”, como: “¡Eso me sorprendió! Me pregunto qué pasará después”.
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Nº 3: Conectar lo que está en pantalla con la vida real

Aprender de los medios de comunicación es un desafío para los niños pequeños porque sus cerebros tienen dificultades para transferir información e ideas de las pantallas al mundo real. Las investigaciones muestran que los niños aprenden más de los medios de pantalla cuando el contenido se conecta con sus experiencias de la vida real.

Para maximizar los beneficios del tiempo frente a la pantalla, los padres pueden ayudar a los niños a conectar lo que están viendo con las experiencias que han tenido. Por ejemplo, mientras miran contenido juntos, uno de los padres podría decir: “Van a ir al zoológico. ¿Te acuerdas de lo que vimos cuando fuimos al zoológico?

Este enfoque promueve el desarrollo del lenguaje y las habilidades cognitivas, incluidas la atención y la memoria. Los niños aprenden mejor con la exposición repetida a las palabras, por lo que seleccionar medios que se relacionen con las experiencias de la vida real de un niño puede ayudar a reforzar el vocabulario nuevo.

Nº 4: Disfruta de momentos sin pantallas

Asegurarse de que el día de un niño esté lleno de experiencias variadas, incluidos los períodos que no involucran pantallas, aumenta la exposición al lenguaje en las rutinas diarias de los niños.

Dos momentos ideales sin pantallas son las comidas y la hora de acostarse. Las comidas presentan oportunidades para conversar de un lado a otro con los niños, exponiéndolos a una gran cantidad de lenguaje. Además, la hora de acostarse debe estar libre de pantallas, ya que el uso de pantallas cerca de la hora de acostarse o tener un televisor en las habitaciones de los niños interrumpe el sueño.

Alternativamente, dedicar la hora de acostarse a leer libros infantiles logra el doble objetivo de ayudar a los niños a relajarse y crear una rutina rica en lenguaje.

Tener un juego adicional sin pantallas, uno a uno, entre padres e hijos durante al menos 10 minutos en algún otro momento del día es bueno para los niños pequeños. Los padres pueden maximizar los beneficios del juego uno a uno dejando que sus hijos decidan qué y cómo jugar.

El papel de un padre aquí es seguir el ejemplo de su hijo, seguirle el juego, prestarle toda su atención, por lo que tampoco hay teléfonos para mamá o papá, y proporcionar enriquecimiento lingüístico. Pueden hacerlo etiquetando los juguetes, señalando formas, colores y tamaños. También se puede hacer describiendo actividades: “Estás haciendo rodar el coche por el suelo”, y respondiendo cuando su hijo habla.

El tiempo de juego entre padres e hijos también es una gran oportunidad para ampliar los intereses del tiempo frente a la pantalla. Incluir juguetes de los personajes favoritos de su hijo de los programas o películas que aman en el tiempo de juego transforma ese disfrute del tiempo de pantalla en aprendizaje.

* es Profesor Asistente, Universidad Estatal de Wayne.

** es Profesor Asistente de Desarrollo Infantil y Familiar, Universidad Estatal de Wayne.

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