Desde la medicina se sabe que la obesidad no es solamente una característica del paciente, sino que es una enfermedad que aborda a la persona integralmente o lo compromete en distintas dimensiones, y una de ellas es la inmunidad.

Una desregulación del sistema inmunológico, que determinaría un mayor riesgo de presentar, no solo cuadros graves de Covid-19, sino también -como han demostrado diversos estudios- otras infecciones como influenza y hepatitis, además de que otras investigaciones mostraron que con la primera aplicación de las primeras dosis de vacunas, estos pacientes presentaban menos niveles de anticuerpos.

En relación específicamente al Sars-CoV-2, una revisión sistemática mostró que las personas con obesidad tienen un 46% más de riesgo de desarrollar la infección, 113% más de riesgo de hospitalización, 74% más en ingreso a UCI y 48% más de riesgo de mortalidad.

Por ello, un equipo de investigadores de Clínica Santa María junto a la Universidad Finis Terrae realizaron un estudio para determinar si existía una asociación entre la obesidad y una menor respuesta a la vacuna de Covd-19, medida por los anticuerpos neutralizantes contra esta enfermedad, tras la administración de la dosis de refuerzo.

“Era importante saber si el esquema de refuerzo combinado que tenemos en Chile, permitiría o no que estos pacientes obesos igualaran sus niveles de anticuerpo, respecto de la población no obesa” explica el Dr. Tomás Regueira, médico jefe de Unidades Críticas de Clínica Santa María y director de Postgrado de la Escuela de Medicina de la U. Finis Terrae, y quien además lideró la investigación.

Los resultados arrojaron que la dosis de refuerzo, con el esquema mixto que tiene el país, permitió que los pacientes con obesidad tengan los mismo niveles de anticuerpo al segundo y tercer mes que los que no padecen esta enfermedad, lo que indica que la respuesta inmunogénica es igual en ambos grupos.

Sin embargo, el análisis mostró que la pérdida de niveles de anticuerpos en el tiempo es más rápida en el grupo obeso respecto del grupo de peso normal, aproximadamente a partir del tercer mes posterior a la tercera inoculación.

El temoa no es menor, pues de acuerdo a la última Encuesta Nacional de Salud (2016-2017), el 34,4% de la población en Chile adulta es obesa. Es decir, uno de cada tres chilenos tiene esta condición.

A pesar de los resultados, el médico dice que es valorable el resultado del estudio, pues si bien muestra una baja de los anticuerpos en población obesa a partir del cuarto mes después de recibida la vacuna, “nos permite validar desde el punto de vista de anticuerpos, que los pacientes obesos sí quedan protegidos con el esquema de refuerzo y valga la redundancia, refuerza el concepto de que es muy importante la vacunación de refuerzo en los pacientes que tienen factores de riesgo, en este caso, la obesidad”, señala el Dr. Regueira.

Grupo de riesgo

El líder de la investigación, destaca que los resultados son consistentes con el hecho de que la tercera ola, registrada en Chile a fines del 2021, “afectó en mayor medida a personas que se encontraban dentro de la población adulta mayor e inmunosuprimida, a diferencia de las olas anteriores, en que existió un mayor número de pacientes con obesidad hospitalizados y en UCI, etapa en que aún no se administraba dosis de refuerzo”.

Por eso, el análisis realizado en enero de este año, consideró una muestra de 234 personas que tuvieran la tercera dosis en un periodo superior a 14 días y menor a 150, divididas en un grupo normo peso (con Índice de Masa Corporal (IMC) de 18,5 a 24,9) y un grupo obeso (con IMC igual o superior a 30) con igual proporción de hombres y mujeres, en un rango etario de entre 35 a 60 años.

Junto con ello, los candidatos no debían haber presentado Covid-19 durante los 12 meses previos al estudio, no tener enfermedades crónicas que alteraran la función del sistema inmunológico, ni estar en tratamiento con corticosteroides o terapia inmunosupresora en cualquier momento a partir de la tercera dosis.

Así, encontraron que los pacientes obesos a partir ya del cuarto mes empiezan a bajar sus niveles de anticuerpos respecto de los no obesos, “eso pudiera ser importante en términos de considerarlos una población de riesgo para ser vacunados en forma prioritaria a medida que se vaya aumentando la quinta, sexta dosis de vacunación de refuerzo”, además de que la requerirán de forma más precoz, recalca Regueira.

Lo que según el estudio, confirma, que el esquema inicial de vacunación era insuficiente para nivelar los anticuerpos y que el esquema de vacunación combinado en Chile ha sido eficiente para la población con obesidad.

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