Estos son los cuatro factores que más influyen en el envejecimiento de los chilenos según estudio publicado en Nature

América Latina se caracteriza por su diversidad sociodemográfica, étnica y cultural, presentando desafíos únicos a los modelos universales actuales de envejecimiento saludable.

Un estudio pionero llevado a cabo por un equipo de investigación multinacional liderado por científicos del Instituto Latinoamericano de Salud Cerebral (BrainLat) de la Universidad Adolfo Ibáñez, el Instituto Global de Salud Cerebral (GBHI) de la U. de California San Francisco (UCSF) y el Trinity College Dublin, y la Universidad Javeriana en Colombia, entre otras, revela perspectivas cruciales sobre los factores que influyen en el envejecimiento saludable en los países latinoamericanos (LACs).

La investigación, que involucró a un grupo de estudio de 44.394 participantes de diferentes países latinoamericanos, utilizó modelos de aprendizaje automático de maquinas para explorar la compleja interacción de factores que contribuyen al envejecimiento saludable.

Para lograr ese objetivo, se centró en los determinantes sociales de la salud (SDH), estilo de vida, estado de salud (factores cardiometabólicos), síntomas de salud mental, y demografía (edad, sexo).

Los resultados de la investigación, publicada en la revista Nature Medicine, revelaron que a diferencia de las regiones de altos ingresos donde la edad y el sexo impulsan predominantemente el envejecimiento, en los países latinoamericanos, los factores que tienen una influencia significativa son los relacionados con:

1. Las disparidades como el SDH.

2. Los síntomas de salud mental.

3. Los riesgos cardiometabólicos.

“Los efectos fueron aún más pronunciados en los países de ingresos bajos y medianos en comparación con los de altos ingresos dentro de la región”, dijo Agustín Ibáñez, uno de los autores principales del estudio.

La combinación de factores generó un efecto más sustancial con resultados heterogéneos en toda la región de América Latina. Pero, lo más importante es que los efectos clásicos de la edad o el género fueron menos relevantes que los factores de salud y sociales relacionados con las disparidades.

Asimismo, se observaron resultados específicos para cada país. En el caso de Chile, los principales predictores del envejecimiento saludable en términos de capacidades cognitivas y funcionales, las cuales no presentaron los mismos patrones para otros países, fueron:

1. El aislamiento social.

2. La salud mental.

3. La educación.

4. El nivel socioeconómico.

La investigación proporciona perspectivas cruciales sobre los determinantes multifacéticos del envejecimiento saludable en LACs y allana el camino para intervenciones de salud pública adaptadas a la región.

Además, puede ayudar a superar brechas significativas de conocimiento, proporcionando una mejor comprensión de los determinantes únicos y los factores de riesgo del envejecimiento en la región, las interacciones entre estos factores de riesgo y el uso de procedimientos de aprendizaje automático para la evaluación.

“Los factores sociales y de salud relacionados con la disparidad juegan un papel más importante en el envejecimiento saludable que los factores demográficos como la edad y el sexo en los países latinoamericanos”, dijo Hernando Santamaría García, primer autor.

“Estos hallazgos tienen implicaciones cruciales para la política de salud pública, destacando la necesidad de intervenciones que aborden estos riesgos regionales únicos”, agregó Santamaría.

Con una prevalencia estimada de demencia del 8.5%, proyectada para aumentar al 19.33% para 2050 en las poblaciones latinoamericanas, el estudio subraya la necesidad urgente de abordar estos factores de riesgo únicos para fomentar sociedades más saludables.

Al aprovechar los métodos de aprendizaje automático, el estudio navegó efectivamente las complejas interacciones entre los factores de riesgo y los resultados, ayudando a identificar los principales predictores sin asumir clasificaciones teóricas a priori.

“Nuestro estudio invita a los líderes de salud pública a priorizar programas que aborden disparidades multimodales y promuevan la salud mental a lo largo de la vida”, dijo Victor Valcour, coautor.

Para Brain Lawlor, coautor, se necesitan estrategias que mejoren las redes sociales, estimulen la actividad física y proporcionen recursos públicos para favorecer estilos de vida más saludables “y reducir los riesgos asociados con las enfermedades no transmisibles, altamente prevalentes en la región”.

La investigación refuerza la necesidad de estrategias de salud pública multifacéticas y adaptadas a LACs, abordando los factores de riesgo específicos de la región que influyen en el envejecimiento saludable. Al proporcionar una base sólida para informar a la política, el estudio optimiza la asignación de recursos en salud pública y fomenta sociedades más saludables.

Carolina Ochoa, coautora, explica que “la potencial combinación de factores de riesgo que influyen en el envejecimiento en las poblaciones de los países latinoamericanos (LACs) sigue siendo desconocida”.

En comparación con los HICs, en los LACs, la convergencia de múltiples factores se asoció con un envejecimiento menos saludable, incluyendo una contribución significativa de SDH, una mayor prevalencia de factores cardiometabólicos, síntomas de salud mental; y barreras para un estilo de vida saludable, señala Jaime Miranda, coautor.

“Nuestros resultados también nos invitan a desarrollar planes sociales y de salud para manejar varios riesgos de envejecimiento simultáneamente en lugar de reaccionar a un factor a la vez” enfatiza Michael Corley, coautor.

El estudio presenta enfoques metodológicos robustos que involucran una curación sistemática, armonización y estandarización de múltiples conjuntos de datos, modelos de aprendizaje automático robustos, control para multicolinealidad, datos de alta dimensión, y estabilidad de los modelos, e incorpora procesos de validación de la muestra, proporcionando así una evaluación más confiable del rendimiento del modelo.