Un estudio llevado a cabo por expertos del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT, por sus siglas en inglés) ha alertado de que el deterioro de la naturaleza pone en riesgo la calidad de vida de las personas.
Esta revisión sistemática se basa en el Informe de Evaluación Global de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), que en 2019 proporcionó la evaluación más completa hasta el momento del declive de la naturaleza y la pérdida de biodiversidad, cuando enfatizó que un millón de especies de plantas y animales enfrentan extinción.
En concreto, la revisión de PNAS evalúa cómo la pérdida de biodiversidad afecta el bienestar humano. Distingue entre las contribuciones potenciales de la naturaleza, las contribuciones realizadas, las condiciones ambientales y el impacto en la calidad de vida. Para ello, se utilizaron indicadores materiales y no materiales, incluida la concentración de gases de efecto invernadero, el control de plagas y el conocimiento cultural para evaluar si las tendencias estaban empeorando, casi igual o mejorando desde 1970.
En el contexto de la agricultura, la revisión subraya que las personas se enfrentan a riesgos interrelacionados, como la disminución del rendimiento de los cultivos, la disminución de las poblaciones de polinizadores y la reducción de la productividad del suelo. Incluso los aumentos en áreas como el volumen de producción de productos agrícolas son una advertencia, ya que las tendencias en la salud humana de los alimentos difieren según variables como la región y el contexto socioeconómico.
“La naturaleza contribuye a nuestra salud y bienestar de muchas maneras, y nuestras acciones ponen en riesgo estos beneficios”, han zanjado los investigadores.