Sofía Salas es médica y académica del Centro de Bioética de la U. del Desarrollo. Ha seguido los vaivenes de la pandemia, el impacto del plan de inmunización -con 13,6 millones de personas vacunadas-, y ahora ve con preocupación los retrasos en la inoculación de la tercera dosis.
El refuerzo es crucial, advierte la integrante del Departamento de Ética del Colegio Médico, a la luz de la pérdida de inmunidad transcurrido un semestre desde el esquema basal y del efecto que tiene el refuerzo en términos evitar casos graves y fatales: “Aquellas personas que tienen su esquema de vacunación completo, pero ya han pasado seis meses, igual ingresan a la unidad de cuidados intensivo e igual se están infectando”, precisa.
¿Qué tan importante es el refuerzo?
En el momento actual hay suficiente evidencia para decir que el refuerzo es fundamental para lograr disminuir el riesgo de enfermedad grave y de morir. Los datos de Chile muestran que las personas que tienen su dosis de refuerzo prácticamente no caen a una unidad de cuidado intensivo, mientras que las personas que no se han vacunado tienen un riesgo muchas veces mayor y los vacunados sin el refuerzo están en un situación intermedia de riesgo. En la medida que pase el tiempo desde la última vacunación, sin el refuerzo, la inmunidad va disminuyendo. Apenas salió la posibilidad de la dosis de refuerzo, yo me la puse de inmediato y no dudé.
¿Cómo es la pérdida de inmunidad?
Aún no tenemos las repuestas al 100% porque no ha pasado suficiente tiempo desde la primera inoculación, pero los datos sugieren que termina siendo como si no te hubieses vacunado, en cuanto a la disminución del riesgo, pero una sola dosis de refuerzo te permite aumentar el nivel de producción de anticuerpos muy por sobre lo que se hubiese esperado con una dosis sin nunca haberte vacunado.
¿En qué momento se empezó a notar la pérdida de inmunidad?
La información que yo manejo es que se empieza a ver que aquellas personas que tienen su esquema de vacunación completo, pero ya han pasado seis meses, igual ingresan a la unidad de cuidados intensivos e igual se están infectando. En la medida que el mayor porcentaje de la población ya está vacunada, los casos se empiezan a distribuir también en la población vacunada. Entonces lo que hace el refuerzo es disminuir significativamente el riesgo de enfermedad grave e ingreso a UCI, que termina siendo el principal objetivo del plan de vacunación.
La variante delta llegó al país cuando había un gran porcentaje de la población vacunada. ¿Ayudó esto?
En general, cuando el virus se enfrenta a una población altamente vacunada, lo que va ocurrir es que si bien van a seguir habiendo casos, el impacto que tienen estos en nuevas hospitalizaciones o en tener las camas UCI saturadas, que fue la situación que se vivió el año pasado, no va a ocurrir gracias a las vacunas y las dosis de refuerzo. Y eso se vio en Chile, y de hecho, el país ha sido destacado a nivel mundial por el éxito de la vacunación masiva y ahora por el éxito del refuerzo. En Chile las vacunas han estado disponibles sin costo para todas las personas, independientemente de si se atienden en el sistema público o privado, y con un cumplimento riguroso de criterios reconocidos que parten por la edad, por la enfermedad y en trabajadores sanitarios. Ahora estamos vacunando a la población pediátrica, lo cual en otros países, incluso más desarrollados que el nuestro, todavía no ocurre.
¿El aumento de casos se debe a las personas que no se han vacunado?
Yo diría que si tú lo ves a nivel mundial y sobre todo lo que está ocurriendo en Europa, en países como Bulgaria o en Austria, fundamentalmente el impacto es en los no vacunados. En la medida que se tiene a la población enteramente vacunada o casi enteramente vacunada, van a haber casos en las personas vacunadas, pero lo importante de la vacuna es no tanto que suprima los casos, sino que estos terminen siendo casos leves, incluso asintomáticos y con mucho menos probabilidad de caer a una UCI y obviamente de morir, y yo creo que ese el objetivo fundamental en esta etapa del plan de vacunación.
¿Qué opina del Pase de Movilidad como incentivo?
A mí me parece que es mejor incentivo el Pase de Movilidad, es decir, una zanahoria, que lo que están impulsando otros países que es más bien el garrote, como por ejemplo, que la vacunación sea obligatoria. Yo sé que hay resistencia todavía de alguna población a vacunarse, y parte de esa resistencia es por falta de información adecuada, porque en las redes sociales circula mucha información que, a mi juicio, es absolutamente errónea respecto del impacto que tiene la vacunación y eficacia y la seguridad.
¿Como cuál?
