Las intensas precipitaciones registradas esta semana en Viña del Mar, representan una nueva situación de peligro para las personas damnificadas por los incendios en la parte alta de la ciudad, donde muchas familias han optado por la autoconstrucción, mientras otras, están todavía en viviendas de emergencia e incluso en carpas.
Según los datos de las estaciones meteorológicas más cercanas, las lluvias alcanzaron 49.2 milímetros en menos de 24 horas y, en su momento máximo, llegaron a concentrar 7,9 milímetros en sólo una hora, el equivalente a lo que puede llover en todo un día, pero en un corto período de tiempo.
Estudio advierte de nuevos peligros en laderas afectadas por los últimos incendios en Viña del Mar
Este fenómeno generó una serie de impactos en la zona afectada por los incendios de febrero, causando inundaciones en viviendas de emergencia y deslizamientos de escombros en sectores como Lomas Latorre, Paradero 10 de Achupallas, El Olivar y Villa Independencia, donde se inundó una sede en la cual se mantenía una olla común.
Carolina Martínez, directora del Centro UC Observatorio de la Costa e investigadora principal de Cigiden, quien lidera un segundo estudio sobre reconstrucción y vulnerabilidad en la zona de los incendios cuyos resultados serán dados a conocer en los próximos días, explica que existe una gran alteración en las laderas de los cerros que conforman la cuenca del estero Marga-Marga, lo que genera una mayor sensibilidad ante deslizamientos.
En la zona de los incendios, por ejemplo, la autoconstrucción de viviendas en las laderas y quebradas -que ha sido la tónica durante estos meses- amplifica el riesgo, en un área donde la intensidad del fuego fue tal, que alteró también el material rocoso y los suelos, aumentando el riesgo.
Así lo comprueba el análisis de laderas y quebradas realizado por el equipo científico que estuvo en terreno a comienzos de abril, integrado por investigadores y profesionales de la Universidad Católica y de la Universidad Federico Santa María.
A esto se suma la acumulación de basura y escombros, que se transforman en material de transporte y taponamiento de los cauces naturales. “La falta de medidas de mitigación estructurales, en áreas donde prima la autoconstrucción, agrava el riesgo. La falta de medidas preventivas adecuadas aumenta la vulnerabilidad ya existente y el desarrollo de nuevos desastres”, dice Carolina Martínez.
Producto de ésto y según las conclusiones del nuevo informe, el 70% de la población en el área estudiada presenta alta vulnerabilidad.
Martínez explica además “es un área afectada no solo por los incendios, sino que hablamos de un territorio muy alterado por la auto reconstrucción y la ocupación irregular, donde el Estado (más allá de los gobiernos de turno), no se ha hecho presente para impulsar criterios de Reconstrucción sustentables y sostenibles, en territorios complejos afectados por múltiples amenazas de origen natural muy recurrentes, y así llevamos décadas reconstruyendo sin una mirada integradora que promueva el desarrollo armónico entre sociedad-naturaleza”, concluye la investigadora.