El Sol es la fuente de vida de nuestro planeta Tierra, y como toda estrella tiene un ciclo de vida que en algún momento terminará. El Sol es una estrella gigante que tiene casi 4.570 millones de años, y en unos cinco mil millones de años más, dentro de su último tiempo de vida devorará planetas cercanos como Mercurio, Venus y la Tierra.
Este es el tema de un estudio realizado por un grupo de científicos y publicado en la revista Royal Astronomical Journal, que reveló que nuestra estrella ha entrado a su edad media con frecuentes erupciones solares, eyecciones de masa coronal y tormentas solares.
En sus últimos años perderá todos sus poderes vitales. “A medida que el combustible de hidrógeno se agota en su núcleo y comienzan los cambios en el proceso de fusión, esperamos que se hinche hasta convertirse en una estrella gigante roja, bajando la temperatura de su superficie en el proceso”, explica el estudio.
Pero, ¿qué pasará cuando el Sol gaste toda su energía? Los científicos de un nuevo estudio publicado en Astrophysical Journal realizado con la ayuda de los datos recopilados por la nave espacial Gaia, dijo que la Tierra tendrá un final dentro de cinco mil millones de años y que el proceso de “sumersión planetaria” es común en el ciclo de vida de los sistemas estelares.
“Para el caso de la Tierra, creo que no está muy claro si va a ser sumergida o no, pero ciertamente será imposible vivir en ella”, dijo Ricardo Yarza, estudiante de posgrado en astronomía en la Universidad de California para el New York Times.
Los investigadores realizaron simulaciones hidrodinámicas tridimensionales para entender qué pasaba luego de que una estrella similar al Sol se tragara un planeta. Dijeron que los resultados dependen del tamaño del objeto tragado y la etapa de evolución de la estrella.
El estudio concluyó que el Sol alcanzará temperaturas máximas en unos 8 mil millones de años en el futuro y luego disminuirá la temperatura de la superficie y aumentará su tamaño. Convirtiéndose en una gigante roja en torno a los 10 mil u 11 mil millones de años de edad, tragándose a los planetas cercanos como Mercurio, Venus y la Tierra. Finalmente después de esta fase, terminará en una tenue enana blanca.
“Las estrellas devoran a sus propios planetas, es común en el ciclo de vida de los sistemas estelares. Lo más probable es que éste sea el final de nuestro propio Sistema Solar y con él, de la Tierra misma”, indicó Becky Ferreria, periodista de ciencia en The New York Times.
La investigación más reciente predijo varios otros resultados: el planeta que se engulle podría ser empujado a una órbita nueva y mucho más estrecha y otros pueden ayudar a crear un mundo nuevo.
Pero tranquilo, probablemente la humanidad no viva lo suficiente para experimentar el fin del mundo.