Estudio de hace más de 20 años ya advertía sobre riesgos de construir en dunas de Cachagua y Reñaca

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Nuevo socavón en Cachagua. Estudio de hace más de 20 años ya advertía sobre riesgos de construir en dunas de Cachagua y Reñaca.

Tras los bullados casos causados por socavones en el campo dunar de Reñaca Norte, se reveló otro caso similar en Cachagua. En este mismo sector una investigación de 2001 ya revelaba la fragilidad de estos ecosistemas y explicaba por qué no se debían intervenir y menos construir edificios habitacionales.


Dos socavones y cuatro edificios evacuados en Concón son la evidencia de la fargiloidad de estos ecosistemas costeros como ha pasado en los últimos 20 años en Chile.

Según los científicos, estos espacios naturales de la costa como dunas, playas y humedales, son sensibles y tienen un alto valor biológico, sin embargo, la intervención de empresas inmobiliarias no cesa y se multiplican los problemas de habitarlos.

En efecto, ayer se dio a conocer una situación similar en Cachagua, que también sucedió tras los últimos sistemas frontales en agosto. En este caso se trata de un socavón cercano a un exclusivo balneario del sector.

Sector de dunas que ya había sido objeto de investigaciones en 2001. Un estudio liderado por la Universidad Católica de Chile, advertía sobre el peligro de construir en ese lugar, señalando el riesgo de socavones debido a la carga de infraestructura inmobiliaria sobre los campos dunares.

Estudio de hace 20 años advertía riesgos de construir en dunas

La investigación de hace más de 20 años llamada “Indicadores geomorfológicos de la fragilidad de paleodunas”, señalaba que el “efecto combinado de la fragilidad de las dunas antiguas, por sus condiciones naturales y de los usos del suelo, produce la desestabilización de las mismas y el desencadenamiento de procesos geomorfológicos que llevan a su rápida transformación y degradación”.

Carolina Martínez, directora del Observatorio de la Costa y académica de Geografía UC, explica que al igual que en el caso de Reñaca Norte, se trata de una paleoduna que descansa sobre una terraza que se urbanizó: “Ya en ese tiempo habían socavones, de manera que esta era una situación que también estaba prevista para lo que sucedió en las dunas de Concón”, advierte Carolina Martínez.

La investigación indica que las dunas litorales, por su localización en la interfase mar-tierra, son espacios muy frágiles con una dinámica natural particular, que conforman hábitat originales y altamente específicos para flora y fauna.

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21 Septiembre del 2023 Socavón en las dunas de Viña del Mar. Foto: Dedvi Missene

Los riesgos de construir en dunas de Cachagua y Reñaca

“Algunos tipos dunarios, como las dunas borderas asociadas a una playa, son muy inestables y solo pueden sustentar algunas actividades humanas controladas que no afecten su dinámica. Las dunas antiguas o paleo- dunas (estabilizadas por la vegetación) son capaces de soportar usos humanos con algunas restricciones que las protejan de la removilización. Ciertas dunas antiguas, se encuentran colgadas sobre acantilados y que ya no se vinculan con una playa son también muy frágiles, como ocurre con las dunas de Punta Concón”.

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Las dunas, entre Viña del Mar y Concón, antes del boom inmobiliario. Foto: Enterreno

Carolina Martínez explica que, pese a contar con estas tempranas advertencias, la inexistencia de una Ley de Costas que incluya un manejo integrado de las zonas costeras, ha permitido una explosión de construcciones que sobrepasan la capacidad de carga sobre estos ecosistemas. “Debemos pensar que cada vez que ocupamos un campo dunar o rellenamos un humedal, la vida se pone en riesgo”, recalca la doctora Martínez.

La investigadora comenta, además, que la legislación actual permite este tipo de construcciones porque prima la propiedad privada, de manera que cuando alguien es dueño de un terreno, el Código Civil –que data de 1850–, permite construir. “Pero es un negocio de vida corta, agrega, todo el paisaje donde se insertan estos proyectos se deteriora, por ende quienes compran en estos lugares difícilmente tendrán una propiedad para toda la vida”.

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