Cada bocado, cada elección sobre lo que comemos o dejamos de comer incide directamente en nuestra calidad de vida, y muchas veces en el tiempo de duración de la misma. ¿Cuánto influye en la calidad vida los tipos de alimentos que cada día elegimos? Un grupo de científicos realizó un estudio y sus conclusiones son sorprendentes.

No siempre es fácil escoger por un alimento sano de otro que puede ser nocivo. Sin embargo, las investigaciones muestran que comer alimentos más saludables puede tener considerables beneficios para la salud, especialmente a largo plazo.

Un nuevo estudio analizó los datos de ingesta de alimentos y los resultados de salud de casi medio millón de personas, descubrió que cambiar a una dieta saludable, y apegarse a ella, puede agregar hasta 10 años a su vida. ¿Cuáles son esos alimentos que ayudan a prolongar la calidad de vida?

Estos son los alimentos que pueden aumentar hasta en 10 años la esperanza de vida

El equipo de científicos, dirigido por el investigador de salud pública de la Universidad de Bergen en Noruega, Lars Fadnes, logró modelar la esperanza de vida de unas 467.354 personas que documentaron sus hábitos alimenticios como parte del estudio de larga duración del Biobanco del Reino Unido, el que comenzó en 2006. El estudio fue publicado recientemente en la revista Nature Foods.

Alimentos saludables

Los investigadores agruparon a los participantes en función de sus patrones de alimentación y observaron cómo cambiaban con el tiempo. Identificaron a los comedores promedio y poco saludables, así como a las personas cuya ingesta de alimentos coincidía con la Guía Eatwell del Reino Unido y a otras que consumían una dieta que los investigadores denominaron la dieta de la longevidad.

“El organismo necesita muchos nutrientes para estar bien, entonces a veces nos quedamos por ejemplo con solo tres comidas y poca variedad de nutrientes”, explica la nutricionista de Clínica Dávila Vespucio, Paulina Mella.

Ante esto, lo que la especialista recomienda es que debe haber una variedad mucho más amplia de nutrientes durante la dieta. Por ejemplo, vegetales, frutas, verduras, y los hidratos de carbono, que también ayudan a tener energía.

Después de ajustar el tabaquismo, el alcohol y la actividad física, los investigadores encontraron que los hombres y mujeres de 40 años que hicieron un cambio sostenido de comer de manera poco saludable a seguir las recomendaciones de la Guía Eatwell ganaron aproximadamente 9 años en la esperanza de vida.

Estos son los alimentos que pueden aumentar la esperanza de vida

Aquellos que abandonaron las bebidas azucaradas y las carnes procesadas en favor de una dieta rica en cereales integrales, frutos secos, frutas, verduras y cantidades moderadas de pescado añadieron 10 años más a su esperanza de vida.

Se observaron menores aumentos en la esperanza de vida entre las personas que comían una dieta promedio al principio y las que mejoraron sus hábitos alimenticios más adelante en la vida.

Frutas y verduras.

“Cuanto mayores sean los cambios realizados hacia patrones dietéticos más saludables, mayores serán las ganancias esperadas en la esperanza de vida”, explicó el equipo en el artículo publicado. Además, añadieron que “como era de esperar, las ganancias previstas en la esperanza de vida son menores cuando el cambio en la dieta se inicia a edades más avanzadas, pero siguen siendo sustanciales”.

El nutriólogo y diabetólogo de la Clínica UC Christus, Dr. Javier Vega, explica que este estudio hay que interpretarlo también desde los alimentos que acortan la calidad de vida. “Los productos ricos en elementos procesados, ricos en azúcar y las carnes rojas aumentan el riesgo de varias cosas, uno de ellos es aumentar el riesgo cardiovascular, de ciertos tipos de cánceres”. Además, el especialista cuenta que los productos más procesados en las carnes rojas, a diferencia de las carnes blancas, tienen mayor potencial de generar daños oxidativos.

Foto: La Tercera.

Las personas de 70 años aún podrían extender su esperanza de vida entre 4 y 5 años si hicieran un cambio sostenido para comer de manera saludable, ya sea de acuerdo con la Guía Eatwell o la dieta de longevidad, encontraron los investigadores.

“Es súper importante tener una rutina de alimentación porque pasa mucho que pasado los 70 años hay señales del organismo que empiezan a estar más en silencio”, comenta Mella. A medida de que avanza la edad, según explica, comienza a disminuir la señal de sed y hambre, lo que influye directamente en la dieta que puedan tener las personas mayores.

Los alimentos que pueden aumentar hasta en 10 años la esperanza de vida

Otros estudios anteriores han demostrado cómo varios patrones de alimentación saludable que reflejan las pautas dietéticas están relacionados con un menor riesgo de muerte prematura entre los ciudadanos.

Si bien este nuevo análisis fue hecho en el Reino Unido, ampliando el rango geográfico de dichos estudios, se aplican las mismas advertencias que con cualquier dato a nivel de población. Por ejemplo, el Biobanco del Reino Unido no mide el consumo de arroz, lo cual es particularmente importante para muchos grupos de migrantes, por lo que los resultados no se generalizarán a todos.

Asimismo, los investigadores reconocen que, si bien su análisis observó los cambios sostenidos en la dieta, “mantener los cambios en el estilo de vida a lo largo del tiempo con mejoras en la dieta puede ser un desafío, y para muchos, los patrones dietéticos fluctúan con el tiempo”.

Para otros, el reto no es la motivación, sino el acceso. Las autoridades sanitarias pueden recomendar que las personas sigan una dieta saludable, pero el acceso a alimentos asequibles y nutritivos es un problema sistémico y un problema de salud pública que las políticas gubernamentales pueden ayudar a solucionar.

Los investigadores enfatizan el papel de los impuestos y subsidios a los alimentos, que tienen como objetivo hacer que los alimentos saludables sean más asequibles que las opciones poco saludables. Un estudio de 2017 estimó que tales políticas para gravar artículos poco saludables como las bebidas azucaradas mientras se subsidian opciones saludables podrían salvar 60,000 vidas en los EE. UU. cada año.

La nutricionista de Clínica Universidad de Los Andes, Alejandra Alarcón, remarca la idea de que más que llevar a cabo una dieta especial, lo importante es hacer cambios perdurables en el tiempo y que sean considerados como un hábito de vida. “Una buena nutrición no sólo mejora las expectativas de vida, sino que, a la vez, la calidad de vida nos permite estar más saludables. En este punto, tiene un rol el Estado de fomentar campañas de vida saludable, donde se impulsen hábitos desde los primeros años de vida para que perduren en la adultez”, concluye.