Muchas veces en silencio, el cáncer poco a poco se ha convertido en una enfermedad que ataca más temprano. Los factores de riesgo -como el sedentarismo, obesidad y mala alimentación- tienen en la actualidad mayor presencia en las conductas de millones de personas. ¿Lo más preocupante? Los tumores que solían estar presentes en edades avanzadas ahora han comenzado a aparecer antes de los 50 años.
Un estudio del Brigham and Women’s Hospital, dependiente de la U. de Harvard, reveló que la incidencia de cánceres de aparición temprana, incluidos los de mama, colon, esófago, riñón, hígado y páncreas, ha aumentado sostenidamente a nivel global, un alza que comenzó alrededor de 1990.
Estos son los 17 cánceres que más afectan a los millennials y a la generación X según un estudio
El cáncer dejó de ser una enfermedad de pacientes mayores, sino que puede irrumpir incluso antes de los 40 años. Según previene el oncólogo de Clínica UC-Christus Diego Carrillo, cada vez hay más pacientes que tienen una presentación muy precoz. “Estos cánceres suelen ser más agresivos, en general. El cáncer de mamá, en mujeres bajo los 40 años, tiene tumores más avanzados y con menos tratamientos dirigidos y efectivos”, advierte.
Carrillo enfatiza que los tipos de cáncer que más han aumentado en menores de 40 años son los alusivos a la digestión, además del de pulmón y el de mama. “Esto genera una situación vital muy compleja para el paciente, donde existe un gran impacto emocional y familiar”, agrega.
En Chile, más de 7 mil personas menores de 50 años son anualmente diagnosticadas con cáncer, según la Organización Mundial de la Salud. De ellos, 2.652 son hombres y 4.535 mujeres. A esto se suma que la mortalidad por cáncer en Chile ha subido 109% en los últimos 30 años, según datos del Ministerio de Salud.
Si bien esta alza puede estar relacionada con que ahora son más las personas que llegan a edades mayores -y las posibilidades de tener esta enfermedad aumentan-, hay otros factores directamente involucrados con este fenómeno.
Según la académica de Salud Pública de la U. Católica e investigadora del Centro para la Prevención y el Control del Cáncer (Cecan), Paula Margozzini, el aumento de la incidencia de cánceres en Chile está relacionado a factores de riesgo del estilo de vida, como la obesidad, el sedentarismo, el alcohol y el tabaco. De hecho, afirma que “un 40% de todo el cáncer del mundo se explica por tres factores de riesgo: tabaquismo, obesidad y el consumo de alcohol”.
De acuerdo a las cifras que maneja el Cecan, existe una tendencia al alza de egresos de cáncer de mama en jóvenes, mientras que en el caso de tiroides, los egresos aumentan tanto en jóvenes como en la población mayor.
Al mismo tiempo, Carrillo sostiene que existen otros tipos de cáncer que están aumentando, incluso en menores de 40 años, pero todavía se desconocen los motivos. “Hay muchas teorías, como, por ejemplo, la alimentación, la contaminación ambiental, el inicio precoz del tabaquismo, pero no hay una causa precisa y bien conocida por la cual el cáncer en personas jóvenes esté aumentando”, apunta.
Según los investigadores de Harvard, las personas siguen dietas menos saludables, se mueven y duermen menos y beben más alcohol que en décadas anteriores. De hecho, ocho tipos de cáncer están relacionados con el sistema digestivo. Esto llevó a que en 2021 por primera vez el cáncer pasó a ser la principal causa de muerte en Chile.
A esto se suma que la obesidad mundial casi se ha triplicado desde 1975 hasta la fecha. El consumo de alcohol per cápita también ha sufrido un gran avance, sobre todo en Chile, y a edades más tempranas. La Sociedad Americana del Cáncer advirtió que las personas nacidas a partir de 1990 poseen el doble de riesgo de tener cáncer de colon, y el cuádruple de cáncer de recto, en comparación con los nacidos en 1950.
Un estudio de este organismo, publicado en The Lancet Public Health, concluyó que “cada generación sucesiva nacida durante la segunda mitad del siglo XX ha tenido una mayor incidencia de muchos tipos comunes de cáncer, en comparación con las generaciones anteriores”.
