El 1 de abril llega el nuevo horario de invierno, que tiene como objetivo principal que las personas puedan aprovechar la luz natural. Ante eso, diferentes expertos, políticos y tomadores de decisiones cuestionaron que la decisión gubernamental de atrasar o adelantar la hora no esté considerando la visión que el conocimiento y la ciencia tienen frente al tema.
Fatiga, dificultades para levantarse, ansiedad, irritabilidad y una mayor tendencia a infartos, son solo algunos de los factores que las y los especialistas asocian al cambio de hora. “La modificación debe basarse en la evidencia científica. Lo que vemos hoy es como si los antivacunas determinaran las políticas públicas del país. La evidencia es contundente, nuestro reloj biológico está determinado por la luz del sol y su ausencia. Le pedimos al Ministerio y el Gobierno que termine con el horario de verano”, señaló el médico y Vicepresidente Ejecutivo de la Fundación Encuentros del Futuro, Guido Girardi.
En ese contexto, la conversación de las y los especialistas proporcionó la información necesaria para analizar los costos y beneficios que esta medida, implementada desde la década de los 70, podría tener en los individuos y la sociedad, en especial para los niños, niñas y adolescentes. Con ello se espera que la decisión gubernamental de mantener el horario -o modificar- sea bajo el rigor científico, médico y biológico.
Los especialistas coincidieron en que el huso horario correcto para nuestro país es el de invierno, pero también especificaron que sería necesario retroceder una hora más -es decir, dos horas en total- para quedar con el mismo huso horario de Perú.
Según el cronobiólogo y académico del Instituto de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso, John Ewer, el horario de verano es el más cuestionado por la evidencia científica porque “afecta el desempeño, genera más accidentes y las personas están menos concentradas. Este es un tema antiguo, hace diez años venimos señalando que es el sol el que debe determinar el horario en el que el cuerpo humano debe despertar y dormir, no un reloj”.
Entre las poblaciones más afectadas con el cambio de hora se encuentran las niñas, niños, adolescentes, personas mayores y quienes trabajan en modalidad de turnos. “El sistema nervioso de los niños está en construcción. Ellos naturalmente eligen dormir más tarde y por lo tanto, deben despertar más tarde. Otro grupo que sufre alteraciones es el de los adultos mayores, donde su sistema nervioso ha estado expuesto a muchos cambios y la modificación continua de la luz los afecta directamente. A su vez, la personas que trabajan
de noche y quienes padecen de enfermedades mentales también son una población que debiera ser considerada al cambiar el huso horario” enfatizó la enfermera, Doctora Neurociencias y docente de la Universidad de Valparaíso, Liliana Bustos .
La ciencia resalta la importancia de dormir bien para el correcto desarrollo biológico del ser humano y, a juicio de los expertos, las políticas públicas deben ir en esa dirección.
En ese punto, el presidente de la Comisión Desafíos del Futuro, Francisco Chahuán, señaló que existe suficiente evidencia científica sobre la materia. “Cuando se presentó en 2018 el proyecto que fija el uso de diversos estándares UTC para regular la hora oficial en el territorio nacional se buscaba evitar los impactos negativos en la salud física y mental de la ciudadanía. Este proyecto –que aún se encuentra en el Senado- considera el huso horario de Perú dejándolo en sintonía con los ciclos circadianos (…) Es por eso que hacemos un llamado al Ministerio de Salud para que adopte medidas como estas basándose en la evidencia científica existente”.
REVISIÓN DE CAMBIO DE HUSO HORARIO
Antes de concluir, el senador Francisco Chahuán anunció que la comisión Desafíos del Futuro analizará en los próximos días diversas visiones sobre el cambio de huso horario para Chile. Asimismo, anticipó que a esta conversación serán invitados: la ministra de Salud, Ximena Aguilera; el biólogo, doctor en neurociencia y académico del Instituto de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso, John Ewer; la Doctora Neurociencias y docente de la Universidad de Valparaíso, Liliana Bustos y el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Encuentros del Futuro (FEF), Guido Girardi.