La adicción a los alimentos ultraprocesados (UPF por sus siglas en inglés) se ha convertido en un problema de salud pública de creciente preocupación en la sociedad contemporánea. Estos productos, caracterizados por su alto contenido en grasas saturadas, azúcares añadidos y aditivos, han inundado los estantes de los supermercados y las cartas de los restaurantes de comida rápida, generando una adicción que va más allá de una simple preferencia por su sabor.

Los expertos están preocupados por el impacto a largo plazo de los UPF en todo el mundo. Según un nuevo estudio publicado en una edición especial del British Medical Journal, uno de cada siete adultos y uno de cada ocho niños pueden estar adictos a los alimentos ultraprocesados.

“Los alimentos ultraprocesados con alto contenido de carbohidratos refinados y grasas añadidas son muy gratificantes, atractivos, se consumen de forma compulsiva y pueden ser adictivos”, dijeron los investigadores.

El consumo masivo de estos alimentos se ha asociado con un aumento significativo de enfermedades relacionadas con la dieta, como la obesidad, la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y mayor riesgo de cáncer. Esta adicción se alimenta de la combinación de factores que incluyen la accesibilidad de estos productos, su alta palatabilidad y la publicidad constante que los promueve.

Las investigaciones recientes sugieren que la adicción a los UPF puede compararse en términos de mecanismos cerebrales con la adicción a sustancias como el tabaco o el alcohol. Los ingredientes altamente procesados pueden alterar la química cerebral, generando una búsqueda compulsiva de estos alimentos y dificultando la capacidad de controlar su consumo.

Los investigadores dijeron: “Los carbohidratos o grasas refinados evocan niveles similares de dopamina extracelular en el cuerpo estriado del cerebro a los observados con sustancias adictivas como la nicotina y el alcohol”. “Con base en estos paralelos biológicos y de comportamiento, los alimentos que contienen altos niveles de carbohidratos refinados o grasas añadidas son un fuerte candidato para ser una sustancia adictiva”.

Los seis alimentos más comunes que podrían volverte adicto

El análisis fue realizado por investigadores de Estados Unidos, Brasil y España, que revisaron 281 estudios de 36 países diferentes, donde encontraron que se estima que la adicción a los alimentos ultraprocesados ocurre en el 14% de los adultos y el 12% de los niños.

“Si bien las personas pueden dejar de fumar, beber o jugar, no pueden dejar de comer”, dijo la coautora Alexandra DiFeliceantonio, profesora asistente en el Instituto de Investigación Biomédica Fralin. “El desafío, y la cuestión aún abierta y controvertida, es definir qué alimentos tienen mayor potencial de adicción y por qué”.

Según la investigación, los 6 alimentos más adictivos son:

1. Bebidas

2. Papas fritas

3. Galletas

4. Platos preparados

5. Helados

6. Yogures con sabor a frutas.

Ahora los investigadores dicen que los comportamientos relacionados con los alimentos ultraprocesados, que tienen un alto contenido de carbohidratos refinados y grasas añadidas, pueden cumplir los criterios para el diagnóstico de trastorno por uso de sustancias en algunas personas.

Esos comportamientos incluyen menos control sobre la ingesta, antojos intensos, síntomas de abstinencia y uso continuo a pesar de consecuencias como obesidad, trastorno por atracón, peor salud física y mental y menor calidad de vida.

Considerar que algunos alimentos son adictivos podría conducir a enfoques novedosos en el ámbito de la justicia social, la atención clínica y las políticas públicas, dijeron los investigadores.

Además, reconocieron las políticas implementadas por Chile y México sobre etiquetado, impuestos y marketing, asociado a reducciones en la ingesta calórica de las personas y menos compras de alimentos con alto contenido de azúcar, grasas saturadas y sal.

“Existe un apoyo convergente y consistente a la validez y relevancia clínica de la adicción a la comida”, afirmó Ashley Gearhardt, autora correspondiente del artículo y profesora de psicología de la Universidad de Michigan en Estados Unidos. “Al reconocer que ciertos tipos de alimentos procesados tienen propiedades de sustancias adictivas, podremos ayudar a mejorar la salud global”.

El llamado es a realizar más estudios y ciencia en torno a los alimentos ultraprocesados para saber cómo se combinan las características complejas de los alimentos ultraprocesados para aumentar su potencial adictivo. También definir mejor qué alimentos pueden considerarse adictivos según las diferencias entre países y comunidades, incluidas las comunidades desfavorecidas, y entender cuál es el valor de los mensajes de salud pública.

Los autores concluyeron que, si bien se necesita más investigación, lo que está claro es que aquellos alimentos ultraprocesados que tenían un alto contenido de carbohidratos y grasas refinados eran “claramente consumidos en patrones adictivos” y daban lugar a resultados perjudiciales para la salud.