Estudio descubre propiedades de tradicional pescado chileno para combatir diabetes y enfermedades al corazón
Estudio de INTA señala que el consumo de 300 gramos de este pescado reduce los niveles de una proteína relacionada con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, metabólicas e incluso deterioro cognitivo y demencia.
Un estudio realizado por investigadores del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile (INTA), llamado “Efectos de una intervención a base de salmón en personas mayores en el sur del mundo”, reveló un inesperado hallazgo del consumo de un tradicional pescado de consumo masivo en el país.
Según la investigación, el consumo de 300 gramos de trucha a la semana, junto con el aumento de ácidos grasos omega3, vio reducido en 62% sus niveles de Proteína C Reactiva Ultrasensible (PCR Us) en adultos mayores, una proteína que funciona como un indicador de inflamación directamente relacionado con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, metabólicas e incluso deterioro cognitivo y demencia.
El hallazgo es clínica y estadísticamente significativo, indican los responsables, y entre los principales elementos diferenciadores del estudio está precisamente el que se midiera no solo los niveles plasmáticos de una intervención con Omega 3, sino que también sus efectos en los marcadores inflamatorios y en la calidad de vida de los adultos mayores. Se trata del primero de este tipo hecho con adultos mayores en Chile o América Latina.
Carlos Márquez, investigador encargado del estudio del INTA, indica que el consumo de trucha en adultos mayores tiene mucho valor. Dice que cómo disminuyó el nivel de una proteína relacionada con procesos inflamatorios, se genera una disminución en la percepción del dolor, un factor especialmente relevante para los adultos mayores.
“Es de esperar que una intervención a largo plazo sea beneficiosa para las personas mayores, ya que los pescados como la trucha además de ser una buena fuente de grasas saludables son una buena fuente de proteínas de alto valor biológico, vitaminas y minerales, nutrientes críticos para alcanzar el envejecimiento saludable”, añade.
Las propiedades de tradicional pescado chileno para combatir diabetes y enfermedades al corazón
Márquez dice que la lista de enfermedades que este pescado son muchas e incluyen múltiples enfermedades cardiovasculares como ateroesclerosis, síndromes coronarios agudos y eventos vasculares cerebrales, además de metabólicas, como la insulino resistencia y diabetes. Además, dice ayuda a prevenir deterioro cognitivo y demencia.
Agrega no existe un estudio de características similares realizado con adultos mayores en Chile o América Latina. Dice que de seguir estudiando los efectos del consumo de trucha, lo resultados son un antecedente relevante para la elaboración de políticas públicas que velen por una alimentación saludable de los adultos mayores y la población en general. Al ser un país con más de seis mil kilómetros de costa, Chile tiene condiciones privilegiadas para que la población incorpore el consumo de estos productos que benefician directamente la calidad de vida.
Por ello, Márquez explica que “también es relevante defender y asegurarse que existan las condiciones propicias para que iniciativas como el Programa Envejecimiento Activo y Saludable, bajo el cual se realizó este estudio, se desplieguen en todo el territorio”.
Esta iniciativa transdisciplinaria y multifactorial, que lidera la Universidad de Chile, explica, ha tenido exitosos resultados en sus cinco pilares fundamentales: Control de enfermedades crónicas no transmisibles, nutrición, actividad física, hábitat y salud mental, los cuales apuntan a un objetivo común, que los adultos mayores del país vivan sin limitaciones funcionales y con autonomía.
El ámbito de nutrición resulta clave para el envejecimiento activo y saludable de la población. Los alimentos como el pescado (ácidos grasos Omega3), han demostrado beneficios para la salud, sin embargo, existe poca información sobre los beneficios que podría tener su consumo frecuente en personas mayores.
Es por esto que, en el marco del programa de Envejecimiento Activo y en conjunto con el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile (INTA) y Salmones Antártica, se hizo la investigación, para ver los efectos que tendría el consumo de pescado, específicamente de trucha, en la salud de la población. Lo anterior porque al ser un alimento rico en ácidos grasos, aporta una cantidad importante de Omega 3 a las personas, un ácido que está comprobado que tiene efectos positivos para la salud.
El estudio que descrubrió las propiedades de tradicional pescado chileno
En el estudio, se proveyó de 150 gramos de trucha dos veces por semana durante tres meses a un grupo de 30 adultos mayores que asiste al Centro de Día del Adulto Mayor en Curaco de Vélez. Se les comparó durante tres meses con un grupo de control que no consumió trucha, y se les midieron los niveles de ácidos Omega 3 en la sangre e intermediarios inflamatorios -Proteína C reactiva Ultrasensible -, los cuales tienen un rol clave en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, metabólicas, deterioro cognitivo y demencia, entre otras patologías.
