Estudio internacional revela un increíble hallazgo sobre el idioma de los neandertales
Un lingüista de la Universidad de Sevilla analizó las capacidades del habla de los neandertales, encontrando evidencia anatómica, sociocultural, cognitiva y ambiental que parece demostrar similitudes con el lenguaje moderno.
La pregunta de qué hace únicos a los humanos modernos ha sido durante mucho tiempo una fuerza impulsora para los investigadores. Las comparaciones con nuestros parientes más cercanos, los neandertales, han servido como un reflejo de nuestra humanidad desde que fueron descubiertos por primera vez en 1856.
Estudios han demostrado que los Homo neanderthalensis eran muy similares a nosotros: eran inteligentes, creativos y compasivos, se movían en grupos pequeños pero eran sumamente cooperativos, sobre todo al momento de la caza. También enterraban a sus muertos, se adornaban y explotaban los recursos del mar.
Debido a sus diversas similitudes con el humano moderno, ha habido un debate considerable sobre si los neandertales tenían la capacidad de hablar moderno o no. Sin embargo, probar la existencia del lenguaje en una especie extinta es todo un enigma.
Aun así, los arqueólogos buscan evidencia a favor o en contra en el análisis de sus restos óseos, sus formas de vida y los artefactos que dejaron atrás. Recientemente, el autor de un estudio aún no publicado y a la espera de ser revisado por pares, ha intentado analizar la jerga neandertal mediante el análisis multidisciplinario de las capacidades del habla de los humanos antiguos, que combina evidencia anatómica, sociocultural, cognitiva, ambiental y genética.
Antonio Benítez-Burraco, lingüista de la Universidad de Sevilla, asegura que los neandertales eran capaces de producir la mayoría de los mismos sonidos que nosotros debido al tracto vocal que tenían, además, su audición también era similar a la nuestra.
“Es casi seguro que los neandertales hablaban lenguas que eran bastante parecidas a las nuestras, pero aparentemente menos complejas estructuralmente y funcionalmente menos flexibles”, escribe el autor.
Una forma de averiguar cómo pudieron hablar los neandertales es reconstruyendo sus tractos vocales y luego comparándolos con los de los simios modernos y los humanos modernos. En su estudio, Benítez-Burraco explica que el tracto vocal de los neandertales era muy parecido al nuestro, por lo que eran capaces de producir casi los mismos sonidos que nosotros.
También, poseían una audición similar, particularmente el ancho de banda, lo que sugiere que tenían un sistema de comunicación que era tan complejo y eficiente como el moderno. Sin embargo, eso no significa necesariamente que tuvieran las facultades mentales para hablar el mismo idioma que los humanos antiguos. El cerebro de los neandertales era menos “globular” que el nuestro, debido a la forma de la cavidad del cráneo que tenía.
El cerebro del hombre moderno posee dos áreas más desarrolladas en comparación con el de los neandertales. Esto significa que el tálamo, una región muy involucrada en el procesamiento del lenguaje, puede haber sido menos prominente.
Estas áreas están relacionadas con las habilidades visoespaciales que, entre otras cosas, permiten la imaginación visual, la gestión del espacio y del tiempo, la creación de herramientas e incluso las relaciones sociales. Lo que ha llevado a la especulación de que los neandertales eran menos capaces de un “pensamiento intermodal” y, por lo tanto, carecían de la capacidad para crear estructuras lingüísticas complejas mediante la combinación de diferentes conceptos.
Además, la simplicidad de sus herramientas sugiere que no compartían la capacidad del “pensamiento jerárquico”, por lo que pueden haber sido incapaces de construir frases u oraciones complicadas. Y la falta de adaptación cultural a lo largo del tiempo puede reflejar una incapacidad para innovar debido a “recursos de memoria de trabajo menos poderosos”.
En cuanto al sonido del lenguaje neandertal, Benítez-Burraco dice que era “rico en consonantismo” por los ambientes fríos, secos y abiertos en los que se desenvolvían. Esta suposición se basa en estudios previos entre el medio ambiente y el idioma, que dicen que las temperaturas frías “desfavorecen el uso del tono para transmitir información lingüística”, mientras que la sequedad “desfavorece los sonidos vocálicos”.
Todas estas restricciones en la especie pudieron haber limitado su capacidad lingüística, según el autor del estudio. “Como mínimo, uno podría especular que las lenguas neandertales podrían haber presentado una sintaxis menos compleja, un número reducido de categorías funcionales (como determinantes o conjunciones) y sonidos menos distintivos”, escribe. “Aparentemente también, estos lenguajes podrían haber sido menos capaces de transmitir significados proposicionales sofisticados”, agrega.
De todas formas, “es una descripción muy aproximada y altamente especulativa” sobre cómo se comunicaban los neandertales. Según comenta el autor, es probable que nunca se sepa con certeza, a menos que se invente una máquina del tiempo.
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