Según esta investigación, en comparación con los baby boomers, los investigadores descubrieron que los de la generación X y los millennials tienen un mayor riesgo de desarrollar 17 de los 34 tipos de cáncer considerados, incluidos leucemia, cáncer de mama y cáncer gástrico.
Por ejemplo, los millennials nacidos en 1990 tenían entre dos y tres veces más probabilidades de desarrollar cáncer de páncreas, riñón o intestino delgado que los baby boomers nacidos en 1955. Las mujeres millennials también enfrentan un mayor riesgo de cáncer de hígado y de los conductos biliares.
Esta es la lista de los 17 cánceres que millennials y la generación x tienen más riesgo de padecer:
1. Cáncer gástrico
2. Cáncer al intestino delgado
3. Cáncer de mama (con receptor de estrógeno positivo)
4. Cáncer de ovario
5. Cáncer de hígado y conducto biliar intrahepático en mujeres
6. Cánceres orales y faríngeos no asociados al VPH en mujeres
7. Cáncer de ano
8. Cáncer de colon y recto
9. Cáncer de cuerpo uterino
10. Cáncer de vesícula biliar y otras vías biliares
11. Cáncer de riñón y pelvis renal
12. Cáncer de páncreas
13. Mieloma
14. Cáncer gástrico
15. Cáncer de testículo
16. Leucemia
17. Sarcoma de Kaposi, que afecta el revestimiento de los vasos sanguíneos y linfáticos, en los hombres.
El más letal de los cánceres
En Chile, los datos del Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud muestran que el cáncer de pulmón es el que tiene la mayor mortalidad en la población chilena. Si separamos en hombres y mujeres, el cáncer de estómago y de mama son los que tienen más presencia y mortalidad, respectivamente.
Eso sí, Carrillo explica que este fenómeno también puede ocurrir porque el aumento en el acceso al screening y diagnóstico preventivo ha permitido que más casos puedan ser detectados a tiempo. Eso, junto con los hábitos de las personas pueden ser los principales responsables de un aumento en las cifras de cáncer. ¿Influye también una apertura al acceso o se debería principalmente a los factores de hábitos en las personas?
“No existe todavía certeza para esa respuesta, probablemente tienen que ver las dos cosas; por un lado es porque hay más diagnóstico del cáncer en etapas jóvenes por mayor acceso a los exámenes, pero por otro lado también se están diagnosticando cada vez más jóvenes. Esto es bien evidente en pacientes con cáncer de colon y pulmón”, agrega.
Además de los factores tradicionales -como la obesidad, sedentarismo, tabaquismo y el uso moderado y alto de alcohol-, también se está relacionando la aplicación de productos para alisar el cabello con la aparición de cánceres de mamas y cervicouterino. A esto también se le suman las radiaciones ionizantes, la exposición a los rayos UV, los virus que están asociados a cáncer de cuello uterino, además de otros factores genéticos.
Los cánceres que están aumentando, remarca Margozzini, son los asociados a estilos de vida poco saludables. “Y de eso se predice que Chile va a tener mucho cáncer porque tiene las tasas más altas de obesidad de la OCDE, además de las más altas tasas de tabaquismo de la región”, detalla. “El consumo de alcohol en Chile alcanzó niveles más altos que el promedio de Latinoamérica, y los adolescentes chilenos tienen un consumo de alcohol muchos más alto todavía”, remarca la investigadora.
A esto se suma que, a pesar de que el tabaquismo en Chile no está en su auge, la presencia de cáncer de pulmón seguirá apareciendo con frecuencia en nuestro país. “Esto lo hemos visto en las últimas tres Encuestas Nacionales de Salud, porque Chile alcanzó las prevalencias más altas recién en 2003. El cáncer se produce hasta 30 años después”, enfatiza.
A la baja
Margozzini destaca que sí existen algunos tipos de cáncer cuya tendencia está disminuyendo. Estos son, entre otros, el cervicouterino, el gástrico y el de vesícula. Sin embargo, uno de los que más aumentan y preocupan a las personas más jóvenes es el cáncer colorrectal. No obstante, los avances en nuevas terapias podrían dar un alivio a este mal.
