La misión MarCO de la Nasa se ideó para ver si dos cubesats, pequeños satélites espaciales experimentales del tamaño de un maletín, podrían sobrevivir al viaje al espacio profundo.
Ambas naves demostraron ser capaces de resistir el largo y gélido viaje por el espacio exterior. Tras navegar durante siete meses detrás de la nave InSight de la Nasa, que ayer aterrizó exitosamente en la superficie marciana, ambos satélites transmitieron con éxito datos a la Tierra de todo el proceso de descenso y aterrizaje de la nave.
Apodados "EVE" y "WALL-E", en alusión a los personajes de la película de Pixar de 2008, MarCO-A y MarCO-B (nombres reales de ambas naves) utilizaron radios y antenas experimentales, que proporcionó datos y una forma alternativa para que los ingenieros supervisaran el aterrizaje.
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Imagen de MarCO B tras fotografiar Marte. Foto: Nasa[/caption]
Ambos satélites demoraron solo ocho minutos en enviar las primeras informaciones del descenso de InSight, el tiempo que las señales de radio demoran en viajar de Marte a nuestro planeta.
Esta información resultó crucial e infinitamente más rápida, que de otro modo, hubiese llegado después que la nave se asentará en la superficie marciana y desplegara sus instrumentos.
"WALL-E y EVE funcionaron tal como esperábamos", dijo en un comunicado de la Nasa el ingeniero jefe de MarCO Andy Klesh, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la Nasa en Pasadena, California, que construyó los CubeSats.
Aterrizar en Marte es excepcionalmente difícil: antes de InSight, solo el 40 por ciento de todos los intentos había tenido éxito. Por ello, pensando en un hipotético fracaso, la Nasa estimó que sería una buena alternativa tener estas "cajas negras" que registraran el evento para evitar repetir errores en futuras misiones.
Ninguno de los MarCO CubeSats tiene instrumentos científicos, pero eso no impidió que el equipo probara si los futuros CubeSats podrían realizar ciencia útil en Marte.
"CubeSats tiene un potencial increíble para llevar cámaras e instrumentos científicos al espacio profundo", dijo John Baker, gerente de programas de JPL para pequeñas naves espaciales. "Nunca reemplazarán a naves espaciales más completas que la Nasa pueda desarrollar, pero son vehículos de bajo costo que pueden permitirnos explorar de nuevas maneras", agregó.