El 14 de diciembre de 2020 las autoridades del Reino Unido informaron que por medio de una secuenciación genómica viral se había identificado una nueva cepa, una variante del SARS-CoV-2, con más de 1.100 casos hasta entonces.
En los últimos meses han surgido numerosas variantes del SARS-CoV-2. Las variantes conocidas como B.1.1.7 (Reino Unido) y B.1.351 (identificada por primera vez en Sudáfrica) preocuparon desde un principio a los científicos debido a los datos emergentes que indicaban su mayor transmisibilidad.
Posteriormente se determinó que la nueva variante de coronavirus B.1.1.7. probablemente era de un 30 a un 70 por ciento más transmisible que la versión típica del virus que causa el Covid-19.
También sabían, basándose en datos preliminares, que la variante parecía ser relativamente más mortal para el creciente número de personas que la contraían.
Ahora una nueva investigación lo comprueba. Científicos del Reino Unido señalan que la variante es probablemente entre un 30 y un 70 por ciento más mortal que otras cepas de SARS-CoV-2. Así lo establece ún un estudio de seguimiento publicado el viernes que evaluó a pacientes con Covid-19 y que también encontró una tasa más alta de hospitalización.
Mayor riesgo de hospitalización y muerte
La variante está “asociada con un mayor riesgo de hospitalización y muerte en comparación con la infección con otras formas del virus”, señala el estudio. Estos datos refuerzan la idea que se tenía de mayor gravedad de la enfermedad en personas infectadas con COV B.1.1.7 en comparación con otras variantes de virus.
El estudio sugiere que la nueva variante ha aumentado el número de hospitalizaciones por caso, y defunciones por hospitalización.
Desde que se informó por primera vez sobre la variante, el primer ministro británico Boris Johnson dijo inicialmente que parecía ser más mortal. Al ser altamente transmisible, el virus se ha extendido a más de 80 países, incluido Chile y se ha convertido en el cepa dominante en algunas partes de Gran Bretaña.
La aparición de esa nueva variante obligó a volver a los bloqueos en varias ciudades de Europa, incluso cuando se implementan programas de vacunación contra el coronavirus para inocular a millones de personas.
La rápida propagación de esta variante llevó a Gran Bretaña en enero a instituir un bloqueo comparativamente más largo y estricto que los anteriores del país. Y recientemente han visto disminuciones en sus tasas de transmisión después de que se implementaron cuarentenas prolongadas para evitar una mayor propagación de la variante B.1.1.7.
Hasta ahora, los fabricantes de las vacunas contra el coronavirus Moderna y Pfizer-BioNTech han dicho que sus productos siguen siendo eficaces contra las últimas formas del virus.