Un pequeño pero aclamado ensayo clínico en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center (MSK), en Nueva York, dio a conocer que gracias a una terapia inmunológica se logró erradicar el cáncer de recto en el 100% de los participantes en el ensayo.
El nuevo enfoque de este ensayo, que usa solo inmunoterapia, beneficia a un subconjunto de pacientes con tumores con una mutación genética específica. El uso de inmunoterapia sola significa que las personas se ahorran el tratamiento estándar para el cáncer de recto, que incluye cirugía, radiación y quimioterapia.
Este nuevo tratamiento también está demostrando ser duradero. Según destacaron los investigadores estadounidenses, la mayoría de las personas que participaron en el ensayo no han vuelto a desarrollar cáncer durante al menos un año, y han estado sanos hasta cuatro años y contando.
¿En qué consiste esta prometedora terapia? La inmunoterapia es la utilización de estrategias de activación del sistema inmunológico, que es el que nos defiende de los virus, bacterias, y también es capaz de reconocer células cancerosas y destruirlas. Fue estudiada desde los años 50, pero hace alrededor de una década empezaron a ser utilizadas como terapia para el cáncer y otras enfermedades.
¿Una vacuna para el cáncer?
A diferencia de las terapias convencionales para tratar el cáncer -como la quimioterapia o la radioterapia-, la inmunoterapia tiene menos efectos adversos. “Creo que han adquirido un gran valor en los últimos años, a medida que se ha demostrado que el sistema inmune es capaz de detectar y combatir el cáncer”, argumenta Flavio Salazar, exministro de Ciencia (2022) e inmunólogo de la Universidad de Chile.
Hoy existen muchas iniciativas científicas a nivel mundial para desarrollar diferentes estrategias de vacunas contra distintos tipos de cáncer. “Hay un gran auge de la investigación y estamos muy cerca de contar con esta nueva inmunoterapia para los cánceres, ya sea avanzado o de alto riesgo, que son los que generalmente requieren un tipo de terapias adicionales”, comenta el también investigador del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII).
En Chile, el uso de terapias inmunológicas y la aplicación de vacunas es materia de investigación para combatir otros tipos de cáncer. Salazar comenta que junto a un equipo científico, liderado por los doctores Roberto Estay, Mercedes López y Bettina Müller en el Hospital del Salvador, trabaja en una vacuna que podría ser de mucha ayuda contra el cáncer. Especialmente contra el melanoma o cáncer a la piel.
“Hemos desarrollado dos tecnologías. La primera, vacunas de celulares donde sacamos sangre del paciente, la ‘educamos’ en un laboratorio y después la reinyectamos”, relata. Lo novedoso es que esta nueva vacuna se genera de un extracto tumoral condicionado, y que recientemente se inició el primer estudio clínico para ver su efectividad.
Esos estudios se cerraron hace una semana. “Se está evaluando, y no ha habido efectos adversos serios, los pacientes toleran bien las dosis y hay algunas indicaciones de respuesta interesante desde el punto de vista del crecimiento tumoral en varios pacientes”, agrega el inmunólogo.
“Estamos muy entusiasmados de que ese estudio pionero en Chile sea el primer paso para desarrollar una vacuna propia, y que pueda seguir con todos los estudios para transformarse en una alternativa para futuros pacientes”, proyecta.
De todos modos, esa terapia inmunológica no es para cualquier paciente. Así, se requieren estudios previos para ver si la persona es genéticamente apta. Además, los especialistas comentan que hay tipos de cáncer que pueden ser detectados y tratados a tiempo con las acciones médicas convencionales y no requieren llegar a esta instancia. “Hay que mirar esto como una diversidad de posibilidades”, responde Salazar.
“Lo que más va a impactar la sobrevida en el cáncer es que se diagnostique temprano y que entre el diagnóstico y el inicio de la primera terapia definitiva sea rápida, y que no ocurra que las listas de espera hagan que la gente pierda la oportunidad de sanarse”, remarca Margozzini.
“La diferencia es que en algunos lugares se demoran 30 días en recibir la droga y en los otros, 90, y cuando te demoras dos meses más perdiste la oportunidad de un cáncer que era curable”, advierte.