De acuerdo a un estudio realizado por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por su siglas en inglés), las vacunas de refuerzo de los laboratorios Pfizer y Moderna pierden efectividad tras aproximadamente cuatro meses, aunque aún así entregan protección para que las personas contagiadas no caigan hospitalizadas.
Según la publicación de la agencia de salud, durante el período de predominio de Ómicron, “la efectividad de las vacunas frente a las hospitalizaciones asociadas con Covid-19 fue más baja en general y disminuyó con el tiempo desde la vacunación”. Así, la efectividad después de una segunda dosis disminuyó del 71% dentro de los 2 meses posteriores a la vacunación, y al 54% en quienes ya tenían más de 5 meses desde la vacuna.
Entre los pacientes que tenías las tres dosis, destacaron en el estudio, las hospitalizaciones por Covid se redujeron al 91% entre los vacunados en los últimos 2 meses, y al 78% entre los vacunados con más de 4 meses desde la inoculación.
Por otra parte, la protección para evitar ir a urgencias es de un 87% en los primeros dos meses, para luego caer a un 66% tras cuatro meses, y finalmente alcanzar un 31% tras cinco meses, aunque según los investigadores, este estimado es impreciso aún pues “faltaron datos” para ese grupo de personas.
De acuerdo a los especialistas tras el estudio, una tercera dosis con una vacuna de ARNm (como lo son Pfizer y Moderna), “continúa ofreciendo altos niveles de protección contra desarrollar un caso grave, incluso meses tras su administración”, por lo que es importante mantenerse al día con su esquema de vacunación.
“El hallazgo de que la protección conferida por las vacunas de ARNm disminuyó en los meses posteriores a la recepción de una tercera dosis de la vacuna refuerza la importancia de una mayor consideración de dosis adicionales para mantener o mejorar la protección contra los encuentros con DE/UC asociados con Covid-19 y las hospitalizaciones por Covid-19″, añadieron.