Un equipo de investigadores del Imperial College de Londres utilizó datos de ubicación de teléfonos móviles que cubrían más de 10 millones de personas e información pública disponible sobre la propagación del virus para calcular qué grupos de edad eran los principales responsables de su diseminación en la mayor parte de los Estados Unidos.
La investigación divulgada en la revista Science afirmó que los niños fue uno de los grupos que menos propagaba la enfermedad, al igual que los adultos mayores. Estos datos, mencionaron los investigadores, podrían sustentar la idea de que, si existiera una eventual apertura de los colegios, este hecho no propagaría en demasía el Sars-CoV-2 si se controla la transmisión y se mantienen las medidas de prevención.
No obstante, el grupo etario responsable de la mayor tasa de transmisiones del coronavirus en el país norteamericano son los adultos de 20 a 49 años. Los expertos señalaron que el documento proporcionaba evidencia de que “la epidemia de Covid-19 en los EE.UU. ha sido impulsada por los adultos, particularmente los que se encuentran en el rango de 35 a 49 años, antes y después de la reapertura de las escuelas”.
Este colectivo, según los investigadores, después del reinicio de las actividades académicas, fue responsable de aproximadamente el 72,2% de las infecciones por Sars-CoV-2 en las ubicaciones analizadas, mientras que menos del 5% se originó en niños de 0 a 9 años, y menos del 10% en adolescentes de 10 a 19 años.
Oliver Ratmann, integrante del equipo de expertos del Imperial College, concluyó que los adultos (35 a 49 años) podrían ser el factor más importante para impulsar la pandemia, a diferencia de los adultos más jóvenes.
“Este estudio indica que en lugares donde aún no se han establecido nuevos linajes de Covid altamente transmisibles, intervenciones adicionales entre adultos de 20 a 49 años, como la inoculación masiva con vacunas que bloquean la transmisión, podrían controlar la reaparición de epidemias de coronavirus y evitar muertes”, indicó Ratmann.
Los investigadores establecieron que los adultos ubicados dentro del rango de los 35 a 49 años representaron el 41% de las nuevas transmisiones hasta mediados de agosto, y los adultos jóvenes situados entre los 20 y 34 años fueron responsables de otro 35%. Las personas de 50 a 64 años representan el 15% de la transmisión.
“Con el tiempo, la proporción de grupos de edad entre las muertes informadas ha sido notablemente constante, lo que sugiere que es poco probable que los adultos jóvenes hayan sido la fuente principal de epidemias resurgentes desde mediados de 2020 y que, en cambio, los cambios en la movilidad y el comportamiento entre el grupo más amplio de adultos entre los 20 y 49 años subyacen al resurgimiento del Covid-19 en los EE. UU.”, escribió el grupo de expertos.
Estrategias para controlar la propagación el virus
Los autores del estudio proponen dentro del documento que una forma eficaz para evitar la diseminación del coronavirus sería centrar la vacunación en los adultos, debido a que son las personas que más lo esparcen.
Táctica que han tomado otros países como Indonesia, que se ha enfocado en inocular a los ciudadanos entre 18 a 59 años, ya que estos son ellos “quienes salen de la casa a todas partes y luego por la noche regresan a sus hogares con su familia”, explicó a la BBC el profesor Amin Soebandrio, asesor del gobierno indonesio en su estrategia de “juventud primero”.
Las directrices que han establecido los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en EE.UU. (CDC, sus siglas en inglés) y que se han replicado en otras naciones es darles prioridad a los trabajadores de la salud de primera línea, y también a los residentes de centros de larga estadía, considerados como los grupos más vulnerables a la enfermedad.
El doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas del país norteamericano no descartó la posibilidad de sumar a los adultos dentro de la lista de personas prioritarias, sin embargo, si esto se llegara a concretar, no debería ser a expensas de la vacunación de personas mayores, especialmente aquellas con problemas de salud latentes.
El doctor Jonathan Reiner, profesor de medicina en la Universidad George Washington afirmó que la estrategia actual no es la más efectiva y es necesario inocular a los adultos ya que son ellos los principales responsables de la transmisión del virus.
“En última instancia, todo el mundo tiene que estar vacunado. Y si terminas vacunando a las personas mayores, les salvarás la vida porque corren un mayor riesgo. Y si vacunas a las personas más jóvenes, también salvarás vidas porque están propagando el virus”, señaló Reiner.