Hay gente que dice que las vacunas producen infertilidad y eso es porque en todo los ensayos clínicos se dice, ‘usted no puede embarazarse mientras está en ensayo clínico’. Esa es una frase estándar, pero la gente la interpreta como: no estoy en condiciones de quedar embarazada porque quedo infértil, entonces es falta de conocimiento sobre cómo se hace un ensayo clínico. Además, está todo lo de la imantación; incluso hubo profesionales sanitarios apareciendo en redes diciendo que el celular se te pega en el brazo porque te imantaron, esas son patrañas que circulan a nivel mundial y que cuesta mucho contrarrestar. Un ejemplo de eso es que hace muchos años se dijo que las vacunas producían autismo en los niños, fue un artículo que se demostró era fraudulento, pero se sigue citando, y así hay más mitos.
¿Por qué dice que es mejor el Pase de Movilidad frente a la obligatoriedad de la vacuna?
Yo creo que al hacerlo obligatorio, es decir, tú vas con la fuerza pública a la casa de las personas no vacunadas y forzarlas, me parece que produce más daño que beneficio, genera aún más desconfianza, además que es impracticable. En cambio, disminuir las restricciones y tener libertad en la medida que tú estás vacunado, me parece una medida más propositiva. Ahora, cada uno pone el límite, porque uno puede decir que igual me están forzando, porque si yo no puedo ir a un lugar cerrado sin el Pase de Movilidad se estaría coartando mi libertad, pero el bien común y la salud de los otros obliga también a ciertas restricciones.
¿Añadiría más restricciones a los no vacunados?
La situación en Chile es un poco distinta, porque el porcentaje de no vacunados es minoritario y a mí lo que me gustaría sería conocer mejor ese 10% o 9% de personas que no se han vacunado y saber cuáles son los reales motivos. Si algunos no lo han hecho porque significa mucho tiempo o porque no les llega la información suficiente, yo creo que se puede trabajar mejor con ellos. Lo más complejo es del punto de vista laboral, si uno tiene actividad presencial y se pone como exigencia que solo pueden ingresar los vacunados, algunos pudieran decir que teletrabajan y lo he escuchado como argumento. Cuando uno pone un incentivo que parece muy valioso, hay que mirar cuáles son todas las otras consecuencias, pero a mí parece del todo razonable que en todos los lugares cerrados, como bares, restaurantes, cines o gimnasios se pida el Pase de Movilidad y solo quienes lo tienen pueden ingresar.
¿Cuál es la importancia de enfocarse en los rezagados?
Es fundamental, porque en la medida que los rezagados no se incorporan siquiera al esquema inicial de vacunación, el virus sigue encontrando población donde desarrollarse y volver a mutar y aparecen nuevas cepas. Si uno mira la experiencia comparada, salvo países como Australia, que es una isla y que realmente tiene muy cerrado los viajes, el resto del mundo se mueve y tú no puedes prohibir a un chileno que está viviendo en el extranjero o a un extranjero residente volver al país, como ocurrió con la persona que venía de Ghana (el primer caso detectado en Chile con la variante ómicron). Por lo tanto, tenemos que partir de la base que estamos en un mundo globalizado, que la gente circula en distintos lugares y me parece que un mínimo es exigir la vacuna para los que ingresan y que el Pase de Movilidad para todos los que están en lugares cerrados.
¿Cree que es necesario un nuevo refuerzo?
Los virus mutan de tal manera que dejan de ser relevantes para la salud humana y se acaba el brote, pero con la información que tenemos actualmente, pudiéramos llegar a una situación de vacunación anual, como con la influenza. Además, durante este tiempo ya hay suficiente desarrollo de las distintas plataformas de vacunas como para que a futuro no exista escasez de vacuna.
¿La haría obligatoria para algunos grupos?
Si uno se fija, el plan nacional de vacunación es fundamentalmente obligatorio para los niños, pero a los adultos no los vas a buscar con la fuerza pública para vacunarse. A mí me parece más adecuado incentivar junto con aumentar la información, hacerlo en base a restricciones firmes y claras para los no vacunados. Yo creo que por ahora me movería hasta ese nivel, más que hacerla realmente obligatoria.
¿Cómo podría funcionar la nueva variante frente a las vacunas?
A nivel mundial no se tiene certeza si las actuales vacunas son 100% eficaces respecto a la variante ómicron, para esto se requiere un poco más de tiempo. Aparentemente, como el virus va variando y mutando en base a la misma estructura previa las vacunas, todavía tendrían la efectividad suficiente para hacerle frente a esta nueva variante que se cree que puede transmitirse de manera más rápida, pero que aparentemente produce cuadros más leves.