Los resultados arrojaron en primer lugar, una alta adhesión por parte de las personas mayores a consumir trucha de forma regular y un impacto positivo en su calidad de vida. Entre los parámetros bioquímicos, se observó un aumento significativo en los niveles circulantes de Omega 3 y una mejoría en la relación Omega 3 omega 6 circulantes. Sumado a lo anterior, se observó una disminución de 62% en los niveles de Proteína C reactiva Ultrasensible (PCR Us), indicador de inflamación y en concordancia con ello, una disminución en la percepción de dolor.
Así, la intervención demostró un efecto positivo sobre los niveles circulantes de ácidos grasos poliinsaturados y sobre los factores inflamatorios. Es necesario evaluar cuánto tiempo se conserva este efecto en el tiempo.
El estudio cobra aún mayor relevancia, si se considera que otros estudios han relacionado la incorporación de ácidos grasos de buena calidad con la preservación de las capacidades cognitivas y la salud músculo esquelética.
Inédito estudio en Chile y América Latina: cómo prevenir ciertas enfermedades
La investigación consideró encuestas sociodemográficas y de salud, determinando los niveles de ácidos grasos plasmáticos mediante el índice Omega-3 (Omegaquant) y se midieron los niveles de Proteína C Reactiva Ultrasensible (PCR-Us) en ambos grupos al inicio y al final de la intervención. Las comparaciones entre grupos y dentro de los grupos se realizaron con STATA 15.1.
Este estudio se enmarca en el programa Envejecimiento Activo, una iniciativa público-privada que lidera el doctor Miguel Luis Berr de la Universidad de Chile. Participan también el Senama y otras organizaciones tanto públicas como privadas. El programa está enfocado en generar cambios socio conductuales para la reducción de los factores de riesgo para la salud pública y con ello mejorar la calidad de vida.
El estudio que se inspiró en un experimento realizado en Finlandia
Todo pensando en la elaboración de políticas públicas de cara al proceso demográfico de envejecimiento de la población que vive el país. Este programa está inspirado en un experimento realizado en los años 60 en la provincia de Karelia del Norte, en Finlandia que por su éxito fue exportado a todo ese país y que contribuyó aumentar la esperanza de vida en 10 años, entre otros logros.
En la década de los 60, Finlandia venía saliendo de una guerra con Rusia que fue devastadora para el país. Las condiciones de salud y de envejecimiento de la población eran sumamente precarias. Su índice de muerte por enfermedades cardiovasculares era de los más altos del mundo y los hábitos alimenticios eran de alto riesgo.
La situación era especialmente crítica en la provincia de Karelia del Norte. Cerca de 700 de cada 100.000 hombres de entre 34 y 65 años morían de enfermedades cardiovasculares. Así, las estadísticas internacionales mostraban que los hombres finlandeses tenían la mortalidad por cardiopatías más alta del mundo, así como índices altos de colesterol, presión arterial elevada y tabaquismo.
En este contexto, entre 1972 y 1977, se implementó un proyecto en la provincia enfocado en generar cambios socio conductuales para la reducción de los factores de riesgo para la salud pública y la prevención de enfermedades cardiovasculares a través de cambios en el estilo de vida.
Para lo anterior, se aplicó como principal estrategia la modificación de los comportamientos de la población en relación con su estilo de vida mediante intervenciones comunitarias integrales. Los resultados fueron tan exitosos que el modelo de trabajo fue exportado a todo el país. El proyecto terminó finalmente 25 años después, en 1997.
Guillermo Ariztía, gerente de proyecto Programa Envejecimiento Activo, señala que “estamos colaborando con colaciones semanales basadas en salmón y trucha en los centros diurnos para adultos mayores de las comunas donde estamos operando (tanto Curaco de Vélez como Achao). Esperamos implementar este beneficio en todas las comunas donde a futuro trabajemos gracias a la colaboración del sector privado”.
Entre los principales resultados del proyecto estuvo la reducción de más de 80% de las muertes anuales de hombres (ajustadas por edad) por enfermedades cardiovasculares así como un aumento en la esperanza de vida de 10 años. Así, en 2018 una misión finlandesa de Universidad de Karelia del Norte visitó el Ministerio de Desarrollo Social. Su idea era colaborar con Chile para implementar un proyecto de características similares. Desde el gobierno se contactó a la Universidad de Chile, dado que la implementación de un programa de estas características requería de la participación de actores que iban más allá del espectro público.
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